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A veces, puede resultar curiosa la diferenciación que hacemos en nuestra cultura entre animales de compañía y alimento. Es en muchos casos arbitraria y, cuando viajamos a otros lugares del globo nos sorprendemos porque comen animales que son mascotas para nosotros y viceversa. ¿Qué animales son "amigos" y cuáles "alimento"? Un reciente estudio puede que nos haga salir de dudas.
El trabajo, publicado en la revista 'Human-Animal Interactions' de CABI, ha arrojado luz sobre las especies de animales que consideramos "amigos", los que juzgamos como "alimento" y "por los que merece la pena luchar".
El estudio trataba de evaluar las percepciones sociales de la gente sobre diversos animales, incluidos los "animales de consumo". A menudo, estos se han clasificado como menos sensibles e históricamente desprovistos de derechos y preocupaciones morales debido a su naturaleza de mercancía consumible.
Entre los animales analizados estaban el tiburón, el caimán, el cerdo, el perro, el pulpo, el conejo, la vaca y el orangután. Los resultados confirman algo que ya se sospechaba: las personas tienen distintas percepciones sociales en función de las distintas especies animales.
Se identificaron cuatro grupos principales: "Amor", "Salvación", "Indiferencia" y "Aversión". Estos se basan en la expectativa de lo que los participantes podrían sentir hacia los animales que conforman cada grupo.
También se midió la ideología ética de los participantes. Un ejemplo de esto es que los vegetarianos y los defensores de los animales tenían creencias más "absolutistas".
El autor principal, el doctor Paul Patinadan, licenciado por la Universidad James Cook (Australia) y la Universidad Tecnológica de Nanyang (Singapur) y actualmente en el National Healthcare Group de Singapur, explica que "los participantes valoraron las 16 especies animales no humanas de forma significativamente diferente en las dimensiones de calidez y competencia".
Según señala Patinada, entender los juicios morales que hacemos de los demás animales podría ayudarnos a comprender las relaciones e interacciones que hacemos con los demás seres con los que compartimos mundo. Hacer esto, contribuiría a entendernos a nosotros mismos y a mejorar las relaciones que tenemos con nuestro entorno, en ocasiones cargadas de cinismo y faltas de empatía.