José Luis Elosua (Zumaya, Guipúzcoa, 1936) es, a sus casi 83 años, miembro del Comité Asesor de 65Ymás y presidente del Voluntariado Social de Mayores, Nagusilan, una asociación de personas comprometidas con la sociedad que trabaja con tres objetivos: Ayudar, acompañar y animar a las personas mayores en situación de soledad; promover el empoderamiento de los mayores mediante el compromiso social a través de un envejecimiento activo solidario; y dar voz a los más desfavorecidos, siempre animada por valores de solidaridad, participación y transformación social.
Pregunta.- ¿Quién es José Luis Elosua? ¿A qué ha dedicado su vida?
Respuesta.- Una persona que nació y creció en una época en la que España atravesó unas circunstancias terribles. Después del colegio no fui a la universidad. En Zumaya trabajábamos y por las noches íbamos a la escuela nocturna profesional de mecánica porque mi pueblo fue pionero en la construcción de barcos. Más tarde fui aprendiz y seguí formándome como mando intermedio y entré en una empresa alemana en la que hacíamos fresadoras. De la mecánica pasé a la técnica para auxiliar a un ingeniero en el sistema de métodos y tiempos y más tarde me hice cargo de la sección. Pasé dos años formándome en Alemania y luego fui delineante proyectista de mecánica, jefe de talleres y finalmente me independicé y cree mi propia empresa que empezó con seis trabajadores y terminó con 30. Allí permanecí 38 años, hasta mi jubilación. Además, en mi juventud milité en el sindicato semiclandestino de las Juventudes de Acción Católica; también fui presidente de la AMPA del colegio de mis hijos; y durante 16 años fui concejal del Ayuntamiento de Zumaya. Nada más jubilarme, parecía que estuvieran esperando mi jubilación, me nombraron Presidente de la Asociación de Jubilados y Pensionistas de Zumaya y fui durante siete años el presidente del Hogar del Jubilado.
P.- ¿Cuándo se incorpora a Nagusilan y cuándo se convierte en su presidente?
R.- Como yo tenía información sobre Nagusilan, que se había fundado en 1995, y siempre me atrajo ese proyecto, lo primero que hice como presidente del Hogar del Jubilado fue nombrar una Junta Directiva y formar un grupo de voluntarios de Nagusilan con toda mi directiva, empezando por mí. Así empecé mi recorrido en Nagusilan en 1999 y estuve en la directiva hasta el 2005, año en que me colgaron el sambenito de presidente. Y como me encanta el proyecto y tengo tiempo para llevarlo acabo, aquí sigo de presidente.
P.- ¿Cuántos afiliados voluntarios tienen?
R.- No sólo estamos en el País Vasco, también tenemos presencia en Navarra, Madrid, Granada... y en total tenemos unos 2.200 voluntarios. En Gipúzcoa, lugar en el que se fundó, es donde contamos con más miembros, 860 voluntarios repartidos en 28 municipios en los que tenemos delegación y grupo de voluntariado. No sucede lo mismo en Vizcaya, donde ahora estamos intentando promocionar el proyecto porque solo tenemos presencia en Bilbao y tres pueblos más. Y lo mismo intentamos en Álava. En Navarra empezamos hace año y medio y ya estamos en Pamplona, Estella y Tudela.
P.- Nos dice que el primero de sus objetivos es ayudar, acompañar y animar a los mayores en soledad, ¿cómo lo hacen?
R.- El modelo de partida fue un poco copia de lo que ya se hacía en Estados Unidos. Los fundadores de Nagusilan se guiaron por el modelo del Retired and Senior Volunteer Program (RSVP) (@SeniorCorps). Nuestro objetivo, y a la vez nuestro compromiso, es promover nuevos hábitos sociales, colaborar con las instituciones y los servicios sociales, apoyar y atender las necesidades de las personas mayores necesitadas, además de luchar contra la soledad no deseada y acompañar a esas personas solas. Ahora la soledad se considera como la plaga del siglo, pero este problema se detectó en Nagusilan desde su fundación y por eso llevamos todo este tiempo acompañándo a mayores solos. Solemos ir a las residencias de personas mayores, a los centros de día y a los domicilios. Además tenemos una herramienta valiosísima para nosotros que es el "hilo de plata", un teléfono en el que atendemos a las personas que están solas gracias a los voluntarios. Ahora además hemos contratada a una persona exclusivamente para esto, una técnica en temas sociales, para que lleve el proyecto con la fuerza y los objetivos que nos hemos marcado. Nuestras metas son promover el voluntariado, favorecer un envejecimiento activo y fomentar el compromiso solidario, en resumen desarrollar un papel activo y responsable en la sociedad siempre de manera altruista.
P.- Usted mismo la ha dicho, la soledad no deseada es uno de los más graves problemas de la tercera edad y sobre todo en el caso de las mujeres...
R.- Sí, es cierto que el porcentaje de mujeres es mayor. Siempre hay más viudas que viudos. En España hay millones de mujeres que viven solas sin quererlo así y eso no puede ser, no podemos consentirlo. Una de las principales metas que no hemos propuesto para 2019 es combatir esa soledad y para ello estamos promocionando y trabajando para que la atención a domicilio sea personalizada, para acompañar a quien no pueda salir y sacar a quien sí lo pueda hacer de la manera que sea. Queremos fomentar el voluntariado a domicilio y reforzar, con la ayuda de la administración, el "hilo de plata", porque la soledad no deseada no es solamente un mal en sí misma, sino que trae consigo otros males tremendos como la depresión o el abandono del propio sujeto.
P.- En Nagusilan preocupa mucho el envejecimiento activo, pero no sólo a nivel de actividad física de los mayores ni de enseñarles a llevar una vida sana, sino también el que fomenta el aprendizaje y la formación a lo largo de toda la vida, ¿verdad?
R.- Sí, por supuesto, es fundamental. Debe reconocerse la importancia capital del conocimiento. Nosotros queremos que la sociedad en general sienta que cada persona tiene un deber ante esa sociedad y debe dedicar a los demás parte de su tiempo haciendo infinidad de cosas y no sólo fijándose en Nagusilan, donde siempre serán bienvenidos, sino en cualquier actividad que redunde en el beneficio de las personas mayores. Eso es lo que necesitamos para conseguir un envejecimiento activo. De hecho, otra de nuestras metas para este año es la formación. Hemos preparado un plan de formación mucho más sencillo, eficaz y atractivo que el que teníamos hasta ahora para que la gente se forme como voluntarios y voluntarias. Y vamos a conseguirlo, gracias en parte a que hemos recibido apoyo por parte de la Kutxa (@Kutxabank).
P.- Está claro que hay que dar voz a los mayores, pero ¿cómo?
R.- Nosotros estamos metidos en todas partes. Lo que hay que conseguir es que las asociaciones de mayores tengan participación en las instituciones y administraciones de la manera más sencilla que no es otra que haciendo presión. Gracias a esa presión en las instituciones hay Consejos de Mayores como el Consejo Mayores de Guipúzcoa (@OrainGipuzkoa), de Vizcaya, de Álava, Consejo Sectorial de Mayores del Gobierno Vasco, en el que participan parte de los miembros de los otros tres Consejos, o el Consejo Estatal de Mayores. Nosotros estamos presente en ellos y en todas las asociaciones de mayores porque es imprescindible que nos escuchen y hagamos fuerza. Les hemos apretado muchísimo y hemos conseguido muchas cosas, lo más importante de todo: la mejora de la sensibilidad de los políticos para con el tema de los mayores. Se han dado cuenta de que las instituciones son incapaces de dar solución a los problemas que tiene la sociedad para con los mayores si no cuenta con nosotros. Hay que quitar de la cabeza de los mayores que cuando se jubilan ya no forman parte de la sociedad porque eso no es cierto, seguimos viviendo en esta sociedad aún después de jubilarnos y tenemos que ser miembros activos de ella.
P.- Los pensionistas vascos son un referente para todo el país. ¿Qué piensa de la ruptura del Pacto de Toledo?
R.- Se están culpando todos, unos a otros. Parece ser, aunque yo no lo sé, que ha sido Podemos (@ahorapodemos) el culpable de haber llegado a esa ruptura. Nosotros creemos que podían haber seguido dialogando, por lo menos hasta el momento de las elecciones. El haberlo dejado es muy lamentable porque se había avanzado muchísimo con el Pacto de Toledo.
P.- Como coordinador de los pensionistas de Guipúzcoa, ¿hasta cuándo cree que se va a poder soportar que haya 4,2 millones de jubilados que perciben una pensión inferior a los 735,90 euros mensuales del salario mínimo interprofesional?
R.- Dependerá de quién gobierne la próxima legislatura, de quién asuma la presidencia, porque no todos tienen el mismo programa respecto al tema de las pensiones. Nuestra petición, aunque no es unánime entre todos los pensionistas, es el mínimo de 1.080 euros. Pero aquí sucede que si se ha puesto el salario mínimo en unos 900 euros, en principio se contradice con pedir los 1.080 de golpe. No hay, en ningún caso, gobierno que asuma que la pensión sea superior al salario mínimo. Por lo tanto, sí a los 1.080 euros pero en dos o tres etapas, no de golpe.
P.- Sólo en 2017 fueron 38.000 las personas que fallecieron sin haber podido ejercer sus derechos derivados de la condición de persona en situación de dependencia. Esto supone que diariamente fallecen más de 100 personas dependientes sin haber llegado a recibir prestaciones o servicios. ¿Cómo se puede permitir esto? ¿Cómo se puede solucionar?
R.- El tema de la dependencia tenía dos objetivos: ayudar a los dependientes y crear puestos de trabajo y eso no se ha llevado a cabo, sólo se ha conseguido en dos o tres Comunidades Autónomas, una de ellas el País Vasco donde tenemos la suerte de que esto se ha cumplido al cien por cien. Y esto se debe en buena parte a la presión que, decía antes, debemos hacer los mayores. Los sucesivos gobiernos han reducido constantemente los fondos para la dependencia y eso no puede ser. Ha habido autonomías en las que lo que les daba el Estado para que dedicasen a la dependencia lo gastaban en otras cosas. Esto requiere un empujón importantísimo.
P.- Ustedes visitan a los mayores en sus domicilios y residencias, ¿cómo podrían mejorar sus vidas estas personas?
R.- Nosotros pensamos que las residencias de mayores tienen que ser una continuidad de su propia casa, el trato debe ser personalizado, respetando su dignidad, sus tradiciones y su historia, libre de sujeciones, sin maltrato. Las residencias no pueden ser un almacén donde se amontona a las personas mayores, ni tampoco un cuartel. Por eso Nagusilan apoya plenamente la permanencia el mayor tiempo posible en el propio domicilio, que es algo que también se va consiguiendo con el proyecto 'Vivir en casa bien', apoyado por la Diputación de Guipúzcoa hasta 2022. Estoy convencidísimo de que en el País Vasco esto se va a conseguir, de hecho ya se están haciendo las primeras pruebas. La asistencia socio sanitaria en el propio domicilio tiene dos ventajas fundamentales, una es la atención personalizada en casa que retrasa muchísimo la dependencia y por otro eso supone un ahorro grandísimo en medicamentos, atención hospitalaria, etc.
P.- Tenemos encima unas elecciones anticipadas y el 24% de los votos son de mayores de 65 años, ¿qué le piden al nuevo Gobierno, sea el que sea, desde Nagusilan?
R.- Ocho cosas fundamentales. Como se dice en la Constitución, las pensiones deben ser intocables y es necesario el aumento anual de las mismas según el IPC. Garantizar la sostenibilidad de las pensiones. Que la edad de jubilación se mantenga en los 67 años. Poner dinero para poder sostener las ayudas a la dependencia. La participación de los mayores en las instituciones. Nada de privatizar residencias y hospitales, concertadas sí, pero privatizadas no. Conseguir el mayor tiempo de estancia en el propio domicilio. Y, por supuesto, combatir la soledad no deseada.