Paula Buedo
Sociedad
Casos en los que no te van a cambiar un billete deteriorado
Estas son las dos excepciones según el Banco de España
El envío de dinero por bizum y las tarjetas bancarias son dos medios de pago muy habituales, pero el dinero en efectivo continúa siendo el más utilizado. Los billetes y monedas son usados para pagar diariamente por el 64% de la población, según el Banco de España.
Los billetes cambian constantemente de manos y se arrojan en carteras o bolsillos, incluso pueden terminar en la lavadora si no se revisan bien las prendas. Aunque el dinero en efectivo está preparado para resistir a este ir y venir, puede darse la situación de que ese valioso papel se deteriore. En esos casos, el Banco de España cambiará el billete estropeado o roto por uno en buenas condiciones.
Las dos excepciones
“Como norma general, se canjeará un billete de euros deteriorado cuando se presente más de la mitad de la superficie original del billete”, explica Gema Ortega, de la Unidad de Análisis de Billetes. En caso contrario, advierte, habría que demostrar que la parte restante ha sido destruida.
Sin embargo, hay dos situaciones en las que el Banco de España no realizará ese cambio. Un caso en el que no se reemplazará es cuando se sospeche que el billete ha sido dañado de forma intencionada.
Por otro lado, si el billete tiene una mancha de tinta de un dispositivo antirrobo, tampoco será aceptado. Estas manchas están destinadas a neutralizar y anular los billetes robados. No obstante, esto no implica que todos los billetes manchados de cualquier tinta no sean válidos. Es decir, si un billete se ha ensuciado con un bolígrafo, su valor no sería alterado.
Las manchas producidas por los sistemas antirrobo suelen situarse en los bordes del papel. Si sospechas que el billete que recibes tiene este tipo de marcas, puedes pedir otro. Si no, el Banco de España no te lo cambiará.
¿Es normal que se rompa un billete?
La fabricación de billetes está pensada para que duren y no se deterioren, a pesar de que están sometidos a un continuo cambio de propietario, a roces y dobleces constantes.
El material con el que se fabrican es papel hecho con fibras de algodón, lo que potencia su durabilidad. Además, los más pequeños están cubiertos de un barniz que dota de una resistencia aún mayor, ya que son los que más se intercambian. Esto está concebido para que sea poco habitual que se rompan y se sustituyan lo menos posible.