Toni Esteve
Sociedad
Competencias y actitudes que convertirán tu jubilación en una oportunidad, según los expertos
El aspecto emocional puede plantear más problemas que los económicos en esta etapa de la vida
El tránsito de la vida laboral a la jubilación supone un reto para la mayoría de las personas. Pero este cambio puede convertirse en una oportunidad para desarrollar nuevas actividades, emprender o hacer voluntariado, entre otras iniciativas. En esta línea, el informe Jubilación oportunidad de vida, elaborado por la Fundación Sociedad y Empresa Responsable (Fundación SERES), en colaboración con SECOT (Voluntariado Senior de Asesoramiento Empresarial @secotsecot) recoge pautas para concienciar a sociedad, empresas y administraciones públicas sobre cómo planificar la jubilación para que se convierta en una oportunidad para todos los actores implicados.
Durante el año 2020, SERES desarrolló el taller Jubilación oportunidad de vida, dentro del LabS de Demografía. Este taller, liderado por SECOT, abordado el reto del cambio que genera en las personas la jubilación. El resultado es un informe que, con el mismo nombre, analiza al colectivo de los mayores, sus necesidades, sus hábitos de consumo y las oportunidades que puede brindar con su talento senior, entre otras cuestiones.
Un nuevo enfoque
¿Qué competencias y actitudes convertirán tu jubilación en una oportunidad? Pues según los expertos de entrada se necesitan “nuevos planteamientos en la rutina de esta etapa” en la que las únicas obligaciones que tiene quien ya no trabaja “serán fruto de la responsabilidad y la libertad”, con lo que se abre un mundo desconocido con la posibilidad de descubrir grandes retos y oportunidades”. Ese nuevo enfoque arranca con la idea de que quien se jubile siga aportando a la sociedad su experiencia y conocimiento, al tiempo que se mantiene activo. En ese escenario de colaboración, todos salen ganando, puesto que la jubilación también se vuelve una etapa enriquecedora para quien la inicia. Así, esa etapa que podría suponer una pérdida de socialización por falta de rutinas, por ejemplo, se convierte en una nueva oportunidad para reestructurar relaciones personales y acometer nuevas actividades.
En el informe de SERES y SECOT se apunta que el tránsito a la jubilación puede provocar la “pérdida de valor social motivada por la ruptura de relaciones que provienen de la acción laboral, esto además puede causar una pérdida de autoestima”. Sin embargo, es cosa nuestra percibirnos como personas que aún pueden aprender y evolucionar, llevando una vida activa y satisfactoria. Y predican con el ejemplo de la Delegación de Madrid de SECOT, donde el director de la revista tiene más de 80 años y así mismo es miembro de la Junta Directiva de dicha Delegación.
Del mimo modo, se deberían explorar nuevas formas de colaboración entre los trabajadores jubilados y las empresas, para que la experiencia y el conocimiento de estas personas sigan siendo un valor para la compañía.
No todo es trabajar
Naturalmente, muchas personas que se jubilan lo que quieren es aprovechar que tiene más tiempo para ellos para viajar, desarrollar aficiones que no habían podido hacer cuando estaban activos laboralmente o incluso volver a estudiar. En este sentido, los expertos consideran que “las posibilidades se convierten en casi infinitas y lo importante es que la persona en un proceso de reflexión, autoconocimiento y también teniendo en cuenta sus circunstancias priorice aquellas actividades que le van a aportar más para su desarrollo personal y social”.
En cualquier caso, como en todas las etapas de la vida, para generar nuevas oportunidades “deberíamos tener o desarrollar ciertas competencias y actitudes que nos ayudarán a conseguir el objetivo deseado”. Así que, para asumir nuevos retos en la jubilación, deberíamos, según el informe de SERES y SECOT, atesorar las siguientes:
- Humildad
- Generosidad
- Empatía
- Compromiso
- Curiosidad
- Aprendizaje continuo y variado
- Flexibilidad
- Amplitud y variedad de intereses
Según les expertos, si buscamos en Internet la palabra “jubilación”, la mayoría de los resultados que obtendremos se refieren al aspecto económico, “pero curiosamente poco se habla del aspecto emocional y al final puede plantear más problemas que los económicos. Estos aspectos son los que hay que trabajar de manera individual para enfrentarnos a la jubilación con la mejor disposición”.