Cambios para autónomos en 2026: jubilación más tardía, cuotas y pendientes del subsidio de paro

Celia Ferrero (ATA): "No aceptaremos más subidas de cuotas sin un avance real en derechos"

Abad (UPTA): "Urge tener subsidio para autónomos mayores de 52 y mejorar el cese de actividad"

 

La llegada del nuevo año traerá para los autónomos jubilados una revalorización general del 2,7% en sus nóminas, y para aquellos que aspiren a retirarse en 2026 habrá novedades en la jubilación, con retraso de la edad ordinaria de retiro incluida, más la entrada en vigor de un sistema dual de cálculo de la pensión (últimos 25 años cotizados o un sistema progresivo), si bien jubilarse con el 100% de la paga continuará siendo posible con 36 años y medio trabajados.

Los profesionales en activo, por su parte, no verán finalmente aumentadas sus cuotas. Lo que sí les subirá es la cotización al MEI, como sucede a los asalariados del régimen general de la Seguridad Social. Y, aunque la factura electrónica (sistema Verifactu) se ha aplazado hasta 2027, lo que sí llegará en 2026 es el control horario digital, además de una nueva subida del salario mínimo interprofesional (SMI).

Y todo el colectivo sigue a la espera de las prometidas mejoras en la protección social, en especial, del cese de actividad, y que se les permita acceder al subsidio de paro para mayores de 52 años, en igualdad de condiciones que los trabajadores por cuenta ajena.

Cambios para los autónomos ya jubilados

Desde el 1 de enero de 2026, entrará en vigor la revalorización de las pensiones contributivas, que de media subirán el 2,7% para los pensionistas de la Seguridad Social y los funcionarios del régimen de Clases Pasivas.

Los autónomos retirados percibirán ese 2,7% de aumento general, e incluso más, en algunos casos específicos, como los de quienes tengan una pensión mínima o perceptores de viudedad con cargas familiares, ya que en estos casos, la subida anual será superior al IPC. 

La pensión máxima que se podrá cobrar en 2026, con la revalorización del 2,7% del IPC más el porcentaje adicional que establece la ley, hará que el tope suba hasta los 3.359,6 euros mensuales por 14 pagas.

Novedades para autónomos que se jubilen en 2026

Jubilarse con el 100% de la pensión desde el 1 de enero de 2026 será más difícil para los trabajadores autónomos, al igual que sucede a los afiliados del Régimen General de la Seguridad Social, ya que la llegada del nuevo año conlleva un retraso de la edad de retiro ordinaria: tendrán que esperar hasta cumplir 66 años y 10 meses (frente a los 66 años y 8 meses que se piden ahora) quienes acrediten menos de 38 años y 3 meses cotizados. Como excepción, aquellos que acumulen esta cotización, podrán decir adiós al trabajo a los 65 años.

Lo que no cambia en 2026 es el periodo mínimo cotizado para jubilarse, que permanece en 15 años de contribuciones sociales, 2 de ellos, comprendidos en los 15 anteriores a la jubilación (el requisito de edad será 66 años y 10 meses). Sin embargo, quienes se retiren por esta vía solo cobrarán el 50% de la pensión. Tampoco varía la carrera completa de cotización, que son 36 años y medio, con los cuales, la persona percibe el 100% de su paga al dejar de trabajar (si cumple el requisito de edad).

Un cambio importante en 2026 afecta al sistema de cálculo de la pensión, pues desde el 1 de enero comienza un periodo dual, que asignará la cuantía de la paga según la opción más favorable de estas dos:

- Considerar los últimos 25 años cotizados, por una parte.

- O escoger el nuevo método, ampliado y progresivo, que tendrá en cuenta últimos 29 años, pero descartando los 2 peores.

Esta elección la hará la propia Seguridad Social, de oficio. 

Beneficios por retrasar la jubilación... 

Con la modalidad de la jubilación demorada, pueden lograrse tres tipos de incentivos económicos:

-  Un 4% más de pensión por cada año completo que se retrase el retiro. Desde el segundo año, se puede computar el tiempo extra entre 6 meses y un año, aplicando un incremento del 2% sobre la pensión.

- Un cheque único, que aumentará la pensión según la base reguladora y los años cotizados. A partir del segundo año, los periodos superiores a 6 meses e inferiores a un año también  computan.

- Incentivo mixto, que permite recibir parte del extra como cheque y parte como incremento mensual en la pensión.

Si el autónomo escoge otra modalidad, la jubilación activa, puede compaginar trabajo e ingresos ilimitados, siempre que cumpla la edad de retiro y haya generado el 100% de pensión. Esta fórmula puede compatibilizarse con los incentivos por demora (cheque único, aumento mensual de pensión o mixto). 

Desde abril de 2025, cada año en jubilación activa aumenta el porcentaje de pensión que se cobra, según esta escala: un 45% de pensión el primer año de retraso de la jubilación (lo que es obligatorio); un 55% con dos años; un 65% con tres años; un 80% por cuatro años; y el 100% al quinto año. Como excepción, si el autónomo tiene a su cargo un empleado con contrato indefinido, podrá cobrar el 75% de pensión en los tres primeros casos. 

... y penalizaciones por adelantar el retiro

El retraso de la edad ordinaria de retiro implica, automáticamente, cambios para quienes aspiren a dejar de trabajar antes de la edad legal habitual:

- Si se opta por la jubilación anticipada voluntaria, la edad mínima en 2026 aumenta hasta los 64 años y 10 meses, en el caso de las personas que hayan cotizado menos de 38 años y 3 meses. Será posible a los 63, si se acreditan 38 años y 3 meses de cotización, o más.

- Si el autónomo decide acogerse a la jubilación anticipada involuntaria o forzosa, esta será factible desde 62 años y 10 meses (trabajadores con menos de 38 años y 3 meses cotizados), o bien a partir de los 61 (quienes acrediten un mínimo de 38 años y 3 meses de cotizaciones).

Como excepciones, el año próximo siguen siendo posibles las jubilaciones anticipadas excepcionales, a los 60 años y antes, a las que pueden optar actividades penosas, tóxicas, peligrosas o insalubres, siempre que tengan un mínimo general de 15 años de cotizaciones. 

En cuando a las penalizaciones de pensión, en 2026, la jubilación anticipada voluntaria supone, por ejemplo, para autónomos que hayan cotizado menos de 38 años y 6 meses, perder un máximo del 21% (2 años antes) y un mínimo del 3,26% (1 mes antes). 

Cambios para autónomos que trabajen en 2026

Los profesionales en activo deberían entrar en 2026 con un nuevo sistema de cuotas mensuales en función de sus ingresos reales, pero la falta de acuerdo con el Gobierno ha paralizado este proceso. El Ejecutivo ha anunciado esta semana la congelación de las cuotas para el próximo año.

- En 2026 continuará la tarifa plana para nuevos autónomos, que en 2025 supone pagar 80 euros, como una cuota reducida durante el periodo inicial, aunque podría haber ajustes.

- El nuevo año traerá un aumento de las cotizaciones al Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), que suben una décima, y así lo sucederá cada año, hasta que alcancen 1,2 puntos porcentuales en 2029. Así pues, desde el 1 de enero de 2026, la cotización al MEI será del 0,90% sobre el sueldo (frente al 0,80% de 2025), del cual el empresario pagará el 0,75% y el trabajador el 0,15%. Si bien los autónomos no tienen empresa strictu sensu, el aumento del MEI afectará a su coste global de cotización.

- Los autónomos no tienen que pagar cuota de solidaridad, según dicta la Disposición transitoria 42 del Real Decreto-ley 2/2023, un gravamen que se aplica a la parte de sueldo que supere la base máxima de cotización (en 2026, gravaría el tramo de salario superior a 5.101 euros al mes). Pero los profesionales por cuenta propia están exentos de esta cotización. 

- En cuanto a la base máxima de cotización, crecerá el 3,9% el año próximo, hasta alcázar los 5.101,2 euros mensuales.

- Aplazado el sistema Verifactu, de factura electrónica. El polémico sistema, que digitalizará y controlará la emisión de facturas en tiempo real, se retrasa para los autónomos y pymes hasta el 1 de julio de 2027.

¿Tendrán subsidio para mayores de 52 años en 2026?

Tener derecho al subsidio de desempleo para mayores de 52 años es una reivindicación histórica del colectivo de autónomos, que lo ha puesto sobre la mesa de negociación con el Gobierno y los agentes sociales, además de reclamarlo al Ministerio de Trabajo.

Tal como demandaron ATA y UPTA en un reciente debate celebrado por 65YMÁS, el Gobierno debe resolver "con urgencia una injusticia con los autónomos, y concederles el derecho a cobrar el subsidio de desempleo para mayores de 52 años, igual que tienen los trabajadores por cuenta ajena".

Mejorar el cese de actividad, en la agenda

Las tres grandes asociaciones de autónomos (ATA, UPTA y Uatae) exigen que el Gobierno mejore la prestación por cese de actividad, el sistema de protección para quienes interrumpen su actividad, la reducen o sufren grandes dificultades; equivalente al paro de los asalariados, pero con muchas restricciones.

El importe es del 70% de la base reguladora los primeros meses (50% en casos de cierre o cese parcial), pero en la práctica, solo se concede el 40% de las solicitudes, mientras el 60% restante son rechazadas, según denuncia el colectivo.

Los emprendedores reclaman una reforma del cese de actividad que lo convierta en un mecanismo efectivo de protección social, y no meramente simbólico. 

Mayor complicación por el control horario digital

Está en marcha la reforma del registro de jornada laboral, que será digital, con los horarios de inicio y fin por minuto, incluyendo las pausas, las horas extra, la eventual compensación por trabajo extra, sea económica o en días libres...

Los planes del Gobierno incluyen que el control horario se halle disponible, de modo remoto, para la Inspección de Trabajo. 

Afectados por el alza del salario mínimo interprofesional

En 2026, se producirá un nuevo aumento de cuantía del salario mínimo interprofesional (SMI). La CEOE ha planteado una subida del 1,5%, frente al 7,5% reclamado por los sindicatos CCOO y UGT para el próximo año.

En 2025, el SMI tiene un importe de 1.184 euros brutos al mes distribuidos en 14 pagas (o lo que es lo mismo, 16.576 euros anuales). 

El Ministerio de Trabajo baraja dos tipos de incremento: uno con tributación en el Impuesto de la Renta y otro exento de tributar a Hacienda.