Sociedad

Confirmado: la formación es un escudo para envejecer mejor

Cerlesky Pérez

Foto: BigStock

Martes 11 de noviembre de 2025

6 minutos

Los mayores con más estudios disfrutan de mejor salud física y emocional

Confirmado: la formación es un escudo para envejecer mejor
Cerlesky Pérez

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Martes 11 de noviembre de 2025

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En España, uno de cada tres ciudadanos tiene más de 55 años (34,6%), y aún les quedan por delante tres décadas de vida. Sin embargo, la forma en que se vivan esos años depende en gran medida del nivel educativo. Así lo revela un estudio de la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie), que indica que las personas mayores con más formación disfrutan de mejor salud física y emocional, menos soledad, mayor bienestar y una mejor adaptación al entorno digital. Los expertos advierten: la educación podría ser la nueva medicina preventiva de la vejez.

El informe, titulado “Formación, transición digital y calidad de vida de los mayores en España”, ha sido dirigido por Lorenzo Serrano y Ángel Soler, con la colaboración de las economistas Laura Hernández, Jimena Salamanca e Irene Zaera. Entre sus principales conclusiones destaca que la educación es un factor decisivo para un envejecimiento activo y saludable.

Los mayores con más estudios tienen más oportunidades laborales, mayor productividad y empleos de mejor calidad y remuneración, además de una participación más frecuente en la vida cultural y política. También se desenvuelven con más soltura en el uso de la tecnología y mantienen redes sociales más sólidas, lo que reduce la sensación de aislamiento y mejora su satisfacción vital.

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Además, la formación está estrechamente ligada a una mayor estabilidad económica. Quienes poseen un nivel educativo más alto disponen de rentas mayores, menor riesgo de pobreza o exclusión social y una mayor seguridad ante los imprevistos.

En el ámbito de la salud, el informe destaca que España ocupa una posición favorable frente a la media europea: las personas mayores disfrutan de 10,5 años sin discapacidad a partir de los 65, frente a los 9,7 de promedio comunitario. Sin embargo, los resultados son aún mejores entre quienes cuentan con estudios superiores. En este grupo se observa un 9% menos de casos de sobrepeso y de obesidad, así como una mayor práctica de actividad física frente a quienes sólo poseen educación básica.

La educación y el bienestar emocional

En declaraciones a Infosalus, el catedrático de Fundamentos del Análisis Económico (Universitat de València) Lorenzo Serrano, uno de los autores del estudio, subraya que "la formación de las personas juega un papel que va más allá del ámbito de inserción económica y del mercado laboral.  En el plano sanitario, efectivamente se ve una situación muy distinta de los individuos en cuanto a estado o problemas de salud, así como de patrones o hábitos de vida en función de la formación. La formación ayuda a una mejor inserción laboral, a una mejor carrera profesional, y a prolongar la vida laboral, así como a un menor riesgo de pobreza; pero también tiene un impacto positivo en las esferas menos monetarias, relacionadas con el bienestar y con la salud", incide.

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El informe detalla que la formación en edades avanzadas se asocia a una mejor salud autopercibida, mayor bienestar psicológico, hábitos de vida más saludables y un nivel superior de satisfacción vital. "Actualmente, se están realizando esfuerzos en este ámbito desde las políticas públicas, pero es un problema en el que seguir trabajando. Y es que se perciben diferencias claras en el estado de salud autopercibido, así como a la hora de tener más o menos problemas de salud, o en la movilidad o capacidad para poder desenvolverse en el día a día y en el cuidado personal, todo ello en función del nivel educativo. El patrón general es que la formación de las personas influye en términos de salud y de bienestar, así como en actitudes más favorables para una calidad de vida mejor", remarca Serrano.

La investigación también incide en la relación entre educación y salud mental, un problema cada vez más relevante en la población mayor.  "La formación también en términos de participación social y de actividad hace que los mayores se mantengan más activos, conectados, y con más intereses. Seguir manteniéndose con intereses en otras cosas es importante a efectos de reducir el riesgo de problemas de salud mental", subraya Lorenzo Serrano.

"El 8,8% de las personas de 55 y más años con estudios hasta Primaria declaran sentirse excluidos de la sociedad,  porcentaje que duplica el 4% de los mayores con estudios superiores que sienten lo mismo. Los mayores más formados tienden a mantener un contacto más frecuente con amigos y con familiares,  y muestran una mayor capacidad para pedir ayuda en caso de necesidad. En cuanto al problema de la soledad, el 32,4% de los mayores con formación básica declara sentirse solo alguna vez o la mayor parte del tiempo, mientras que en el caso de los mayores con formación superior ese porcentaje baja hasta el 21,5%", precisa esta compilación científica.

Brecha digital

El estudio identifica además una nueva forma de desigualdad: la brecha digital. Muchos mayores encuentran dificultades para manejarse en entornos tecnológicos y que favorece esa soledad no deseada en este colectivo. "Los mayores están en desventaja en competencias digitales, pero quienes tienes más formación educativa se muestran capaces de manejarse mejor en este campo, importante porque la presencia de esta atención sanitaria, la telemedicina, va a ir al alza; pero también en otras esferas como la banca, o las actividades administrativas. Se están haciendo esfuerzos en este ámbito, pero para los mayores, esto sigue siendo una enorme dificultad", remarca.

En conclusión, los investigadores sostienen que la educación sí podría considerarse una forma de prevención sanitaria en mayores. Las personas más formadas entienden mejor la información médica, usan de forma más eficiente los servicios sanitarios y adoptan hábitos de vida más saludables.

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Cerlesky Pérez

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