Carolina Madroñal Machero
Cultura
Los 5 edificios más antiguos de Soria
La ciudad es testigo del paso del tiempo y de las civilizaciones

El patrimonio monumental de Soria abarca desde la época romana hasta el Renacimiento y el Barroco, siendo un ejemplo del paso del tiempo y de la historia de la ciudad. Su patrimonio destaca especialmente por sus edificios religiosos y estructuras civiles.
Concatedral de San Pedro

Se piensa que la iglesia inicial pudo haber sido construida en la época en la que Alfonso I el Batallador se unió en matrimonio con Urraca de Castilla, entre 1109 y 1119. Fue originalmente una colegiata, y se cree que pudo haber una primera construcción de uso parroquial en tiempos de la primera repoblación aragonesa. Pasaría por una nueva renovación en la segunda mitad del siglo XII, cuando Soria aún pertenecía a Castilla y dependía de la diócesis de Osma, manteniéndose aún como colegiata. Sin embargo, el complejo se hundió en 1522. Se dice que fue porque un canónigo quiso abrir una capilla en honor a la Virgen y pidió que se retirara uno de los pilares de sustentación. Así, se sustituiría su estilo románico por uno más renacentista. Finalmente, en 1959, con el aumento de actividad en Soria como capital, la colegiata elevaría su categoría a concatedral.
El desaparecido templo románico destacaba por sus impresionantes dimensiones, con tres largas naves atravesadas por un prominente transepto marcado en planta. Contaba además con una cabecera tripartita de ábsides escalonados. En el crucero se especula que había un cimborrio o una torre campanario. De esta impresionante estructura solo nos queda parte de los brazos del transepto, tanto norte como sur, y algunos de sus ventanales de arcos de medio punto sobre columnas, que se ven perfectamente desde el interior. El resultado que vemos ahora, sin embargo, es la reconstrucción del siglo XV. Es un edificio columnario de cinco naves separadas por enormes columnas cilíndricas, de donde parten numerosos nervios correspondientes a las bóvedas estrelladas. Su longitud es menor que la obra original, y su interior destaca por un retablo mayor, obra clasicista de Francisco del Río del siglo XVI.

Iglesia de Santo Domingo
Se considera que sus comienzos datan del siglo XII, con una iglesia románica de la que solo se conserva la actual torre, en honor a Santo Tomé. A finales de ese siglo, el templo fue remodelado profundamente, ampliándose las naves y levantándose la monumental fachada que se puede contemplar hoy en día. Ante la falta de presupuesto, en 1556 se permitió que la capilla de la parroquia de Santo Tomé fuera usada por el convento de dominicos adyacente. Con el tiempo fue rebautizado como de Santo Domingo. Con la instalación de los dominicos, se derribó la cabecera románica y se construyeron el último tramo de la nave, el crucero y la actual cabecera, bajo la dirección de Francisco de Revilla. Con la desamortización de Mendizábal en 1836, los dominicos fueron expulsados y, en 1894, se suprimió la iglesia parroquial de Santo Tomé, convirtiéndose en un convento. Hoy en día continúa siendo la sede de la orden de Santa Clara y fue declarado Bien de Interés Cultural en los años 2000.
El templo actual cuenta con una planta de cruz latina, con tres naves, un crucero que queda hacia el tramo medio a causa de la ampliación, y un ábside pentagonal. La parte más antigua es el muro norte y la torre, que datan de comienzos del siglo XII. Destacan las capillas dentro de las naves laterales, de estilo renacentista, que contrasta vivamente con el románico del resto de elementos. La nave central se divide en tres tramos con bóvedas de cañón ligeramente apuntado, separándose este espacio de los laterales por arcos formeros sustentados en haces de 12 o 14 columnas que forman una robusta pilastra. Destaca sobre todo su fachada monumental, considerada por muchos como una de las mejores del románico español. Con forma de frontón triangular, está coronada por una cruz florenzada, cuenta con un gran rosetón en el centro y filas de arcos ciegos en los laterales distribuidos en dos pisos superpuestos. La portada también destaca. Conocida como "La Biblia en Piedra", tenía como cometido ilustrar a los infieles incultos de la época medieval la historia sagrada.

Claustro de San Juan de Duero
Conocido como el de la Orden de los Hospitalarios de San Juan de Duero, se originó mediante la reforma de una pequeña iglesia románica y la construcción del resto del monasterio en honor a su patrón, San Juan Bautista. Fue declarado Monumento Nacional en 1882, y años después se convirtió en la sección medieval del Museo Numantino. El claustro es una zona destacada, conocida por servir para dar sepultura entre los siglos XIII y XV, y por comunicar todas las partes del monasterio. Es la única dependencia monacal que queda y uno de los más originales del románico español por la variedad e influencias de su arquitectura: cuenta con trazas del románico más puro, como muestran sus arcos apuntados tendentes a la herradura, y evidentes huellas bizantinas y árabes, como se ve en los chaflanes rematados con arcos califales. Antes contaba con un techo de madera que se quemó.
En cuanto al templo, es románico y de composición muy sencilla. Con una sola nave, cuenta con bóveda de horno en el ábside y de cañón apuntada en el presbiterio. Cuenta también con el curioso detalle de dos templetes construidos después del resto de la iglesia y que albergan un altar cada uno. El templete de la derecha cuenta con una cúpula cónica; el de la izquierda, semiesférica. Ambos denotan claras influencias orientales al estar enfundados con argamasa y cuentan con interesantes capiteles de escenas bíblicas y seres fantásticos. Debido al uso de malos materiales en partes de la construcción, se enlucieron sus paredes, tanto interior como exteriormente.

Ermita de San Saturio
Dedicada al santo patrón de Soria, está ubicada sobre una cueva en el margen izquierdo del río Duero, entre los cerros de Santa Ana y el monte de las Ánimas. Es considerada uno de los enclaves paisajísticos más emblemáticos de la ciudad, y se dice que fue inspiración de algunas leyendas de Bécquer. Las obras de la actual iglesia de San Saturio comenzaron en 1694, en el lugar de la antigua ermita de San Miguel de la Peña, probablemente construida en el siglo XII.
De estilo barroco, cuenta con una planta octogonal muy alargada y se remata con una cúpula también octogonal, en la que se abre una linterna. Sus paredes interiores destacan por estar decoradas con frescos pintados entre 1704 y 1708. Representan escenas de la vida del santo, y se le atribuyen a Antonio Zapata, sacerdote y artista soriano.

Palacio de los Condes de Gómara

Este palacio nació fruto de la abundancia de las familias de los Río y Salcedo, edificado entre los años 1577 y 1592. El palacio que se construyó lo conocemos hoy en día como "Palacio de los Condes de Gómara". Debido al deseo de ambas familias de exhibir su reconocimiento social y económico, edificaron uno de los palacios más fastuosos de la ciudad. Fue declarado Bien de Interés Cultural en el año 2000.
Del edificio destaca la enorme fachada de líneas puras, que originalmente iba a ser incluso más grande. Según se dice, Felipe II vetó el proyecto inicial para evitar que opacara El Escorial. Destacan, en la zona izquierda, los ventanales coronados por frontones herrerianos y la portada, que exhibe el escudo del propietario entre dos mazas. En la parte superior del escudo observamos a una mujer asomada por la ventana, asociada con la infidelidad de la esposa de Francisco del Río. En la parte derecha, cuenta con una planta cuadrada, grandes ventanales y está coronado con acroteras. En su interior encontramos un patio central con rasgos típicamente castellanos que articulan el resto de las estancias. Destacan especialmente las caballerizas, a la derecha del zaguán, cubiertas por una refinada bóveda de cañón y con los comederos empotrados en los muros laterales.