Trabajadoras critican el negocio de las agencias de cuidados: "Hacen negocio de precarizar"
Expertos critican la falta de formación en las agencias de cuidados: "Se tienen que profesionalizar"
La Fundación Pilares reclama a las agencias de cuidadores que se profesionalicen
La profesionalización de los trabajadores que consiguen un empleo a través de agencias de cuidadores –las principales son: Cuideo, Cuidum, Depencare, Senniors, Aiudo, Vital Servit, Qida y Wayalia– es un tarea pendiente del sector.
Según critican varios expertos consultados por 65YMÁS, como la presidenta de Fundación Pilares, Pilar Rodríguez, el especialista en economía silver, Juan Carlos Alcaide o el CEO de la empresa Supercuidadores, Aurelio López-Barajas, estas agencias no siempre seleccionan a personal con formación o con algún tipo de certificado de profesionalidad, ya que, legalmente, no es obligatorio que lo hagan.
"Si al cuidador le paga directamente una empresa debe de tener la formación oficial. Pero si lo contrata la familia como empleado del hogar –como sucede en el caso de las agencias de cuidadores, que son meras intermediarias–, es opcional", explica a este diario López-Barajas.
Ahora bien, en opinión de estos especialistas, estas agencias deberían pedir formación para dignificar el sector e ir poco a poco profesionalizándolo. Además, argumentan, la titulación garantiza, junto a la experiencia, que el cuidado que se va a ofrecer es de calidad y se adecúa a las necesidades de los usuarios.
De izquierda a derecha y de arriba abajo: Adrià Buzón, CEO de Cuideo; Claudia Gómez, CEO de Senniors; Daniel Ibiza, CEO de Aiudo; Francisco José Rodríguez, CEO de VitalServit; Jorge Cantero, CEO de Cuidum; Oriol Fuertes, CEO de Qida; David González, CEO de Depencare y Álex Lamarca, CEO de Wayalia.
65YMÁS ha podido comprobar en páginas de búsqueda de empleo cómo varias de las principales agencias del sector no piden, como requisito obligatorio, tener un certificado profesional en todas sus ofertas de cuidadores –ver capturas–.
Eso sí, siempre se demanda tener experiencia, contar con recomendaciones y tener los papeles en regla.
Captura de pantalla de oferta de trabajo de Depencare para cuidador externo –por horas– se indica como requisitos: "conocimientos y experiencia con técnicas de movilización. Valorable tener experiecia con usuarios con esclerosis múltiple". Fuente: Indeed.
Captura de pantalla de anuncio en el portal Glassdoor de la empresa Wayalia en el que no se menciona la formación para un puesto de cuidador externo. Fuente: Wayalia.
Captura de pantalla de ofertas de trabajo de cuidador externo con Aiudo en la que se trabaja con un paciente con alzhéimer pero no parece exigirse formación. Fuente: Iberempleos.
El sector se defiende
Una parte del sector también es consciente de la necesidad de profesionalizarse, según aseguran a 65YMÁS. Es más, varias compañías sostienen que exigen titulación como un requisito imprescindible para ciertos puestos y determinados perfiles, si bien, en otros, siguen contando con cuidadores sin cualificación. Normalmente, cuando las tareas son de higiene, soporte emocional, supervisión de las actividades diarias, preparación de comidas, paseos y recados o limpieza.
65YMÁS se ha puesto en contacto con Cuideo, Cuidum, Depencare, Senniors, Aiudo, Vital Servit, Qida y Wayalia para conocer si comparten las demandas de los expertos consultados. Sólo Cuideo, Cuidum, Qida, Aiudo y Depencare han respondido a las preguntas de este diario.
El CEO de Aiudo (@Aiudo_es), Daniel Ibiza, trabajador social de formación, ha explicado a 65YMÁS que comparte la opinión de varios de los expertos consultados que piden exigir formación a todos los trabajadores del sector para garantizar la calidad. Pero con varios matices.
“Existen muchas tareas domésticas que los auxiliares de Ayuda a Domicilio no les da tiempo a realizar ¿Necesita dos personas? Habría que pensar en el bienestar de la familia. La cuidadora puede actuar como una extensión de la familia con el control de la medicación, por ejemplo, en los casos en los que lo supervisan familiares. Las empleadas domésticas en Aiudo principalmente ayudan a personas que están solas y que sufren despistes o que el único riesgo que tiene es dejarse el butano enchufado o caerse de la ducha, aunque entre sola. Sustituyen las funciones que comúnmente asume la familia", indica.
“Como profesionales del sector, nuestro trabajo es discriminar y prescribir qué servicio necesita cada familia en función de la situación que tenga, ya que hay que diferenciar entre los auxiliares de Ayuda a Domicilio y los empelados domésticos. Estos últimos, lo que tienen regulado que pueden hacer, es el cuidado familiar de un niño o de una persona mayor –acompañamiento y ayuda en todo lo que necesite–. Este tipo de perfiles están bien para combatir la soledad, fomentar la autonomía, continuar teniendo una vida activa y saludable. En cambio, la Ayuda a Domicilio es la que da un auxiliar, profesional, que me ayuda para valerme día a día, cuando no puedo hacerlo por mí mismo”.
Principales agencias de cuidadores en España: Cuidum, Senniors, Cuideo, Depencare, Aiudo, Wayalia, Vital Servit y Qida.
Ahora bien, Ibiza también reconoce que, en ciertos casos, es posible que otras empresas del sector que solo actúan como agencia de colocación podrían destinar a cuidadores sin formación para atender a personas dependientes. “Me consta que hay una línea desdibujada y que es fina. Ocurre en otras profesiones. Sí que creo que hay empresas que pueden caer en canalizarlo a través de prescribirles un servicio y prestarlo en la línea menos idónea”, afirma.
Por otro lado, en opinión del director ejecutivo de Cuidum (@cuidum), Jorge Cantero, "la formación puede ser una herramienta importante para mejorar la calidad, pero en el campo de los cuidados a personas mayores no siempre es una necesidad imprescindible. Según un estudio de 2018 publicado en el Journal of Applied Gerontology, la calidad de vida de los adultos mayores en el cuidado domiciliario puede estar más relacionada con la calidad de la interacción entre el cuidador y el adulto mayor que con la formación formal. Las habilidades de empatía, paciencia, comprensión y adaptabilidad, a menudo llamadas soft skills, pueden ser fundamentales en este contexto. En casos en los que el adulto mayor no tiene necesidades médicas complejas, un cuidador dedicado y atento puede ser suficiente".
Eso sí, Cantero reconoce que un profesional "con formación en el manejo de enfermedades crónicas, discapacidades severas o tareas sanitarias específicas puede ser indispensable en algunos casos".
"El proceso de selección para los cuidadores es un aspecto crítico del cuidado domiciliario. En Cuidum, entendemos que un enfoque equilibrado es crucial en este proceso. Tenemos en cuenta tanto la formación y experiencia de la cuidadora como su carácter y habilidades interpersonales. Un estudio de 2020 publicado en BMC Geriatrics sugiere que la selección de cuidadores basada en su adaptabilidad, resiliencia emocional y habilidades interpersonales puede llevar a mejores resultados para los adultos mayores. A pesar de que el sector del cuidado domiciliario ha servido en ocasiones como refugio laboral, en Cuidum implementamos estrategias de filtrado para identificar el potencial del cuidador en su parte emocional, su experiencia en diferentes patologías, su formación si la tiene y sus habilidades blandas", apunta.
Por su parte, el CEO de Qida (@QidaCare), Oriol Fuertes, entiende que se debe exigir formación a todos los profesionales que prestan su servicio con un mayor nivel de complejidad –servicios por horas–.
En cambio, en relación a las cuidadoras en régimen interino, Oriol cree que sería muy complicado exigir titulación y que no es adecuado. “Tenemos que hacer peticiones realistas. En el mercado de personal interino, menos de un 5% cuenta con formación, pero sí cuentan con experiencia comprobable acorde con las necesidades y por lo tanto, puedes ofrecer calidad de servicio”, indica.
Además, "en el modelo de agencia no es legal que demos formación directa. Así que lo que hacemos son sesiones de información o webinars abiertos a familias (cuidados informales) y cuidadores", añade. En otros casos, empresas como Aiudo, por ejemplo, ofrecen cursos a los que se puede uno inscribir o, Cuidum, una plataforma gratuita de formación.
Fuertes comparte que la profesionalización es un reto imprescindible y por ello, afirma, desde su empresa sí que se están dando pasos hacia la dignificación del sector. En concreto, afirma que en Qida exigen un mínimo de 200 horas de formación a las trabajadoras contratadas por los usuarios que vayan a cuidar por horas a las que les encargan tareas de mayor especialización como movilización, control de la medicación, etc. En el caso de las trabajadoras internas que desempeñan tareas de apoyo a las Actividades Básicas de la Vida Diaria (ABVDs) como higiene, alimentación y acompañamiento, piden obligatoriamente experiencia demostrable de dos años, pero no un título.
Algo similar ocurriría en Cuideo (@cuideo), donde también afirman que recomiendan tener o no titulación, en base a las necesidades del usuario. "Existen muchos casos en los que la familia no puede visitar a su mayor todos los días y sólo buscan a alguien que les haga compañía y supervise que todo esté bien. En esas situaciones, suelen priorizar que haya buenas referencias y sintonía con la persona mayor. En otros casos, cuando existe un grado mayor de dependencia, las familias priorizan aspectos más relacionados con la formación y la especialización en ciertas patologías”, afirman.
“Nuestros cuidadores tienen que tener consolidada experiencia previa en el cuidado de personas mayores a domicilio, además de contar con referencias, que son validadas siempre por nuestro equipo, y ser personas profesionales en el sector. Además, deben superar una entrevista personal por competencias antes de poder formar parte de la base de Depencare. Contamos con profesionales con diferentes tipos de formaciones y titulaciones, y asignamos a cada cuidador con el servicio más adecuado en base a las necesidades de dicho servicio”, indican por su parte desde Depencare (@depencare).
Ahora bien, el CEO de Qida, Oriol Fuertes, reconoce que no todas las agencias actúan de la misma manera ni caminan en este sentido de ofrecer el mismo estándar de calidad. “Las empresas se están definiendo, es decir, el estándar de calidad está en construcción. En Qida intentamos mantener un nivel muy alto de calidad y exigir la formación acorde a las necesidades del servicio –por horas– o experiencia comprobable y acreditable –personal interino–. Pero si me preguntan hoy si todas las empresas del sector están haciendo las cosas perfectas, pues diría que rotundamente, no. Hay camino para avanzar en la profesionalización a nivel de sector y queremos ser el estándard”, reconoce.
Y la administración también tiene una responsabilidad en esta situación, apostilla. “Tenemos una media de unos dos años para conseguir la ayuda para la Dependencia y en el grado III, que una gran parte de personas fallecen antes de llegar a él, sólo reciben 700 euros, lo que da para unas 2 o 3 horas al día. En esta situación, si se hacen las cosas bien, tienes a una persona por horas para las actividades que requieren de mayor especialización con una prestación pública o Ayuda a domicilio privada y luego una el apoyo de una persona en interinaje para apoyo a las actividades básicas de la vida diaria", contextualiza.
Finalmente, Ernesto Bravo, CEO de la compañía online de cuidadores Familiados (@familiadoscom), una plataforma online en la que, de base, se exige cualificación a los cuidadores profesionales que se inscriben en ella y que, posteriormente, son seleccionados por las familias afirma que “la gente que se dedica a cuidar debe formarse constantemente, pero se ha hecho poco en el sector. Ahora, empieza a haber, gracias a la Atención Centrada en la Persona, más consciencia de que cualquiera no puede ejercer. Las agencias tiran de lo que hay. Si necesitan a alguien para Barcelona, pues lo buscan. Y no lo hacen por meterse el dinero al bolsillo, sino porque la familia requiere urgentemente un servicio y hay más gente interesada en trabajar que personas formadas”.