Sociedad

Expertos critican la falta de formación en las agencias de cuidados: "Se tienen que profesionalizar"

Pablo Recio

Miércoles 7 de junio de 2023

ACTUALIZADO : Miércoles 7 de junio de 2023 a las 16:57 H

19 minutos

Reclaman que se exija titulación en un sector que atiende a decenas de miles de mayores

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Pablo Recio

Miércoles 7 de junio de 2023

19 minutos

Empleadas de hogar critican que no se ponga fin al régimen de interna: "Es una forma de esclavitud"

Cuidadoras explotadas: trabajaban todos los días, sin papeles ni formación y por un sueldo mísero

 

Las principales agencias online de cuidadores a domicilio, Cuideo, Cuidum, Depencare, Senniors, Aiudo, Vital Servit, Qida y Wayalia, no han parado de crecer en la última década, llegando a una facturación bruta de varias decenas de millones de euros al año, con miles de personas atendidas en toda España; sólo Cuideo, el más grande del sector, asistió a 55.000 familias en 2022.

La excesiva burocracia del Sistema público de Ayuda a la Dependencia, las prestaciones insuficientes y las listas de espera interminables han llevado al surgimiento y a la proliferación de estas empresas que han logrado rentabilizar la necesidad que tienen muchas familias de encontrar quien atienda a sus seres queridos, cuando la administración no ofrece, en paralelo, una solución satisfactoria. 

“El concepto clave es el de la urgencia. Es el activador de la demanda. Las personas tienen una necesidad. Algunos probablemente vayan a terminar recibiendo una ayuda pública, pero tarda. Y en eso, surge una empresa que se anuncia en la radio y la contratan”, explica el experto en márketing y economía 'silver', Juan Carlos Alcaide (@AlcaideJC). 

“Al final, es difícil que la familia pueda atender a una persona dependiente y las ayudas de la administración son reducidas. Así que recurrir a una empresa especializada tiene ventajas –sustitución, casting previo, seguimiento, disponibilidad horaria, etc.–, aunque sea más caro que contratar por su cuenta a una persona para este trabajo", añade el economista y experto en el sector sociosanitario, Julián Salcedo (@JSalcedoGomez). 

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De izquierda a derecha y de arriba abajo: Adrià Buzón, CEO de Cuideo; Claudia Gómez, CEO de Senniors; Daniel Ibiza, CEO de Aiudo; Francisco José Rodríguez, CEO de VitalServit; Jorge Cantero, CEO de Cuidum; Oriol Fuertes, CEO de Qida; David González, CEO de Depencare y Álex Lamarca, CEO de Wayalia. 

 

El modelo de negocio de estas agencias es el siguiente: hacen de intermediarias, véase, se encargan del casting –buscan perfiles compatibles–, ayudan a las familias con los trámites legales para contratar al trabajador, realizan un seguimiento… y, por todo ello, cobran, de media, según fuentes del sector, entre unos 225 y algo más de 300 euros, más una cuota mensual de unos 60 a unos 100 euros. Aparte, iría el sueldo del cuidador, que lo determina la agencia y suele rondar el Salario Mínimo Interprofesional. En cuanto a las tareas que realizan los trabajadores suelen ser, por lo general, higiene, soporte emocional, supervisión de las actividades diarias, control de medicación, preparación de comidas, paseos y recados o limpieza.

Cuidadoras sin formación

Ahora bien, varios expertos consultados por 65YMÁS aseguran que el sector aún tiene una gran tarea pendiente: la profesionalización de todos los cuidadores. Y es que, critican, las trabajadoras, la mayoría mujeres, que al final acaban trabajando en hogares, no cuentan siempre con una titulación específica para cuidar.

65YMÁS ha podido comprobar en páginas de búsqueda de empleo cómo varias de las principales agencias del sector no piden, como requisito obligatorio, tener un certificado profesional en todas sus ofertas de cuidadores –ver capturas–. Y en algunos casos, incluso cuando se trabaja con perfiles de mayores con dependencia. Eso sí, siempre se demanda tener experiencia, contar con recomendaciones y tener los papeles en regla. 

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Captura de pantalla de oferta de trabajo de Depencare para cuidador externo –por horas– se indica como requisitos: "conocimientos y experiencia con técnicas de movilización. Valorable tener experiecia con usuarios con esclerosis múltiple". Fuente: Indeed.
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Captura de pantalla de anuncio en el portal Glassdoor de la empresa Wayalia en el que no se menciona la formación para un puesto de cuidador externo. Fuente: Wayalia. 
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Captura de pantalla de oferta de empleo de Senniors en la que no se menciona la formación para un puesto de cuidador externo. Fuente: Indeed. 
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Captura de pantalla de ofertas de trabajo de Senniors en las que sí se exige tener "el curso de atención sociosanitaria o similar" para un puesto de externo con una mujer mayor con movilidad reducida que requiere oxígeno. Fuente: Senniors.
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Captura de pantalla de ofertas de trabajo de cuidador externo con Cuideo en la que se valora "formación sociosanitaria", pero no se exige. El perfil de la persona atendida es una persona con movilidad reducida y varias patologías.  Fuente: Indeed.
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Captura de pantalla de ofertas de trabajo de cuidador externo con Aiudo en la que se trabaja con un paciente con alzhéimer pero no parece exigirse formación. Fuente: Iberempleos.
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Captura de pantalla de oferta de empleo de Qida para cuidador interno donde se valora formación previa "atención sociosanitaria o similar". Fuente: BeBee/Jooble.

 

"A veces, las empresas piden el titulo. Algunas, si les dices que estás formándote, te dan el trabajo y luego tienes que llevárselo. Y otras exigen sólo experiencia. Depende. Sabemos de muchas que no les importa ni siquiera eso", afirma la portavoz del colectivo de trabajadoras del hogar y de cuidados Territorio Doméstico (@Territoriodome1), Rafaela Pimentel.

Y es que estas agencias no tienen por qué demandar una titulación obligatoriamente a los trabajadores, como pasa en otros sectores como el de las residencias de mayores. La razón: "si al cuidador le paga directamente una empresa debe de tener la formación oficial de los certificados de profesionalidad en atención sociosanitaria a personas dependientes o titulación equivalente para cuidar. Pero si lo contrata la familia como empleado del hogar –como sucede en el caso de las agencias de cuidadores, que son meras intermediarias–, es opcional", explica el CEO de la compañía especializada en servicios y formación online sociosanitaria Supercuidadores (@SUPERCUIDADORES), Aurelio López-Barajas.

Eso sí, en su opinión, pese a que no sea obligatorio, estas agencias deberían preseleccionar siempre a personal cualificado para garantizar un mínimo de calidad, ya que actualmente un buen porcentaje de estas trabajadoras son, según afirma, "empleadas del hogar" sin formación. “Se tienen que profesionalizar”, reclama. "Es deseable que todo cuidador/ra tenga la titulación o la habilitación, ya que es la única garantía de su profesionalidad", apunta. 

Coincide con López-Barajas el experto en economía ‘silver’ Juan Carlos Alcaide, que va más allá y afirma que, "en la práctica", algunas de estas agencias lo único que están exigiendo para algunos de los puestos es tener los "papeles en regla" y "algo de experiencia" y que, posteriormente, "hay una selección”, en base a las opiniones que reciban de las familias con las que van trabajando. “Creo que el siguiente paso de toda la industria de los cuidados es la dignificación y la profesionalización del sector a través de la formación", opina.

“Sin duda, cuidar a una persona con necesidad de apoyos generalizados o con enfermedades o discapacidades graves no se puede hacer sin formación. Se corre el riesgo de producir daños graves a la persona”, advierte por su parte, Pilar Rodríguez, presidenta de la Fundación Pilares (@FPilares). Es más, añade, aunque las labores fuesen sólo de supervisión o de apoyo con tareas del día a día a personas con una dependencia menor, es importante contar con una cualificación previa. "Todas las personas que están en los movimientos de voluntariado tienen formación sobre aspectos esenciales de la comunicación con personas mayores: escucha activa, empatía, derechos, comunicación verbal y no verbal, saber observar a personas con deterioro cognitivo, detectar riesgos…”, ejemplifica.

Con todo, reconoce Rodríguez, “pagar a profesionales formados, por ejemplo, con certificado de profesionalidad, es algo que muy pocas familias pueden asumir a sus expensas, mientras que los servicios públicos no suelen cubrir todas las horas necesarias".

Por esta razón, propone, se debería reflexionar sobre cómo responder a las necesidades de este colectivo de la manera más idónea. "Lo que importa es que las empresas que hacen de intermediarias entre las familias y las personas trabajadoras garanticen criterios de calidad y transparencia y que asuman su responsabilidad ante eventualidades adversas. Hoy en día, se produce una competencia desleal y un agravio comparativo entre compañías o entidades que garantizan la profesionalidad, pagan los salarios correspondientes y cumplen con sus obligaciones legales, frente a otras que aprovechan la situación de necesidad y urgencia de muchas familias ofreciendo cuidados de mala calidad”, critica. 

En el Grupo de Trabajo de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (@seggeriatria) para el Estudio y Seguimiento de la Ley de Dependencia comparten con Rodríguez y el resto de expertos la necesidad de profesionalizar el sector. “La formación e información a los cuidadores son herramientas imprescindibles para garantizar la continuidad y calidad de los cuidados”, sostienen. Es más, indican, estos conocimientos son hoy en día más accesibles. Desde la propia SEGG ofrecen cursos gratuitos para que toda persona pueda instruirse de forma online. 

Las agencias de cuidados se defienden

Una parte del sector también es consciente de la necesidad de profesionalizarse, según aseguran a 65YMÁS. Es más, varias compañías sostienen que exigen titulación como un requisito imprescindible para ciertos puestos y determinados perfiles, si bien, en otros, siguen contando con cuidadores sin cualificación. 

65YMÁS se ha puesto en contacto con Cuideo, Cuidum, Depencare, Senniors, Aiudo, Vital Servit, Qida y Wayalia para conocer si comparten las demandas de los expertos consultados. Sólo Cuideo, Cuidum, Qida, Aiudo y Depencare han respondido a las preguntas de este diario. 

El CEO de Aiudo (@Aiudo_es), Daniel Ibiza, trabajador social de formación, ha explicado a 65YMÁS que comparte la opinión de varios de los expertos consultados que piden exigir formación a todos los trabajadores del sector para garantizar la calidad. Pero con varios matices. 

“Existen muchas tareas domésticas que los auxiliares de Ayuda a Domicilio no les da tiempo a realizar ¿Necesita dos personas? Habría que pensar en el bienestar de la familia. La cuidadora puede actuar como una extensión de la familia con el control de la medicación, por ejemplo, en los casos en los que lo supervisan familiares. Las empleadas domésticas en Aiudo principalmente ayudan a personas que están solas y que sufren despistes o que el único riesgo que tiene es dejarse el butano enchufado o caerse de la ducha, aunque entre sola. Sustituyen las funciones que comúnmente asume la familia", indica.

“Como profesionales del sector, nuestro trabajo es discriminar y prescribir qué servicio necesita cada familia en función de la situación que tenga, ya que hay que diferenciar entre los auxiliares de Ayuda a Domicilio y los empelados domésticos. Estos últimos, lo que tienen regulado que pueden hacer, es el cuidado familiar de un niño o de una persona mayor –acompañamiento y ayuda en todo lo que necesite–. Este tipo de perfiles están bien para combatir la soledad, fomentar la autonomía, continuar teniendo una vida activa y saludable. En cambio, la Ayuda a Domicilio es la que da un auxiliar, profesional, que me ayuda para valerme día a día, cuando no puedo hacerlo por mí mismo”. 

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Principales agencias de cuidadores en España: Cuidum, Senniors, Cuideo, Depencare, Aiudo, Wayalia, Vital Servit y Qida.

 

Ahora bien, Ibiza también reconoce que, en ciertos casos, es posible que otras empresas del sector que solo actúan como agencia de colocación podrían destinar a cuidadores sin formación para atender a personas dependientes. “Me consta que hay una línea desdibujada y que es fina. Ocurre en otras profesiones. Sí que creo que hay empresas que pueden caer en canalizarlo a través de prescribirles un servicio y prestarlo en la línea menos idónea”, afirma.

Por otro lado, en opinión del director ejecutivo de Cuidum (@cuidum), Jorge Cantero, "la formación puede ser una herramienta importante para mejorar la calidad, pero en el campo de los cuidados a personas mayores no siempre es una necesidad imprescindible. Según un estudio de 2018 publicado en el Journal of Applied Gerontology, la calidad de vida de los adultos mayores en el cuidado domiciliario puede estar más relacionada con la calidad de la interacción entre el cuidador y el adulto mayor que con la formación formal. Las habilidades de empatía, paciencia, comprensión y adaptabilidad, a menudo llamadas soft skills, pueden ser fundamentales en este contexto. En casos en los que el adulto mayor no tiene necesidades médicas complejas, un cuidador dedicado y atento puede ser suficiente".

Eso sí, Cantero reconoce que un profesional "con formación en el manejo de enfermedades crónicas, discapacidades severas o tareas sanitarias específicas puede ser indispensable en algunos casos". 

"El proceso de selección para los cuidadores es un aspecto crítico del cuidado domiciliario. En Cuidum, entendemos que un enfoque equilibrado es crucial en este proceso. Tenemos en cuenta tanto la formación y experiencia de la cuidadora como su carácter y habilidades interpersonales. Un estudio de 2020 publicado en BMC Geriatrics sugiere que la selección de cuidadores basada en su adaptabilidad, resiliencia emocional y habilidades interpersonales puede llevar a mejores resultados para los adultos mayores. A pesar de que el sector del cuidado domiciliario ha servido en ocasiones como refugio laboral, en Cuidum implementamos estrategias de filtrado para identificar el potencial del cuidador en su parte emocional, su experiencia en diferentes patologías, su formación si la tiene y sus habilidades blandas", apunta.

Por su parte, el CEO de Qida (@QidaCare), Oriol Fuertes, entiende que se debe exigir formación a todos los profesionales que prestan su servicio con un mayor nivel de complejidad –servicios por horas–.

En cambio, en relación a las cuidadoras en régimen interino, Oriol cree que sería muy complicado exigir titulación y que no es adecuado. “Tenemos que hacer peticiones realistas. En el mercado de personal interino, menos de un 5% cuenta con formación, pero sí cuentan con experiencia comprobable acorde con las necesidades y por lo tanto, puedes ofrecer calidad de servicio”, indica. 

Además, "en el modelo de agencia no es legal que demos formación directa. Así que lo que hacemos son sesiones de información o webinars abiertos a familias (cuidados informales) y cuidadores", añade. En otros casos, empresas como Aiudo, por ejemplo, ofrecen cursos a los que se puede uno inscribir o, Cuidum, una plataforma gratuita de formación.

Fuertes comparte que la profesionalización es un reto imprescindible y por ello, afirma, desde su empresa sí que se están dando pasos hacia la dignificación del sector. En concreto, afirma que en Qida exigen un mínimo de 200 horas de formación a las trabajadoras contratadas por los usuarios que vayan a cuidar por horas a las que les encargan tareas de mayor especialización como movilización, control de la medicación, etc. En el caso de las trabajadoras internas que desempeñan tareas de apoyo a las Actividades Básicas de la Vida Diaria (ABVDs) como higiene, alimentación y acompañamiento, piden obligatoriamente experiencia demostrable de dos años, pero no un título.

Algo similar ocurriría en Cuideo (@cuideo), donde también afirman que recomiendan tener o no titulación, en base a las necesidades del usuario. "Existen muchos casos en los que la familia no puede visitar a su mayor todos los días y sólo buscan a alguien que les haga compañía y supervise que todo esté bien. En esas situaciones, suelen priorizar que haya buenas referencias y sintonía con la persona mayor. En otros casos, cuando existe un grado mayor de dependencia, las familias priorizan aspectos más relacionados con la formación y la especialización en ciertas patologías”, afirman. 

“Nuestros cuidadores tienen que tener consolidada experiencia previa en el cuidado de personas mayores a domicilio, además de contar con referencias, que son validadas siempre por nuestro equipo, y ser personas profesionales en el sector. Además, deben superar una entrevista personal por competencias antes de poder formar parte de la base de Depencare. Contamos con profesionales con diferentes tipos de formaciones y titulaciones, y asignamos a cada cuidador con el servicio más adecuado en base a las necesidades de dicho servicio”, indican por su parte desde Depencare (@depencare).

Ahora bien, el CEO de Qida, Oriol Fuertes, reconoce que no todas las agencias actúan de la misma manera ni caminan en este sentido de ofrecer el mismo estándar de calidad. “Las empresas se están definiendo, es decir, el estándar de calidad está en construcción. En Qida intentamos mantener un nivel muy alto de calidad y exigir la formación acorde a las necesidades del servicio –por horas– o experiencia comprobable y acreditable –personal interino–. Pero si me preguntan hoy si todas las empresas del sector están haciendo las cosas perfectas, pues diría que rotundamente, no. Hay camino para avanzar en la profesionalización a nivel de sector y queremos ser el estándard”, reconoce.

Y la administración también tiene una responsabilidad en esta situación, apostilla. “Tenemos una media de unos dos años para conseguir la ayuda para la Dependencia y en el grado III, que una gran parte de personas fallecen antes de llegar a él, sólo reciben 700 euros, lo que da para unas 2 o 3 horas al día. En esta situación, si se hacen las cosas bien, tienes a una persona por horas para las actividades que requieren de mayor especialización con una prestación pública o Ayuda a domicilio privada y luego una el apoyo de una persona en interinaje para apoyo a las actividades básicas de la vida diaria", contextualiza.

Ernesto Bravo, CEO de la compañía online de cuidadores Familiados (@familiadoscom), una plataforma online en la que, de base, se exige cualificación a los cuidadores profesionales que se inscriben en ella y que, posteriormente, son seleccionados por las familias afirma que “la gente que se dedica a cuidar debe formarse constantemente, pero se ha hecho poco en el sector. Ahora, empieza a haber, gracias a la Atención Centrada en la Persona, más consciencia de que cualquiera no puede ejercer. Las agencias tiran de lo que hay. Si necesitan a alguien para Barcelona, pues lo buscan. Y no lo hacen por meterse el dinero al bolsillo, sino porque la familia requiere urgentemente un servicio y hay más gente interesada en trabajar que personas formadas”.

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"Haciendo negocio de precarizar" 

Desde Territorio Doméstico convienen asimismo en que hay agencias que están "cumpliendo" y dando pasos, no obstante, aseguran, otras están "haciendo negocio de precarizar" –pocas horas, medias jornadas, etc.–, bajo el pretexto de que "las familias no pueden pagar más". 

Rafaela Pimentel, la portavoz del colectivo, afirma que reciben muchas quejas de este sector y llevan años investigando la "uberización" del mismo. "Una cosa es lo que dicen, otra lo que hacen", critica. 

"A veces te contratan por teléfono. Llegas a una casa y no sabes bien qué te vas a encontrar", comenta. "Y con las tareas de cuidados ocurre igual que les pasa a las empleadas de la Ayuda a Domicilio, que denuncian que llegan a un hogar y acaban realizando tareas de limpieza del hogar sin tener formación específica para ello", denuncia.

En la Plataforma Unitaria de Auxiliares de la Ayuda a Domicilio (@UnitariaA) también se muestran "en contra" de las prácticas del sector "porque creemos que el cuidado como servicio a la ciudadanía debe ser público, universal y de calidad, exactamente igual que la Sanidad y la Educación". "Cobran como personal cualificado y pagan como servicio doméstico y con personal sin formación. Estas empresas son las 'riders' de los cuidados", valoran.

Empresas 'multiservicios'

El sector ha ido diversificándose en los últimos años y ofrece también, en ciertos casos, Ayuda a Domicilio y otros servicios sanitarios o sociosanitarios.

En Depencare confirman que su negocio no sólo se limita al cuidado, sino que también dan "atención médica 24 horas por vídeo llamada con médicos de atención primaria, servicio por video llamada de psicología y nutrición y servicio de farmacia a domicilio. Además, a nuestros clientes les ofrecemos servicios complementarios que deben contratarse aparte como pueden ser fisioterapia a domicilio, podología a domicilio, opciones de financiación para nuestros servicios y servicio de ortopedia a domicilio tanto en formato de compra como de alquiler".

Además, explican, "cada CCAA tiene una legislación y se puede tramitar las ayudas de una forma u otra. En todas aquellas que permitan el beneficio a la familia de esta ayuda mediante la contratación bajo el modelo empleado/a de hogar con la supervisión de una empresa si lo gestionamos. En breve, comenzaremos también a trabajar con el 'Sistema de Ayuda a la Dependencia' en la modalidad de contratación en régimen general de los cuidadores".

Desde Cuideo aseguran a 65YMÁS que cuentan con "más de 120 personas entre las oficinas de Barcelona, Madrid, Valencia y Zaragoza" y un equipo de unos 100 cuidadores directamente contratados por ellos para tareas de Servicio de Ayuda a Domicilio. También Aiudo o Qida, y otras empresas del sector, cuentan con este servicio especial.  

Entre otros servicios, afirman desde Cuideo, "podemos ayudar a conseguir hasta 1.400 euros en ayudas a la Ley de Dependencia, al realizar una doble tramitación que une los beneficios de la Ley de Dependencia con otras prestaciones locales".

Sobre el autor:

Pablo Recio

Pablo Recio

Pablo Recio es periodista especializado en salud y dependencia, es graduado en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid y comenzó su carrera profesional en el diario El Mundo cubriendo información cultural y económica. 

En 65Ymás, ha contado el drama vivido en las residencias durante la pandemia y ha sacado diferentes exclusivas de impacto como 81 menús de residencias de mayores, a examen: "Baja calidad nutricional y abuso de procesados"que fue citado en una comisión de investigación en la Asamblea de Madrid. 

Además, fue cofundador de la radio online Irradiando y cuenta con un máster en Gobernanza y Derechos Humanos por la Universidad Autónoma de Madrid y otro en Periodismo por el CEU San Pablo/Unidad Editorial. 

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