Sociedad

El Gobierno 'verde' de Sánchez no actúa ante el alarmante problema medioambiental de las mascarillas

Marta Jurado

Foto: Europa Press/Ocean Asia

Jueves 28 de mayo de 2020

ACTUALIZADO : Jueves 28 de mayo de 2020 a las 15:41 H

8 minutos

Su uso masivo se ha disparado generando una cantidad ingente de residuos no biodegradables

El Gobierno 'verde' de Sánchez no actúa ante el alarmante problema medioambiental de las mascarillas
Marta Jurado

Foto: Europa Press/Ocean Asia

Jueves 28 de mayo de 2020

8 minutos

¿A qué cubo de basura debo tirar los guantes y las mascarillas usadas?

El debate sobre el uso o no de las mascarillas entre el grueso de la población para proteger del coronavirus continúa. Mientras que algunos países solo lo recomiendan, otros como ahora España han convertido su uso en obligatorio lo que acarrea numerosos dilemas en cuanto a las consecuencias de su uso masivo. Aparte del riesgo de desabastecimiento del que alertaban los sanitarios, existe un desafío mayor que afecta el medio ambiente y que el Gobierno parece no haber tenido en cuenta. La proliferación de mascarillas, guantes y otros equipos de protección contra el coronavirus, que se pueden conseguir a bajos precios en farmacias y grandes superficies o incluso repartidas gratis por las propias administraciones y el Ejecutivo, preocupa a expertos y ecologistas por la cantidad ingente de nuevos residuos no biodegradables generados, que se tiran al suelo o que no se procesan correctamente

Sin plan específico de reciclaje de estos residuos sanitarios que se han incrementado un 300% desde el inicio de la crisis, a los que hay que sumar ahora las mascarillas higiénicas recomendadas para la población sana, el Gobierno de Pedro Sánchez, que destacaba por la creación de un Ministerio de Transición Ecológica (@mitecogob) y ha abanderado una legislación 'verde' contra el Cambio Climático, se enfrenta ahora al reto de gestionar estos productos en su mayoría de origen plástico, que amenazan con contaminar el entorno natural y marino. Ante el abandono de estos materiales en la vía pública, que acaban en las alcantarillas y finalmente en el mar, ciudades como Roma ya han anunciado que multarán con hasta 500 euros a los que tiren mascarillas al suelo. 

El Gobierno recomienda el uso de mascarillas a toda la población cuando viaje en transporte público

El riesgo del retroceso medioambiental

Pero el problema no acaba ahí, ya que aunque los ciudadanos sigan las instrucciones, por el momento no hay un contenedor específico para mascarillas y guantes y debe ir al de restos. "Por ahora no hay otra opción ya que no se reciclan, al menos en España. Sería estupendo que el ministerio de Transición Ecológica estuviese pensando en alternativas para una gestión más eficiente de estos residuos, pero de momento, parece que seguirá favoreciendo a los grandes lobbies e industria del plástico", opina Julio Barea, responsable de campaña de residuos de Greenpeace España (@greenpeace_esp). Tan solo como recomendaciones para la reducción del uso de estos materiales, la Secretaría de Estado de Medioambiente publicaba este miércoles un documento en el que abogaba por la fabricación y uso de mascarillas reutilizables y desaconsejaba los guantes de un solo uso salvo en circunstancias concretas. Al mismo tiempo, llamaba a la recuperación de la separación manual de los residuos como parte del proceso de la desescalada.

"Está claro que el aumento de la utilización de estos productos de usar y tirar no es una buena noticia para el planeta, porque aumenta su contaminación. El coronavirus está matando a miles de personas, pero el cambio climático matará a millones" alerta, y asegura que esto no se puede olvidar pese a la emergencia sanitaria. Además, recuerda que hay otra amenaza latente, ya que debido al COVID-19 se están retrasando los plazos para aplicar las normativas europeas que prohibían la venta de plásticos de un solo uso. "Es España el plazo vencía en julio 2020 y ya vamos tarde", apunta.

Mascarillas Carrefour

Materiales no biodegradables

Los guantes desechables están fabricados en su mayoría por polímeros derivados del petróleo y por tanto no biodegradables (vinilo, vitrilo, neopreno, polietileno, PVC...) al igual que las mascarillas quirúrgicas y homologadas, que para cumplir con la normativa de protección FFP2 y FFP3 utilizan en su fabricación microfibras plástico. Pero incluso las mascarillas higiénicas, que pueden ser de diversos materiales, contienen en la mayoría de los casos el conocido como "tejido no tejido" (meltblown o spunbond) que se utiliza como filtro. Dependiendo de las condiciones climáticas y del polímero, el tiempo de degradación de estos productos varía de decenas a centenas de años, afirman los expertos.

El tratamiento de un solo paciente con COVID-19 requiere el uso diario de unas 15 mascarillas denominadas N95, equivalente a las FFP2, según las recomendaciones del Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC). Esto se traduce en una necesidad diaria de más de 10 millones de mascarillas N95, o más de 3.800 millones al año en Europa para enfermos, a la que hay que sumar el uso de mascarillas higiénicas o quirúrgicas por parte de población no infectada a raíz de la obligatoriedad impuesta en muchos países, como España. Esto supondría cerca de 46 millones de mascarillas al día o 16.700 millones al año solo en España teniendo en cuenta a toda la población. Una cantidad importante a la que el Gobierno debería hacer frente cuanto antes.

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Contaminación del entorno marino

"Debido a la ligereza de los materiales y a la corta vida de estos productos nos preocupa que acaben masivamente abandonados en nuestros espacios naturales. El impacto de estos productos en los animales será similar al que producen otro tipo de plásticos abandonados en la naturaleza: ingesta directa o indirecta causando obstrucciones de vías respiratorias y gastrointestinales o muertes por inanición, así como problema de enredos principalmente. En el caso de equipos de protección contaminados con el virus no hay que olvidar el riesgo de contagio a operarios que manipulen estos residuos abandonados", aclaran desde SEO Birdlife (@SEO_BirdLife).

Pero éste es un problema global. Ya en marzo pasado miembros de la organización conservacionista Oceans Asia (@oceansasia1) descubrieron en islas deshabitadas del archipiélago de Soko (entre Hong Kong y Lantau) miles de mascarillas en sus playas procedentes de los 7 millones de habitantes de Hong Kong. Las mascarillas y equipos de protección mostrados en el vídeo de la organización incluyen modelos hospitalarios y de uso particular, casi todos fabricados con materiales plásticos y similares, por lo que se espera que debido a la expansión del virus estas imágenes se repitan en otros puntos del planeta si los gobiernos o empresas no hacen nada para remediarlo.

¿Hay alguna alternativa?

De momento pocas, debido a la falta de claridad sobre la seguridad de las mascarillas fabricadas con otros materiales. Tan solo un estudio del CSIC está probando filtros antivirales biodegradables para mascarillas de alta protección FFP2 y FFP3. Mientras, para el resto de las mascarillas se mantiene la directriz de que depositen en el contenedor de resto, rechazo o gris, así como los guantes. En caso de que procedan de hogares con enfermos COVID-19, deberán ir en bolsas cerradas a este mismo contenedor. "Nunca al contenedor amarillo o azul y mucho menos a la calle", recuerdan desde Ecoembes (@ecoembes​), quienes aseguran que las dudas sobre estos productos se han multiplicado un 45% desde que se decretó el estado de alarma. 

Desde las organizaciones ecologistas también resaltan que la industria del plástico está aprovechando los bajos precios del petróleo y el coronavirus para volver a impulsar el consumo de envases y plásticos de usar y tirar con el argumento de que son más seguros. "Pero no es cierto", afirma Julio Barea, quien llama a la responsabilidad compartida hacia un consumo responsable, local y sostenible fomentando el uso de mascarillas que se puedan reutilizar, y evitando el empleo de guantes si no son estrictamente necesarios. Barea también llama a mantener algunos hábitos como ir a la compra con bolsas propias de casa o evitar productos empaquetados.

Sobre el autor:

Marta Jurado

Marta Jurado

Marta Jurado es periodista especializada en Sociedad, Economía, Cultura, Política y redactora en el diario digital 65Ymás desde sus inicios. Licenciada en Periodismo por la Universidad Carlos III y en Filología Inglesa por la UNED, ha trabajado en medios de tirada nacional como El Mundo Público y las revistas Cambio16 y Energía16. Tiene además experiencia en comunicación corporativa de empresas e instituciones como BBVA o INJUVE.

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