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La vida de Myriam Hannah Youssef Yaacoub, nacida en Belén hace 73 años, no ha sido nada fácil. Su padre, en contra de su madre, la dio en adopción cuando era un bebé; pasó su infancia y adolescencia en una residencia de huérfanos en Líbano; vivió en Francia, donde se topó con el rechazo y el racismo, y volvió a Belén, donde ha sido testigo de uno de los conflictos más complejos y duraderos de la historia contemporánea.
Sin embargo, su historia, Hijos de un mismo Dios, narrada por la joven española Manuela Lacalle, directora del proyecto Tu Historia de Verdad Importa (@LQDVI) y voluntaria de la ONG Youth, Wake, up!, está cargada de optimismo y lucha por la igualdad de todas las personas.
Para esta joven, es un alegato al perdón: "A pesar de vivir en un país que no existe y con un gigantesco muro como telón de fondo, su mensaje, alto y claro, es de amor hacia sus hermanos cristianos, judíos, drusos y musulmanes".
Este libro forma parte de la tercera edición de la iniciativa Tu Historia de Verdad Importa, impulsada por Fundación Lo Que de Verdad Importa junto con Fundación SM, para la que se han editado medio centenar de experiencias de encuentro y descubrimiento entre dos generaciones. La de Manuela, y la de otros dos jóvenes voluntarios de la misma ONG, forman parte del primer proyecto piloto internacional, esta vez sobre mayores palestinos.
La amistad entre Myriam y Manuela se fraguó en el verano de 2018, en un hogar para mayores de la Sociedad Antoniana en Belén. La joven cuenta que cuando vio a su amiga por primera vez, ésta cantaba La Vie en Rose, de Edith Piaf, rodeada de voluntarios, palestinos y extranjeros, que se encontraban de visita en su residencia.
"Aquella primera impresión, aunque yo no lo sabía, me revelaba su carácter jovial y su amor por los encuentros entre jóvenes y mayores", cuenta Manuela, que asegura que desde Youth, Wake Up! –organización que trabaja en países en conflicto para involucrar a los jóvenes locales en el cambio de sus propias comunidades– pensaron que la vida de esta mujer merecía ser contada y tenía que formar parte de este proyecto. En ese momento se convirtió en su narradora.
Según indica en una entrevista con Europa Press, en este libro narra la historia de cómo Myriam llegó a conocer a su familia biológica, su lucha por conseguir perdonar a su padre por abandonarla y su "firme creencia" en la igualdad entre todos los seres humanos. "Y todo ello en el contexto de una Palestina fracturada y una sociedad terriblemente dividida como telón de fondo", añade.
A su juicio, la vida de Myriam, aunque difícil, "ha sido muy bella". Según cuenta esta joven, su amiga, después de un "largo proceso" para olvidar lo que le hizo su padre, ahora "le agradece" que la diera en adopción porque esto le ha permitido vivir de una manera distinta y encontrarse con personas de todo tipo, de muchas nacionalidades y credos.
Una lección para los jóvenes
"Creo que las conversaciones que mantuvimos para escribir esta biografía han sido para ella un gran paso a la hora de rememorar sus vivencias y acercarse quizá un poco más a esa reconciliación con su pasado tan necesaria", explica la joven voluntaria, que asegura que a ella esta experiencia "única" le ha enseñado a "no juzgar" y a "disfrutar de la vida aunque el viento sople en contra".
"Por mucho que se intente sonsacar a Myriam el resquicio de algún sentimiento tan humano como el resentimiento ante una vida marcada por la injusticia, la respuesta será, invariablemente, su firme creencia en el perdón y la hermandad de los seres humanos", asegura la joven autora sobre esta mujer cristiana que cada semana reza un rosario por la paz ante la imagen de la Virgen del muro.
Esta septuagenaria no ha podido leer su biografía porque está escrita en español y sus lenguas maternas son el francés y el árabe. Ella quería que su historia se leyera en España. Sin embargo, cuenta Manuela que hace poco les sugirió que le hicieran un resumen traducido para ver cómo había quedado.
Finalmente, la Fundación SM ha decidido editar una nueva versión del libro en francés, solo para ella. "Estas Navidades podremos entregárselo en persona y será una gran sorpresa para ella", celebra la joven voluntaria.