La tendencia a reducir sucursales bancarias en áreas rurales y el impacto que tiene en el colectivo de las personas mayores, entre otros, ha llevado a Juan José López Burniol, vicepresidente de la Fundación La Caixa (@CaixaBank) a mostrarse partidario de garantizar el acceso a una oficina y a defender "la relación y el diálogo" con los clientes, según recoge Europa Press.
López Burniol ha realizado esta reflexión en el marco del encuentro Deusto Business Alumni, organizado en colaboración con PwC, y que se ha celebrado este lunes en el Palacio Euskalduna de Bilbao.
El vicepresidente de la Fundación La Caixa ha ofrecido la ponencia titulada Cajas y Fundaciones Bancarias: dos caras de una moneda, en la que ha hecho un repaso por la historia de las cajas y, posteriormente, de las fundaciones bancarias.
López Burniol, que ha aludido a la labor que desarrollaban las cajas y ha recordado que había una atención "con arraigo", ha indicado que ahora las fundaciones bancarias son entidades fundacionales "que ya no pueden ejercer la actividad financiera".
El vicepresidente de la Fundación La Caixa ha destacado la "importante" incidencia social que tiene la actividad de las fundaciones bancarias y ha afirmado que sigue pensando que la fundación "puede ser una forma de empresa válida".
López Burniol ha expresado su opinión personal de que las fundaciones pueden hacer "algo más" que su actual obra social y cree que, además de la labor social que pueden ejercer, que es "la obra social definida en sus términos clásicos", puede ser un "factor de estabilidad de la economía y el territorio donde actúa".
A su juicio, se está todavía en la "etapa de la separación" y se "marca mucho esto es el banco y esto es la fundación", pero cree que es imposible que un accionista que tiene el 30% de la una sociedad "no pretenda, de alguna manera, que este banco responda a los principios y los valores que inspiró la entidad". También considera que, a traves de sus consejeros dominicales, deben exponer sus puntos de vista respecto a la implantación de un banco.
Reducir la desigualdad
En su discurso ha recordado unas palabras del presidente de la fundación La Caixa Isidro Fainé en las que aseguraba que reducir la desigualdad y cerrar las crecientes brechas de la sociedad son "factores claves para recuperar la confianza de las personas" y añadía que habían sido testigos, incluso antes de la pandemia, de cómo la disparidad entre las zonas rurales y urbanas, los jóvenes y los anciones, los ricos y y los pobres "se ha ampliado".
Junto a ello, destacaba la necesidad de estar "muy cerca de los clientes y sus necesidades" y señalaba que el crecimiento económico "no puede ser el único objetivo".
En este sentido, López Burniol ha manifestado que el problema que se ha planteado de un "cierto déficit" de la prestación de servicios bancarios en determinadas áreas rurales y a determinados colectivos, si se afrontara con una actividad financiera ejercida "con algunas de las pautas que ejercieron las cajas, lo podría impedir en el futuro". "La Obra social fundamental de las cajas fue la forma en que ejercieron la actividad financiera durante mucho tiempo", ha añadido.
Según ha asegurado, los bancos son "como las gasolinera, donde no te encuentras a alguien que te ponga la gasolina y que, además, te limpie el parabrisas". López Burniol ha manifestado, en relación a los bancos, que, en algunos casos y actividades "alguien tiene que haber" y ha puesto en valor "el diálogo, la confianza y la relación".
López Burniol ha indicado que si ahora tuviese que hablar con un banco, sobre todo, minorista que "cobre los salarios y la pensión de un porcentaje altísimo de españoles", le diría hay que tener "una sucursal, de manera que en una área de bastantes kilómetros se pueda acudir a ella, a hablar". "Eso lo dice el presidente Fainé, a hablar", ha añadido. Además, también cree que debe haber cajeros autonómicos "distribuidos con cierta generosidad".
Cuestionado por las reclamaciones de las personas mayores ante la digitalización y la reducción de oficinas, por sentirse desasistidas, cree que los bancos deberían dar una respuesta distinta hacia este tipo de colectivos.
No obstante, ha señalado que también es un problema de la administración porque es "un servicio público" y se tiene que "implicar". "Caixabank tiene la estrella, que es el símbolo de la vieja Caixa, yo diría que Caixabank tiene que hacer honor a la estrella, pero no es solo un problema de Caixabank o de los bancos, la administración también tiene que implicarse", ha apuntado.
Por otra parte, Juan José López Burniol ha señalado que la privatización de las cajas benefició a los bancos y también al mercado de valores y ha aludido a la "politización", que, según ha asegurado, era "real" en algunas de ellas.
Según ha añadido, se aprovechó "la ocasión que brindó la crisis para acabar con las cajas" y, aunque es "cierto" que había fallado la gestión en muchas de ellas, pero "fueron tratadas peor que los bancos en circunstancias análogas".