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Raquel Montero Artús / Grupo de Investigación ATLAS - Universidad de Sevilla
Martes 5 de marzo de 2024
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La Peña de los Enamorados, también conocida como el indio de Antequera, es uno de los lugares más curiosos de la región, no solo por la imponente formación natural que es esta pequeña montaña, también por ser testigo de la historia del municipio malagués de Antequera y protagonista de leyendas.
Este peñón calizo, que forma parte del Sitio de los Dólmenes de Antequera, tiene una altitud de 878 metros sobre el nivel del mar y una superficie como paisaje de interés cultural de 117 hectáreas, así como un gran interés ecológico. Fue declarado Bien de Interés Cultural en 2011 por la importancia arqueológica de la zona, ocupada desde el Paleolítico Inferior, y por la UNESCO Patrimonio Mundial desde 2016, por su estrecha relación con el único dolmen de la Europa continental, Menga, que está orientado hacia una montaña antropomorfa.
"Concretamente, el eje central de Menga se interseca con esta peña en un lugar conocido como abrigo de Matacabras, un elemento habitacional del Neolítico, con pinturas rupestres de estilo esquemático, que se halla en su cara noroeste", señalan desde el Ayuntamiento de Antequera.
Pero lo que llama especialmente la atención es su peculiar forma, y es que se parece al perfil de la cara de una persona mirando al cielo, que podría ser un indio, razón por la cual se le conoce popularmente como el indio de Antequera.
En concreto, la Peña de los Enamorados se encuentra en La Vega de Antequera y se ha convertido en todo un icono del paisaje antequerano, tal y como destaca el Ayuntamiento en su web oficial, en la que explica las peculiaridades de esta formación natural, como la leyenda tardomedieval sobre un amor imposible de la que procede su nombre.
La Peña de los Enamorados
Según esta leyenda, que habla sobre el amor imposible de dos jóvenes durante los últimos años de la dominación musulmana, Tazgona, la hija del alcaide de Archidona, una localidad vecina, y Tello, un soldado cristiano, se enamoraron mientras este estuvo preso en manos de los árabes en las mazmorras de la Alcazaba. Pero tuvieron que mantener su romance en secreto debido a las diferencias de raza y religión, por lo que la joven buscaba cada día cualquier excusa para poder visitar al prisionero.
La pareja acabó escapando y huyendo, curiosamente el mismo día en que el rey Fernando decidió asediar la ciudad de Antequera. Se ocultaron en la montaña conocida ahora como la Peña de los Enamorados, donde decidieron arrojarse al vacío al ver que los guardias del alcaide los iban a capturar, impidiendo así que nadie los separara.
Este hecho provocó que el rey árabe y el rey cristiano diesen por finalizada su lucha sobre la ciudad. Ahora, en lo alto de la peña, se puede encontrar una estatua de piedra de dos jóvenes abrazados inclinados hacia el barranco.
Con todo, esta montaña se convierte en un lugar único e icónico de Antequera, convirtiéndola en un destino imprescindible a visitar en Andalucía.
Sobre el autor:
María Bonillo
María Bonillo es licenciada en Comunicación Audiovisual y Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Escribe principalmente sobre temas de sociedad. También tiene experiencia en comunicación corporativa de empresas como OmnicomPRGroup y Pentación Espectáculos.