Pepi, una vecina de Madrid mayor, ha relatado en CentroCentro, donde el Ayuntamiento ha organizado el acto institucional por el 25N, día internacional para la eliminación de la violencia de género, su infierno como víctima de malos tratos psicológicos, que se sufren "en la oscuridad".
Desde el atril ha destacado que se entiende sobre todo la violencia de género como la física pero luego está otra, la psicológica, la que se sufre "en la oscuridad", la que sufrió ella y por la que se sentía "culpable, responsable de actos que provocan insultos, provocaciones" de quien la "machacó y anuló".
La campaña del Ayuntamiento por el 25N se centra este año en las mujeres mayores. "Muchas mujeres de mi generación hemos perdido la autoestima y la conexión con la realidad porque justificamos los actos de los maltratadores con la autoconvicción de que todo se iba a solucionar. Yo no lo veía como violencia de género sino algo implícito en el carácter de mi pareja", ha descrito.
Esto se tradujo en que renunció a su familia durante 35 años, tiempo en el que "fue más fuerte el miedo y la resignación". "Tardé mucho en reconocerme como víctima. Hace dos años salí de la violencia de género gracias al apoyo de mis amigas y de profesionales, de la psicóloga de la Seguridad Social, gracias al espacio de igualdad Clara Campoamor", ha enumerado después de dedicar un recuerdo especial a una de sus amigas que más le apoyó y que falleció de Covid el pasado marzo.
Pepi ha defendido que la educación "es primordial para que las mujeres no acepten que tienen que ser sumisas y estar al servicio de los hombres" y ha reclamado "a todos los políticos implicación y compromiso para buscar soluciones a la violencia contra la mujer con medidas contundentes". "Ojalá algún día ninguna mujer, ni joven ni mayor, tenga que estar aquí", ha deseado.
