65ymás
Por los casi 300 campos de concentración franquistas pasaron de 700.000 a un millón de personas
“En los campos de concentración franquistas no hubo cámaras de gas, pero se practicó el exterminio y se explotó a los cautivos como trabajadores esclavos”, asegura Carlos Hernández de Miguel en su nuevo libro, Los campos de concentración de Franco (Ediciones B).
Después de tres años dedicados en exclusiva a investigar este capítulo olvidado de nuestra Historia, en los que ha visitado decenas de archivos, el autor ha logrado identificar 296 campos de concentración oficiales, abiertos en otras tantas ciudades y pueblos españoles.
A lo largo de su incansable investigación, Carlos Hernández de Miguel ha recopilado cientos de documentos y fotografías. Estas son algunas de las escalofriantes imágen es recuperadas por el periodista y escritor:
Prisioneros republicanos capturados por las tropas franquistas (Biblioteca Nacional de España)
La llegada al campo. Prisioneros siendo registrados y dejando sus pertenencias al llegar al campo de de concentración de San Pedro de Cardeña (Burgos) (Biblioteca
Nacional de España)
Nacional de España)
Prisioneros entrando en el campo de concentración de San Pedro de Cardeña (Burgos) (Biblioteca Nacional de España)
Prisioneros de las Brigadas Internacionales en el campo de concentración de San Pedro de Cardeña (Burgos) (Biblioteca Nacional de España)
Imagen del campo de concentración de Albentosa (Teruel) tomada por un soldado italiano. (Archivo Municipal de Cádiz. Fondo Varela. Cortesía de Blas Vicente Marco.)
Imagen del campo de concentración del Lazareto de Gando en Gran Canaria (Cortesía de Fernando Caballero Guimerá)
Los prisioneros abarrotan el campo de concentración habilitado en la plaza de toros de Santander (Biblioteca Nacional de España)
Imagen del campo de concentración instalado en los Campos de Sports de El Sardinero (Santander), poco antes de que fueran evacuados todos los prisioneros (Biblioteca Nacional de España)
Los prisioneros del campo de concentración de La Magdalena (Santander) eran obligados a bañarse en verano e invierno en la playa de Santander (Biblioteca Nacional de España)
Prisioneros del campo de concentración instalado en las caballerizas del Palacio de La Magdalena (Santander) haciendo gimnasia. La sesión fue preparada para tomar fotografías de cara a un reportaje elaborado por el servicio de propaganda franquista (Biblioteca Nacional de España)
Planos de los barracones del campo de concentración de Miranda de Ebro (Burgos), realizados por los ingenieros militares franquistas
Prisioneros formados y obligados a hacer el saludo fascista en el campo de concentración de San Pedro de Cardeña (Burgos) (Biblioteca Nacional de España)
Prisioneros del campo de concentración de Lerma (Burgos) (Biblioteca Nacional de España)
Prisioneros haciendo el saludo fascista en el campo de concentración de Irún en Guipúzcoa (Biblioteca Nacional de España)
Plano del campo de concentración de Plasencia (Cáceres), que se conserva en el Archivo Militar de Ávila (AGMAV 2324, 46 BIS, 11/33)
Uno de los grafitis que se conserva en el interior del monasterio de Oia (Pontevedra) refleja la obsesión de los prisioneros por la comida (Cortesía del historiador Carlos Méixome)
Sello de la unidad que coordinó durante los primeros años los campos de concentración franquistas.
Prisionero menor de edad participando en un acto religioso en el campo de concentración de Aranda de Duero (Burgos) (Biblioteca Nacional de España)
Prisioneros hacinados en la sala capitular del convento de San Marcos en León. El actual Parador de Turismo fue uno de los campos de concentración más letales del franquismo. Dibujo realizado por el prisionero Cástor Gónzalez Álvarez. (Cortesía de su hijo Cástor Gónzález Ovies).
Otro de los grafitis realizados por los prisioneros del campo de concentración del monasterio de Oia (Pontevedra) (Cortesía del historiador Carlos Méixome)
Otro de los grafitis realizados por los prisioneros del campo de concentración del monasterio de Oia (Pontevedra) (Cortesía del historiador Carlos Méixome)
Prisioneros del campo de concentración de Aranda de Duero asistiendo a un acto religioso (Biblioteca Nacional de España)
Prisioneros del campo de concentración de San Pedro de Cardeña (Burgos) trabajando en la construcción de una carretera cercana. (Biblioteca Nacional de España)
Parchís que Casimiro Pérez de la Fuente realizó para su hija Rosita mientras estaba prisionero en el campo de concentración de Pamplona. El artesanal tablero permanece enmarcado en una de las paredes de la casa familiar. (Cortesía de su bisnieto Pablo González)
Prisioneros de guerra al acabar una jornada de trabajo en las minas de Gallarta (Vizcaya) (Biblioteca Nacional de España)