¿Por qué no podemos hacernos cosquillas a nosotros mismos?

Según la Real Academia Españpla (RAE), las cosquillas son una excitación nerviosa acompañada de risa involuntaria, que se experimenta en algunas partes del cuerpo cuando son tocadas ligeramente. No tiene nada que ver con sentir placer sino que es un mecanismo de defensa que nos advierte del peligro.

Hasta ahora muchos se preguntan por qué no podemos hacernos cosquillas a nosotros mismos o por qué no todos las sentimos en las mismas partes del cuerpo. Durante un tiempo se pensaba que eran una cuestión sensorial de la piel, pero Michael Brecht, neurocientífico de la universidad de Humboldt (Alemania) ha explicado a la revista Ars Technica que, aunque quedan muchas incógnitas por resolver, se sabe que la reacción al cosquilleo es de 300 milisegundos, mientras que tardamos 500 milisegundos en reírse o gritar.

El cerebro tiene mucho que ver

El experto cree que este tiempo de reacción se debe a que al tratarse de una sensación compleja, el cerebro tarda en procesarla: "No es una cuestión sensorial, sino cerebral", aseguró.

Brecht también resolvió la gran pregunta de por qué no podemos hacernos cosquillas a nosotros mismos, que hasta ahora se pensaba que era por la ausencia del factor sorpresa, pero según el neurocientífico, es porque nuestro cerebro se "desconecta" cuando detecta que somos nosotros: "Creemos que lo que ocurre es que el cerebro, cuando somos nosotros mismos, se desconecta. Si no fuera así, todos estaríamos constantemente haciéndonos cosquillas cada vez que nos rascamos una axila o nos tocamos los dedos de los pies", apunta al medio.

"Una explicación que parece bastante lógica para entender por qué no podemos hacernos cosquillas a nosotros mismos, ya que el cerebro está acostumbrado a desconectar ciertas alertas a menudo". concluye.