Cerlesky Pérez
Sociedad
Reclaman apoyos para evitar la sobrecarga de los abuelos cuidadores
Casi la mitad cuidan habitualmente de sus nietos mientras los padres trabajan

Aldeas Infantiles SOS visibiliza en su informe Abuelos y abuelas, ¿qué haríamos sin ellos? el papel fundamental que desempeñan en la crianza de sus nietos, y reclama apoyos para que este rol no suponga una sobrecarga.
Según recuerda la organización, en España el (85%) de los abuelos y abuelas participan en el cuidado de sus nietos en algún momento, y casi la mitad (46,7%) lo hace de forma habitual mientras sus hijos e hijas trabajan.
El informe recoge testimonios como el de Francisco Muñoz, de 85 años, expresidente de la Asociación de Abuelos de España, que tiene 12 nietos y 5 bisnietos. Muñoz compara el papel de los abuelos con el "scramble" en la aviación: “En los hangares de los aeropuertos militares hay siempre dos aviones con los motores encendidos. Cuando el radar detecta una aeronave no identificada, si no se consigue contactar con ella, esos dos aviones deben estar en el aire en menos de ocho minutos. A veces pueden pasar días sin volar, o tener que despegar varias veces en un solo día”.
Para Muñoz, "el contrato que une a un abuelo con su nieto es el máximo que hay: el cariño", y añade que, al jubilarse, "no se termina el mundo", porque sigue siendo útil para ayudar a la familia. Recuerda cómo sus nietos han aprendido con él a jugar a las chapas, y cómo ahora juega con ellos a la videoconsola.
Subraya la importancia de estar al día: “Tienes que saber usar el WhatsApp. Si esperas que tu nieto te mande una postal, no hay comunicación. Tu nieto te puede mandar una 't' y una 'q' y tienes que saber que eso significa 'te quiero' y que tú tienes que contestar 'y +', que significa 'yo más’”.
Por su parte, Antonella de Maio, de 66 años, se trasladó desde Italia a Madrid para ayudar a su hijo separado con la crianza de sus dos nietas, de 6 y 2 años. Cuenta que tiene con ellas “un vínculo muy fuerte” y que ser abuela “es maravilloso”. No obstante, destaca la importancia de respetar siempre el papel de los padres: “Hay que tener mucho cuidado para no interferir con la educación que deciden para sus hijas”.
La psicóloga Mercedes Bermejo destaca que los abuelos y abuelas "logran compensar la carencia emocional que puede suponer para los niños y niñas la presencia, a veces limitada, de sus referentes primarios". Según explica, su rol en la crianza es distinto al de los padres y madres: más pausado, sereno y con una transmisión de valores más sólida. “Los abuelos aportan templanza, sensatez, calma”, apunta.
Sin embargo, advierte que esta relación debe tener límites claros, ya que en ocasiones los abuelos asumen jornadas completas de cuidado con una alta carga física y psicológica. A ello se suma que cada vez los hijos se tienen en etapas más tardías, por lo que los abuelos también son más mayores. “A veces, viven una saturación de responsabilidades, cuando tienen que hacerse cargo de los nietos desde que salen del colegio o durante las vacaciones, porque los padres trabajan”, subraya. Es lo que se conoce como el “síndrome del abuelo esclavo”.

En este contexto, Aldeas Infantiles SOS considera imprescindible impulsar medidas de conciliación efectivas por parte de las empresas y la Administración. Entre sus propuestas destacan la ampliación de los permisos de maternidad y paternidad, jornadas laborales flexibles o reducidas, impulso del teletrabajo regulado y voluntario, horarios escolares compatibles con la jornada laboral y centros de cuidado infantil accesibles.
Estas políticas permitirían a los progenitores asumir plenamente su papel en la crianza sin delegar en los abuelos una responsabilidad que no les corresponde. Al mismo tiempo, la ONG aboga por visibilizar su esfuerzo y acompañarlos con medidas que aseguren su bienestar: acceso a servicios de salud, espacios de descanso, oportunidades de participación activa y recursos que les permitan ejercer su rol sin sobrecargas.
El informe también pone el foco en los abuelos y abuelas que ejercen como cuidadores en el sistema de protección. De los 51.972 niños y niñas que crecen en España en este sistema, 18.097 lo hacen bajo una medida de acogimiento familiar. De ellos, 10.706 (59,16 %) viven con algún miembro de su familia biológica, en la mayoría de los casos, sus abuelos.
“El amor de los abuelos es lo más valioso que necesitan estos niños y niñas que han sido separados de sus padres. Esta solución, en la que sus referentes son de su propia familia, les permite preservar los vínculos familiares”, explica Beatriz Saguar, psicóloga y terapeuta familiar con 16 años de experiencia en el Centro de Atención a la Infancia (CAI) de la Comunidad de Madrid.
Saguar destaca la necesidad de apoyar a estos abuelos cuidadores con orientación, mediación familiar, atención psicológica y formación. “Antes de comenzar el acogimiento, hay que mostrarles un buen mapa de lo que va a suponer, para que no les sorprenda”, indica. También reclama redes de apoyo emocional y un mayor reconocimiento a su labor en la protección de la infancia.