Estamos inmersos en un invierno más cálido de lo habitual y parece que esta tónica se va a mantener hasta que toque a su fin en marzo. Esas son las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (@AEMET_Esp), que además ha apuntado que cuanto más al sur de la Península, el tiempo será más seco. La agencia ha tomado como referencia todos los inviernos que comprenden desde 1981 hasta el año 2010, y espera que la temperatura media alcance valores superiores a lo normal en esta época del año, situándose en 0,7 grados centígrados más y alcanzando hasta 1 grado en el nordeste peninsular.
Ante esta situación podríamos echar mano del refranero popular para saber qué nos va a deparar tanto al estación más fría como el resto del año. Y es que no hay nada como los dichos populares para comprender muchas veces cómo “funciona” la meteorología y otras muchas facetas de la naturaleza.
Por ejemplo, si nos atenemos a aquello de Cuando el invierno es lluvioso, el verano es abundoso y tenemos en cuenta que se prevén pocas precipitaciones, especialmente por la zona sur, no parece ser que la temporada estival vaya a ser sinónimo de abundancia. En cambio, todo parece indicar que la primavera será también de temperaturas agradables ya que El mal invierno pone a la primavera su sello o A invierno malhechor, primavera peor. Es decir, si el invierno ha sido frío, la primavera también lo será. Claro que si hacemos caso a Cuando el invierno primavea, la primavera invernea, podemos encontrarnos con unos meses de abril, mayo y junio menos acogedores que de costumbre.
Y un quinto refrán que no parece que traiga buenas perspectivas es aquel de En enero flores, en mayo dolores, es decir, que no resulta recomendable que haya altas temperaturas en el que suele ser el mes más frío.
Otro de los datos que ha dado AEMET es que el otoño sí que fue lluvioso, mientras que no se espera que el invierno lo sea. En total, durante los meses otoñales se registraron 234 litros por metro cuadrado, lo que se sitúa muy por encima de los valores promedios del periodo antes citado, concretamente un 15%. Eso sí, la repartición de precipitaciones resultó desigual, ya que hubo mucha lluvia en el sureste, en la costa cantábrica, en Galicia, Cataluña y Baleares y en cambio fue mucho más seco en el suroeste y en partes del este y Canarias.
Atendiendo a estos datos, nos encontramos con aquello de Otoño lluvioso, año copioso, y esperamos que acierte, pues, como vemos, los inviernos cálidos no suelen ser sinónimo de buenas noticias de cara a los meses posteriores. Lo que si puede que se cumpla es lo de A sereno otoño, invierno ventoso, y como la temporada otoñal ha sido de todo menos serena, es probable que la invernal no sea ventosa entonces.
No obstante, hay otros muchos refranes que hacen referencia al clima de los meses más fríos y a cómo influyen en las siguientes estaciones o en las propias personas.
Muchos de los dichos populares se refieren a cuánto dura el invierno y cuándo comienzan a cambiar las temperaturas. Veamos algunos ejemplos: