Miriam Gómez Sanz
Economía familiar
Herencias: 5 claves para proteger tu patrimonio y evitar conflictos familiares
Grupo Pérez-Pozo advierte del aumento fiscal y propone estrategias sucesorias claras
Con diciembre llegan las celebraciones, las sobremesas largas y, a veces, esas conversaciones incómodas sobre herencias, patrimonio y decisiones pendientes. En España, más de la mitad de la población (55%) no ha hecho testamento, según el Consejo General del Notariado. Esta falta de planificación que puede traducirse en tensiones familiares, impuestos más altos e incluso renuncias a herencias.
Desde Grupo Pérez-Pozo, despacho especializado en gestión patrimonial y derecho sucesorio, recuerdan que el panorama se ha complicado. Las reformas introducidas desde 2020 —como la reducción de bonificaciones o los nuevos valores de referencia— han incrementado entre un 20% y un 40% los impuestos en muchos casos, un factor que ha contribuido a que las renuncias hereditarias se hayan multiplicado por cuatro.
"La planificación sucesoria no es solo una cuestión de dinero: es un acto de protección hacia nuestros hijos y familiares", explica Carmen Pérez-Pozo Toledano, fundadora y CEO del despacho.
Cinco claves prácticas para no dejar cabos sueltos
A partir de su experiencia, Grupo Pérez-Pozo resume cinco pautas que ayudan a evitar sorpresas y conflictos:
- Testamento adaptado a tu realidad familiar. Permite organizar la sucesión, reducir la carga fiscal y consensuar con los herederos cómo se repartirán los bienes. También puede incluir condiciones de uso o edad para asegurar un empleo adecuado del patrimonio.
- Donaciones en vida o mortis causa. Adelantar parte de los bienes ayuda a aliviar la carga fiscal y garantiza que la transmisión se haga de forma ordenada, sin sobresaltos.
- Aceptar la herencia a beneficio de inventario. Útil cuando existen dudas sobre posibles deudas. Esta vía protege al heredero, que no responderá con su patrimonio personal.
- Cuidar la empresa familiar. La transmisión de negocios requiere un plan propio: donación de participaciones, condiciones de continuidad y revisión de bonificaciones que, aunque existen, no siempre se aplican automáticamente.
- Pactos sucesorios y derechos legitimarios. Herramientas como la distribución anticipada o la conmutación del usufructo permiten una herencia más clara y sin disputas futuras.

Planificar es también un gesto de cariño
Más allá de los impuestos, la planificación sucesoria cumple una función emocional: "Un buen plan sucesorio no solo organiza los bienes, sino que da tranquilidad y seguridad a quienes más queremos", señala Pérez-Pozo.
Para ilustrar cómo la vida cambia con cada etapa, el despacho comparte ejemplos reales inspirados en situaciones habituales:
- A los 30 años: un futuro padre fallece antes de que nazca su hijo. Gracias a una buena planificación, el nasciturus puede heredar si nace con vida, asegurando su futuro económico.
- A los 60: una madre con hijos muy distintos y situaciones personales muy dispares decide pactar la sucesión con su marido para evitar favoritismos involuntarios o influencias externas y asegurar un reparto equilibrado.
- A los 85: una mujer cuya mayor preocupación es su perro. Aunque las mascotas no pueden heredar, sí puede designarse a una persona o entidad que garantice su cuidado financiado.
Planificar la sucesión es un acto de protección que combina rigor legal con acompañamiento humano. Con estrategias claras y personalizadas, es posible evitar conflictos, reducir impuestos y asegurar que el patrimonio cumpla su verdadera función: proteger a la familia y garantizar que el legado llegue de forma ordenada.


