El tiempo y la distancia hacen que perdamos el contacto con personas que antes formaban parte de nuestro día a día. Hoy en día, y gracias a las redes sociales son muchas las personas que se reencuentran después de mucho tiempo sin verse, y otras tantas que consiguen mantener su amistad a pesar de no verse habitualmente.
Ahora, un estudio publicado en la revista Journal of Personality and Social Psychology, descubrió que las personas subestimamos más de los que pensamos lo que sentimos cuando un viejo amigo o conocido se pone en contacto con nosotros después de mucho tiempo.
"Si ha habido alguien con quien has dudado en ponerte en contacto, con quien has perdido el contacto quizás, deberías hacerlo, y es probable que esta persona lo aprecie mucho más de lo que piensas", dijo Peggy Liu, autora principal del estudio. Liu es titular de la cátedra Ben L. Fryrear de marketing y profesora asociada de administración de empresas en la Escuela de Negocios Katz de la Universidad de Pittsburgh.
Los investigadores llevaron a cabo una serie de 13 experimentos con más de 5.900 participantes para comprobar si la gente podía estimar con precisión cuánto valoran retomar el contacto con amigos, y a través de qué medios los hacían. Los experimentos descubrieron que los indicadores subestimaban la reacción del destinatario.
"A menudo se trata menos de este tipo de grandes propuestas que podemos hacer en nuestras relaciones y más de los pequeños momentos en los que hacemos saber a un amigo que estamos pensando en él", afirma Miriam Kirmayer, psicóloga clínica y experta en amistad que no participó en el estudio.
El estudio concluyó que el destinatario aprecia más la conversación cuando no se la espera, es decir, cuando viene de alguien con quién hace mucho que no hablas: "Cuando se siente esa sensación de sorpresa positiva", dijo Liu, "realmente aumenta el aprecio que se siente".
Las relaciones de amistadpueden llegar a ser uno de los factores más importantes a la hora de predecir nuestra salud y longevidad, aumento incluso nuestros años de vida.
"Este tipo de pequeños acercamientos con apuestas menores pueden contribuir en gran medida a fortalecer las relaciones desde el principio, a levantar una amistad y a mantenerla a lo largo del tiempo", afirma Kirmayer.
El miedo al rechazo
La socióloga Anna Akbari afirma que las amistades necesitan alimentarse, pero que debido a una serie de inseguridades muchas personas no se atreven a tender la mano. Para superar este malestar, es importante tener en cuenta los patrones de pensamiento automáticos que aparecen cuando quieres comunicarte con un amigo, e intentar contrarrestarlos. Un ejemplo de estos pensamientos es que uno de los dos puede sentir que se preocupa más por la amistad que el otro.
Uno de los momentos que más temen las personas que quieren retomar el contacto es el miedo al rechazo. Según Akbari, si las personas se dejan llevar por esta sensación pueden llegar a quedarse de brazos cruzados y perderse las experiencias que podrían vivir con las viejas amistades.
"Es imposible evitar el rechazo, por lo que aprender a aceptarlo puede permitir a las personas ser más resilientes", apuntó Abari.
Otra de las maneras de combatir el miedo es poniéndose en el lugar de sus amigos, y pensar cómo se sentirán cuando reciban el mensaje, explicó Marisa Franco, psicóloga y profesora clínica adjunta de la Universidad de Maryland. Hacerlo puede ayudar a mitigar la sensación de que las cosas van a salir mal.
Las redes sociales
La investigación no ha tenido en cuenta los efectos que puede tener retomar estas amistades a través de las redes sociales, y los expertos en relaciones de amistad tienen opiniones diferentes sobre estas aplicaciones y la amistad.
Para aquellos que no se sientan preparado para iniciar una conversación, dejar un comentario en redes sociales puede ser un bueno comienzo, asegura Franco.
No obstante, Akbari, explicó que el uso de las redes sociales puede conducir a tener conversaciones más superficiales: "Confundimos los comentarios en las redes sociales con la comunicación personal y la conexión, en lugar de con los intercambios privados", aseguró.
Y es que comunicarse por escrito, ya sea a través del correo electrónico o teléfono móvil, no es tan impersonal como hacerlo a través de las redes sociales. Además, para algunas personas llamar por teléfono es un momento bastante incómodo, aunque sea una conversación más amena: "Si estamos al teléfono o cara a cara con alguien, estamos dialogando", explicó Akbari. "Puedes responder. Puedo decir algo. No hay una especie de "voy a pensar en ello’, "voy a elaborar lo justo’ o ‘puedo optar fácilmente por no hacerlo si me resulta mínimamente incómodo’".
Un buen momento para valorar la amistad
El estudio, según Akbari, puede ayudar a las personas a calmar la ansiedad que sienten a la hora de contactar con sus antiguas amistades.
Lo peor que puede ocurrir si contactas con alguien es que no responda. "Ya tienes la respuesta de cómo te considera esa persona", respondió Akbari sobre la falta de respuesta. "Cambia tu atención a otra persona que será más agradecida, que te corresponderá".
Y es que a veces, las personas sienten que los únicos que están haciendo un esfuerzo por mantener la relación de amistad son ellos, y eso les supone una gran carga emocional.
"A veces podemos sobrestimar hasta qué punto somos nosotros mismos los que iniciamos el contacto", explicó. "También es importante rebatir eso un poco, para tomar nota de los pequeños momentos en los que nuestros amigos nos contactan", concluyó.
Sobre el autor:
Laura Moro
Laura Moro es graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid, y está especializada en temas de salud y género. Su trayectoria profesional comenzó en Onda Cero Talavera.