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Los mayores no son gruñones: un estudio pone fin al estereotipo

Lidia Lozano

Foto: Big Stock

Sábado 11 de marzo de 2023

4 minutos

La oxitocina, una hormona clave para la felicidad y el eje del estudio

Los mayores no son gruñones: un estudio pone fin al estereotipo
Lidia Lozano

Foto: Big Stock

Sábado 11 de marzo de 2023

4 minutos

El estigma del "abuelo gruñón" sigue persiguiendo a las personas mayores. Ahora, la ciencia ha demostrado que este estereotipo no es para nada cierto. 

Un grupo de investigadores del Centro de Estudios de Neuroeconomía de la Universidad de Claremont y del Departamento de Psicología de la Universidad del Sur de California en Los Ángeles, descubrieron en 2022 que, a medida que nos hacemos mayores, nos volvemos más amables. Ahora explican a través de una publicación en 'Frontiers in Behavioral Neuroscience' por qué nuestras ideas no eran correctas.

Para el estudio analizaron los niveles de oxitocina en 103 participantes -de entre 18 y 99 años-. Encontraron dos comportamientos que se repetían: habían donado dinero u otros bienes a una asociación benéfica y/o habían realizado algún voluntariado de ámbito social. Descubrieron que estos comportamientos están relacionados con un aumento en los niveles de la hormona oxitocina a medida que envejecemos.

¿Qué es la oxitocina?

También conocida como la hormona del amor, es una sustancia que segrega nuestro cuerpo y que, junto a las endorfinas, son muchos más potentes que algunas drogas. Interviene en procesos fisiológicos, activa comportamientos mecánicos e influye en distintas áreas cerebrales.

Tiene un papel fundamental en la sensualidad, la afectividad, la empatía y la sexualidad, así como en el parto, donde se utilizan oxitocinas artificiales; y también es muy importante para estados de relajación y felicidad

La oxitocina ayuda en el parto

Confianza, altruismo y generosidad

Ya se había relacionado anteriormente esta hormona con la confianza, el altruismo y la generosidad. En 2019, un estudio de la Universidad Nacional de Singapur, investigó qué hace a las personas ser más generosas con la edad. Se centró en averiguar cuánta cantidad de dinero estaban dispuestos a donar dos grupos de personas (uno con una media de 70 años y otro de 23). 

El director de la investigación, Yu Rongjun, dijo que, una mayor generosidad entre las personas mayores, posiblemente se produce "porque a medida que las personas envejecen, sus valores se alejan de los intereses puramente personales hacia fuentes de significado más duraderas que se encuentran en sus comunidades". 

¿Cuánto estarías dispuesto a colaborar con el cáncer infantil?

En el estudio actual, también se ofreció a los voluntarios la opción de donar parte de lo que ganaron por participar en el estudio a una asociación benéfica contra el cáncer infantil. Con esto también midieron el comportamiento prosocial inmediato, y los resultados mostraron que la química neuronal que ayuda a mantener las relaciones sociales parece fortalecerse con la edad. 

Además, les proyectaron un vídeo de un niño con cáncer, ya que, según otros estudios, las narrativas difíciles producen liberación de oxitocina en el cerebro. Se tomaron muestras de sangre antes y después del vídeo y se comprobó que, efectivamente, existe un cambio.

Los investigadores subrayan que necesitan más estudios, aunque la información obtenida es muy interesante, para que "la brecha en la concepción actual sobre jóvenes y mayores adquiera una deriva sana", ya que, según estima la ONU, en el año 2050, una de cada seis personas tendrá más de 65 años, y casi 500 millones tendrán más de 80. Acabar con esta estigmatización es garantía de un futuro mejor para todos. 

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Lidia Lozano

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