
La reforma de pensiones que dejó pendiente el Papa Francisco en el Vaticano
A finales de 2024 instó a tomar medidas para mejorar las cuentas del Fondo de Pensiones Vaticano

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Uno de los retos a los que tendrá que enfrentarse el nuevo Papa León XIV serán las decisiones que tienen que ver con las finanzas. Entre ellas destacan las pensiones de los sacerdotes y trabajadores vaticanos. Un asunto sobre el que el difunto Papa Francisco advirtió a finales de 2024 en una carta de la que se hizo eco 65YMÁS, en la que exponía que el sistema de pensiones del Vaticano se enfrenta a "graves problemas" de sostenibilidad para las generaciones futuras". Esta situación abre también el debate sobre la necesidad de revisar la edad de jubilación de los trabajadores del Vaticano y de los sacerdotes, actualmente "sugerida" – pero no obligatoria– a los 75 años.
La carta, emitida el pasado 19 de noviembre de 2024, por el difunto Papa Francisco iba dirigida a la Curia Romana, e instaba a llevar a cabo reformas urgentes para abordar esta situación. En su misiva, Francisco ponía énfasis en su política de "déficit cero" de las cuentas Vaticanas y en este caso sobre la gestión del Fondo de Pensiones, ya considerado uno de los temas centrales de la reforma económica, y que ha sido motivo de preocupación para sucesivos Papas desde su creación.

El cardenal Kevin Farrell, encargado de tomar "medidas urgentes"
"Actualmente es incapaz de garantizar a medio plazo el cumplimiento de la obligación de pensiones para las generaciones futuras", afirmaba el Papa, que designó al cardenal Kevin Farrell el pasado noviembre como administrador único del Fondo de Pensiones para llevar a cabo esta transformación financiera. "Esta elección representa, en este momento, un paso esencial para hacer frente a los retos a los que se enfrenta nuestro sistema de pensiones en el futuro", añadía el Papa, quien urgía a que se tomasen las medidas necesarias para resolver el problema.
"Ahora todos somos plenamente conscientes de que necesitamos medidas estructurales urgentes, impostergables, para lograr la sostenibilidad del Fondo de Pensiones, en el contexto más general de los recursos limitados disponibles para toda la organización, y una cobertura previsional adecuada para los empleados presentes y futuros, en una perspectiva de justicia y equidad entre las diferentes generaciones. Estas no son decisiones fáciles que requerirán especial sensibilidad, generosidad y disposición al sacrificio por parte de todos", añadía la carta. Según Reuters, el patrimonio neto del Fondo de Pensiones vaticano rondaba los 631 millones de euros en 2022, pero no son datos oficiales, por lo que desde la Associazione Dipendenti Laici Vaticano (ADLV) instaban en un comunicado emitido este lunes a esperar y cuestionaban el supuesto déficit del Fondo de Pensiones del Vaticano.

Déficit y aumento de esperanza de vida
Al respecto, el escritor y periodista José Catalán Deus (@gRRound), excorresponsal en el Vaticano, explica a 65YMÁS que las finanzas del Vaticano siempre han sido un "secreto impenetrable" del que poco se ha conseguido averiguar en las últimas décadas. "Como todos los Estados del mundo occidental sus finanzas tienen un fuerte déficit y sus pensiones corren mucho riesgo con el aumento de duración de la vida... Es posible que también necesite un 'ere' pues su plantilla puede estar sobredimensionada y que el nuevo Papa se le pida a los empleados 'sacrificios' en parte para poder mantener el todo", opina. Lo que refleja el último boletín de la Secretaría para la Economía correspondiente al ejercicio de 2023, es que el desequilibrio presupuestario del Vaticano alcanzaba los 83,5 millones de euros (5 millones más que en 2022).
Respecto al nombramiento del camarlengo Farrell, el autor del libro Después de Ratzinger, ¿Qué?: Balance de cuatro años de pontificado y los desafíos de su sucesión (Editorial Atalaya) considera que "podemos ser escépticos ante la posibilidad de resultados rápidos y efectivos. Ya en tiempos de Benedicto XVI se intentó acometer el problema pero el encargado de ello tuvo que tirar la toalla apesadumbrado por las resistencias y opacidades con que se encontró". Además, según publican varios medios especializados, habría que diferenciar entre el sistema de pensiones de los trabajadores de El Vaticano y los beneficiarios del Instituto para las Obras de Religión (IOR), más conocido como el Banco Vaticano, que está en mucha mejor posición financiera.
El dilema del retraso de la edad de jubilación de los sacerdotes
Sobre medidas tomadas en otros estados del mundo para ajustar el sistema de pensiones como revisar la edad de jubilación, en este caso se torna complicada. Aunque a los sacerdotes , se les invita a retirarse a los 75 años, según establece el código de Derecho Canónico, ésta no es una medida obligatoria. Al respecto, Miguel Campo, Profesor de la Facultad de Derecho Canónico de la Universidad Pontificia Comillas (@UCOMILLAS) considera que "es un tema delicado".
"Por un lado, está una acuciante necesidad de sacerdotes para atender las necesidades pastorales, pero creo que también se debería valorar el "derecho" al descanso y a una vejez tranquila. Ahora mismo los Obispos piden a los sacerdotes que sigan desempeñando oficios pastorales hasta los 75 años. Yo creo que es una edad más que razonable para poder permitir a alguien que pueda descansar. Y esto para el clero diocesano, en la vida religiosa ni siquiera se contempla ninguna modalidad de jubilación", nos explica.

¿Cuántos años tienen los cardenales de la Iglesia?
A todo esto hay que añadirle la elevada edad media de los religiosos, al menos de los que llegan a altos cargos. Sumando a todo el Colegio cardenalicio, la edad media de los sacerdotes es de 77 años. Si solo contamos a los electores, baja a 69 años. Y si solo contamos a los no electores –es decir, a los mayores de 80 años–, sube a 86 años. El cardenal de más edad de la Iglesia católica es el italiano Angelo Acerbi, de 99 años. Mientras que el cardenal más joven de la Iglesia es Mykola Bychok, de 45 años.
Para hacerse una idea de la reforma necesario, hay que tener en cuenta que la Ciudad del Vaticano, con apenas 0,49 kilómetros cuadrados de extensión y una población de alrededor de 800 personas, emplea a unas 4.500 personas según estimaciones de medios internacionales como Associated Press (AP). De los que alrededor de 3.100 trabajan en la Curia Romana y el resto en las oficinas de la Santa Sede, en los Museos Vaticanos y otras estancias oficiales.