Esto es lo que deberías comer según tu tipo sanguíneo

Los científicos James y Peter J. D’Adamo desarrollaron una obra titulada Los grupos sanguíneos y la alimentación en el que dieron a conocer la teoría de que la buena o mala asimilación de los alimentos que ingerimos depende de nuestro grupo sanguíneo.

Además, abarcaron otras cuestiones que también dependen del grupo sanguíneo, como la susceptibilidad a la enfermedad, los alimentos que debemos ingerir o cómo ha de ser la práctica de ejercicio físico.  

Recordemos que en total existen cuatro grupos sanguíneos: A, B, AB y O. Según la teoría de los científicos D’Adamo, a cada uno se le atribuyen unos alimentos que le son beneficiosos y otros perjudiciales, que es necesario limitar o evitar. Descubramos cuáles son.

Tipo A

El origen del tipo A se remonta 20.000 años atrás, cuando el hombre era campesino y había desarrollado el cultivo de cereales y la fermentación de la leche. Por lo tanto, la teoría de los D’Adamo indica que las personas de este grupo sanguíneo son más capaces de digerir eficientemente los carbohidratos, la proteína y la grasa animal. 

Para este grupo, los alimentos beneficiosos son la fruta, cereales, legumbres y verduras. También pescado en pequeñas cantidades, semillas y frutos secos. Y los alimentos perjudiciales: la carne, los alimentos salados o ahumados, los productos lácteos y los productos a base de harina de trigo.

Tipo B

Este grupo sanguíneo apareció hace 15.000 años en los pueblos pastores de los montes del Himalaya, dónde se llevaba una dieta a base de leche y derivados lácteos como el kéfir. Toleran bien la carne de cordero y carnero, pero no algunos cereales, cuyo cultivo se desarrolló fuera de sus tierras. 

Para este grupo, los alimentos beneficiosos son abundantes frutas y hortalizas de hoja verde, carnes magras, pescado, huevos y productos lácteos. Y deben evitar el marisco, el pollo, el cerdo y los embutidos, los productos a base de trigo y maíz y las semillas y frutos secos.

Tipo AB

Se trata del grupo sanguíneo más moderno, ya que surgió hace unos 1.000 años. Se basa en la mezcla de caucásicos (con predominio del tipo A) y nómadas mongoles (con predominio del tipo B), por lo que presenta características de ambos. Por ejemplo, posee una insuficiente secreción gástrica, una mala digestión de la carne, pero una buena tolerancia a la leche y a los derivados lácteos. 

Las personas del tipo AB deben comer pescado, lácteos, quesos, frutas, hortalizas y las grasas vegetales como el aceite de oliva. Y los alimentos que más pueden perjudicar su salud son productos a base de harina de trigo, vinagre, carnes en conserva o ahumadas, embutidos, pimienta, pasta y de carnes rojas.

Tipo O

Por último, tenemos el grupo sanguíneo más antiguo, que apareció hace 40.000 años con el hombre cazador-recolector. Las personas de este tipo presentan una mayor acidez gástrica y una mayor secreción de enzimas digestivas, funciones desarrolladas evolutivamente para digerir la carne de caza y el pescado. 

Sin embargo, cuentan con una mala tolerancia a los cereales, las leguminosas y los lácteos, puesto que se trata de alimentos que se introdujeron en la dieta miles de años después. 

En este tipo, los alimentos beneficiosos serían frutas y verduras en abundancia, carnes magras (evitando la de cerdo y los embutidos), pescado y marisco. Y deben evitar comer productos que contengan trigo, bebidas gaseosas, café, leche, lácteos, quesos, huevos y productos que llevan maíz y cereales.