Conocer la procedencia de los alimentos que consumimos nos dará información sobre la calidad de los mismos, incluso del aporte que conseguiremos con ellos. Un ejemplo son los huevos que compramos en el supermercado, y es que podemos conocer la calidad de los mismos fijándonos en un simple detalle.
Así lo explica la nutricionista Blanca García-Orea a través de sus redes sociales, señalando que "la calidad de los huevos que compras influye en las vitaminas y nutrientes que te aportan".
Primer dígito
Esta información la encontraremos en los números que solemos ver impresos en la cáscara de los huevos, en concreto en el primer dígito que aparece. "A la hora de comprar huevos nos tenemos que fijar en el primer dígito que va impreso en el huevo, porque este nos va a indicar la forma de cría del animal", explica la nutricionista, que apunta que encontraremos "o bien un 0, 1, 2 o un 3".
Si el primer dígito es un 0, significará que es de "producción ecológica", afirma, "es decir, que estas gallinas viven en libertad y se alimentan con pienso ecológico".
Si, en cambio, el primer dígito es un 1, significará que son huevos camperos. "Son muy parecidos a los ecológicos porque las gallinas pueden salir y picotear la tierra, pero, sin embargo, la alimentación no es ecológica", explica.
A partir de estos números, la calidad desciende notoriamente, y es que, si el primer dígito es un 2, querrá decir que "son de gallinas denominadas de suelo, que quiere decir que están libres en el suelo, pero en el interior de una nave sin salida al exterior y tienen iluminación artificial durante 24 horas".
Por último, si el primer dígito es el número 3, significará que son gallinas criadas en jaula. "Es el método de crianza más habitual en España por su bajo coste de producción, pero, sin embargo, es un método de crianza muy poco natural porque los animales no se pueden mover prácticamente".
Teniendo esto en cuenta, la nutricionista advierte que, si compramos huevos que tengan el primer dígito un 2 o un 3, "no van a aportarte vitamina D, porque la vitamina D se obtiene a través de la luz solar a la que este tipo de gallinas no tienen acceso, porque tienen iluminación artificial las 24 horas del día".
En este sentido, recuerda que "la vitamina D es imprescindible para calcificar y se obtiene a través de la luz solar, a la que las gallinas enjauladas no tienen acceso".