Alimentación

6 formas de abrir una botella sin sacacorchos

Rosa Roch

Foto: BigStock

Miércoles 29 de diciembre de 2021

ACTUALIZADO : Miércoles 29 de diciembre de 2021 a las 12:13 H

4 minutos

Cómo abrir una botella sin sacacorchos
Rosa Roch

Foto: BigStock

Miércoles 29 de diciembre de 2021

4 minutos

¿Cuántas veces nos hemos encontrado que estamos de celebración y no aparece el sacacorchos? O nos vamos de picnic y lo olvidamos en casa. ¿Y esa escapada a la playa para ver las estrellas una noche de verano? ¿Cómo no pensé en coger el sacacorchos? Rebobinemos y… ¡Que no se acabe la fiesta! Aquí te explico cómo abrir una botella de vino sin sacacorchos y sin romperla.

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1.- Con un cuchillo

Se trata de clavar con cuidado un cuchillo de sierra en el centro del corcho hasta la mitad o algo más del mismo, sin llegar a travesarlo para que no caigan restos del corcho en el interior de la botella. Una vez introducido el cuchillo, con mucho cuidado, intentaremos hacer girar el corcho para que se despegue de las paredes del cuello de la botella. Esta es la parte más complicada. Cuando hayamos conseguidos mover el corcho ya solo quedará seguir girando mientras tiramos hacia arriba, hasta conseguir casar el tapón. 

2.- Con un tornillo de gancho o hembrilla

Este sencillo truco solo necesita un tornillo de gancho y un bolígrafo o una pieza de forma similar. También bastante fuerza. Enroscaremos en el tapón el tornillo de gancho que ha de ser de unas medidas considerable para que quede bien sujeto. A continuación, pasaremos el cuerpo de un bolígrafo o el mando de una cuchara o algo similar, por el gancho de tornillo obteniendo una “herramienta” en forma de T. Esto nos permitirá girar el tornillo a la vez que tiramos con cuidado, pero con fuerza, como si usáramos un sacacorchos tradicional.

3.- Con un tornillo largo

La idea sería similar a la anterior. Con un tornillo largo lo enroscaremos en el corcho, casi completamente, dejando solo medio centímetro, aproximadamente, para llegar a la cabeza del tornillo. Con un tenedor cogeremos la cabeza del tornillo e iremos haciendo palanca, primero hacia un lado y luego hacia el otro, hasta que poco a poco vaya subiendo y podamos acabar de sacarlo con las manos.

4.- Con un zapato

Los dos métodos anteriores pueden ser efectivos si estamos en casa, pero si por el contrario nos encontramos en el campo, siempre nos queda el zapato, eso sí hay que tener paciencia y destreza. Pondremos la base de la botella sobre el tacón por la parte interior y golpearemos suavemente el tacón, aguantando la botella con la mano, contra una pared, piedra, tronco de árbol… la idea es que la vibración del golpe que recibe el tacón se transmita a la botella y el vino empuje el aire que queda entre él y el corcho para el que, a su vez, empuje el tapón y este vaya saliendo. Una vez ha salido un trozo del corcho ya podemos tirar de él con las manos. Es mejor dar pequeños golpecitos que querer ir rápido acabar con la botella hecho añicos.

También se puede usar en vez de un zapato una toalla para proteger la base de la botella.

5.- Con calor

Esta vez se trata de calentar durante un minuto el cuello de la botella. Podemos utilizar un mechero de cocina y aplicar la llama alrededor del cuello en la zona donde queda el aire que al calentarse se expandirá y empujará el corcho hacia fuera.

6.- Empujando

Finalmente, siempre podemos empujar el tapón hacia en interior de la botella, por ejemplo, con la ayuda de un tenedor o algo que nos permita hacer fuerza sin que se clave en el corcho, aunque, si bien esta solución resulta eficaz, hay que tener cuidado porque salpica y, además, es menos divertida y porque no, también menos glamurosa.

Sobre el autor:

Rosa Roch

Rosa Roch es redactora especializada en temas de salud, alimentación y gastronomía.

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