Noelia Hontoria
Alimentación
Jarabe de maíz, dextrosa, melaza... todo es azúcar
La mayoría de alternativas al azúcar blanco son muy ricas en azúcares. La más saludable, la Stevia
En los últimos años hay un creciente interés por la alimentación. Tratamos de comer mejor, más saludable y más natural. Entre los enemigos a los que le hemos declarado la guerra, se encuentra el azúcar. Las marcas comerciales están aprovechando para vendernos sus productos con sustitutos del azúcar, sin embargo, en la mayoría de los casos, no deja de ser el mismo lobo con distinto disfraz.
Sustitutos del azúcar que siguen siendo azúcar
Si revisas la lista de ingredientes y encuentras jarabe de maíz, sacarosa, dextrosa, melaza, glucosa, fructosa, sirope de ágave, panela, azúcar de caña, dextrina, lactosa o azúcar de coco, todos ellos son sinónimos de azúcar, tal y como intentan advertirnos desde el proyecto SinAzucar.Org (@SinAzucarOrg), firmes defensores de la causa de evitar las cantidades ingentes de azúcar en nuestra alimentación diaria.
Hay que tener en cuenta que el problema del consumo excesivo de azúcar no radica en su aporte calórico, si no en otros efectos. Es muy adictivo y responsable de enfermedades como la diabetes, la hipertensión, el alzheimer o incluso cuestiones más mundanas, como los dolores gástricos o incluso los dolores de cabeza.
El azúcar blanco no contiene micronutrientes, suele contener residuos de sulfitos y bisulfitos y además roba vitamina B al organismo.
La clave del interés hacia otras sustancias alternativas (como el jarabe de maíz o las mieles) se encuentra en que muchas de estas sí tienen un aporte nutricional más interesante. Los edulcorantes sintéticos, como el aspartamo o la sacarina, están relacionados con el riesgo de cáncer, mientras que los edulcorantes naturales, como la miel, suelen contener vitaminas, minerales y fibra, por lo que, a pesar de su alto contenido en azúcares, son la opción “menos mala”. Pero, no te engañes, siguen siendo azúcar.
Entre los diferentes tipos de edulcorantes, la Stevia parece ser la más beneficiosa para la salud o mejor dicho, la menos perjudicial. Es totalmente natural, sin calorías, apto para diabéticos y no contiene ningún añadido más allá del polvo de las hojas de la planta que lleva el mismo nombre.
En cuanto a los azúcares como tal, el azúcar de caña integral, siempre que sea auténtico, es también el más saludable. Cuidado con el azúcar moreno que se suele comercializar en supermercados. Cuenta con un alto contenido de aditivos, por lo que no es una opción recomendable.