Llamadas, mensajes, correos electrónicos... Los ciberdelincuentes utilizan diferentes métodos para hacerse con datos personales y tener acceso a nuestras contraseñas y cuentas bancarias, o simplemente recibir un pago ante cualquier falsa emergencia. Por lo general, se hacen pasar por organismos y personas conocidas, y aunque algunos intentos de estafa son más fáciles de reconocer que otros, lo que está claro es que estas son cada vez más elaboradas.
La plataforma de mensajería instantánea WhatsApp es uno de los canales cada vez más frecuentes a través del cual los ciberdelincuentes tratan de obtener datos personales y bancarios, lo que se conoce como "whatsapping".
¿En qué consiste el whatsapping y cómo evitarlo?
El whatsapping consiste en utilizar esta aplicación por parte de los ciberdelincuentes, normalmente haciéndose pasar por un familiar cercano que se encuentra en una situación de emergencia, como la conocida estafa del hijo. Por lo general, este familiar escribe desde un número de teléfono distinto y lo hace para pedir dinero con cualquier excusa, explican desde el blog del Banco de España (@BancoDeEspana).
También es habitual que se hagan pasar por una empresa, entidad bancaria o un contacto desconocido dentro de un grupo al que pertenecemos. Lo que buscan es conseguir que la víctima les dé un código de verificación para recuperar la cuenta de WhatsApp, consiguiendo así instalarla en un dispositivo diferente para pedir dinero a sus contactos. También pueden solicitar claves de un solo uso para obtener datos bancarios.
"El ciberdelincuente utilizará técnicas de ingeniería social para tratar de ganarse tu confianza, manipularte y conseguir tus datos bancarios. Bajo ningún concepto debes facilitárselos. Recuerda que esto le puede pasar a cualquiera, así que mejor estar prevenido", explican.
En este sentido, han dado algunos consejos para evitar caer en esta nueva modalidad de estafa:
Estar al tanto de las formas y vías que utiliza nuestro banco para comunicarse con nosotros, y desconfiar si de repente lo hacen de forma diferente y extraña, si, por ejemplo, solicitan que les demos información para confirmar nuestra identidad.
En caso de dudas, lo mejor será bloquear el número y contactar directamente con la entidad correspondiente.
No realizar ningún pago o transferencia sin estar completamente seguros de quién será el remitente.
No pagar ningún rescate para recuperar tu cuenta, ya que la aplicación permite recuperarla en caso de pérdida o secuestro contactando con el soporte técnico.
No compartir códigos de verificación de ningún tipo por SMS.
Activar la verificación en dos pasos para verificar tu identidad cada vez que inicies sesión en un dispositivo nuevo.
Mantener actualizada la aplicación.
Sobre el autor:
María Bonillo
María Bonillo es licenciada en Comunicación Audiovisual y Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Escribe principalmente sobre temas de sociedad. También tiene experiencia en comunicación corporativa de empresas como OmnicomPRGroup y Pentación Espectáculos.