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Practicopedia
Cómo podar los geranios para alcanzar su máximo potencial
El paso clave para una buena floración y una salud óptima
Los expertos de Pelargonium for Europe (PfE) han desvelado un paso clave para lograr un aspecto perfecto, una salud óptima y una buena floración de los geranios. También, explican cómo quitar las flores marchitas del geranio y la manera de podar correctamente para obtener el régimen de belleza óptimo en la mayoría de las variedades de la planta.
Alcanzar el máximo potencial de tus geranios va más allá de brindarles los cuidados básicos de luz solar, calor, agua y nutrientes.
Para mantener una floración constante de primavera a otoño, según explican los expertos de Pelargonium for Europe (PfE), la poda se alza como un paso clave.
La poda
Para lograr un aspecto perfecto, una salud óptima y una buena floración, es importante eliminar de forma regular las flores u hojas marchitas por varias razones.
Principalmente, esta práctica contribuye de manera significativa a realzar la belleza estética de las plantas.
También, previene el desarrollo de enfermedades. Las condiciones húmedas propician que las flores y las hojas marchitas se peguen, creando un entorno propicio para el desarrollo de enfermedades fúngicas.
Así mismo, la poda no solo mantiene la salud de la planta, sino que también impulsa el proceso de floración. En lugar de invertir su energía en la formación de semillas, el geranio pone toda su fuerza en producir nuevas flores. Por esto, la poda alimentará a tu planta para que florezca aún más.
Las flores del geranio
Crecen en racimos, conocidos como umbelas, que están conformados de un gran número de flores individuales.
Como norma general, no todas florecen simultáneamente, lo que implica que algunos racimos pueden mostrar flores marchitas mientras que otros aún no han florecido todavía.
Aunque se vean unas pocas flores marrones, a muchos amantes de los geranios les parece una pena quitar toda la umbela. Por eso, hay casos en los que la opción de retirar únicamente las flores individuales marchitas es válida; aun así, esta tarea puede volverse laboriosa si se cuenta con múltiples geranios.
Aunque quitar el racimo completo no suele plantear inconvenientes, no se recomienda ignorar durante largos periodos de tiempo las flores y las hojas dañadas.
Cabe destacar que para las variedades semidobles y dobles, este cuidado resulta aún más crucial que para los geranios de floración única.
La clave para podar tu geranio
Seleccionar el momento oportuno constituye un factor esencial.
No es necesario recurrir a cuchillos ni tijeras para deshacerse de las flores marchitas; se pueden arrancar con facilidad de forma individual. En caso de que los racimos estén marchitos pero no totalmente secos, se recomienda desglosarlos uno por uno desde la base.
Para eliminar la umbela en su totalidad, sigue el tallo con dos dedos hasta dar con la base del brote y, después, rompe en dirección contraria al crecimiento.
En concreto, estas plantas son más propensas a una poda efectiva cuando los tallos están saturados de líquido, lo cual suele ocurrir unas horas después de un riego o de una llovizna.
Sin embargo, con condiciones climáticas adversas, como lo son las lluvias continuas y los vientos fuertes, las variedades grandes, como las semidobles y dobles, pueden enfrentar desafíos.
En estos casos, si no puedes proporcionar cobertura protectora, es vital retirar las flores y hojas mojadas y dañadas inmediatamente después de un período de mal tiempo.
Si deseas evitar podas regulares, las variedades autolimpiantes son una elección inteligente. Estas se desprenden de manera natural y suelen regenerar nuevas flores rápidamente.