Cómo recalentar las patatas fritas y que queden como recién hechas

Las patatas fritas recién hechas son un plato muy apetecible y del que cuesta cansarse, pero, una vez que se enfrían, su sabor y textura cambian completamente y ya no son un plato tan apetecible. Esto sucede porque las patatas tienen una gran cantidad de almidón en forma de gránulos (como esferas) de diferente tamaño. Cuando freímos la patata, sometiéndola a una alta temperatura, las esferas del almidón sufren un proceso llamado gelatinización y se hinchan, dando al interior de la patata frita su textura cremosa que tanto gusta. Mientras, en el exterior, la patata se quema en contacto con el aceite, formando la cobertura seca y crujiente que conocemos. Sin embargo, cuando la patata se enfría, el proceso se invierte: los gránulos empiezan a perder agua lo que provoca la textura arenosa y seca. A la vez, el agua sale a la superficie de la patata, empapando la cubierta crujiente y convirtiéndola en una masa fofa.

Y si, como es lógico, echamos mano del microondas para recalentarlas al igual que hacemos con otros alimentos, el resultado es decepcionante porque se quedan blandas y con mal sabor. Por tanto, ¿cuál es la manera adecuada de recalentar unas patatas fritas y que vuelvan a estar tiernas por dentro y crujientes por fuera como si estuvieran recién hechas.? Existen diferentes formas:

En la sartén

Puede sorprendernos que simplemente haya que volver a freír las patatas, pero es así. Ahora bien, siguiendo una serie de consejos para obtener buenos resultados. Primero de todo debemos poner una sartén a fuego medio hasta que esté muy caliente (una alta temperatura es clave). Añadimos una pequeña cantidad de aceite de oliva y colocamos las patatas en pequeñas cantidades para que no queden amontonadas. Dejamos que se calienten durante unos dos minutos mientras removemos. Para acabar, debemos eliminar el exceso de aceite con papel de cocina y echamos sal al gusto.

En la freidora

Si tenemos una freidora, también lo podemos utilizar para recalentar las patatas. El truco está en poner el aceite a máxima temperatura y sumergirlas durante unos segundos (3 o 4) varias veces hasta que estén calientes. Cada vez que saquemos las patatas, debemos agitar el cestillo para escurrir el aceite.  

En el horno

También podemos utilizar el horno para lograr nuestro propósito. En este caso lo precalentaremos a unos 200 grados y cuando esté caliente, sacamos la bandeja y colocamos en ella las patatas en una sola capa y sin que estén amontonadas para que no se peguen. Dejamos unos 7-8 minutos las patatas dentro (o hasta que comprobemos que ya están a nuestro gusto). Mejor si durante este tiempo las removemos un poco.