Cómo medir bien la presión de los neumáticos
Este proceso adquiere una importancia especial durante los meses más fríos del invierno
En invierno es normal que la presión de los neumáticos disminuya con el cambio de temperatura. Lo que, de seguir así mucho tiempo, puede provocar graves problemas no solo en tu vehículo, también en tu seguridad al aumentar el riesgo de accidentes. Por ejemplo, una presión inadecuada hace que tu coche consuma más combustible, que haya menos contacto con el asfalto y, por lo tanto, que tu control sobre el automóvil también corra peligro. Por eso, siempre que puedas, acude a un taller para comprobar este aspecto y, en el caso de que fuera necesario, corregirlo.
Pero, ¿cuál es la presión recomendada para tus neumáticos? Obviamente, cada modelo debe seguir unas instrucciones y consejos de uso que hay que cumplir a rajatabla. No obstante, “los turismos ligeros suelen llevar una presión recomendada comprendida entre los 28 a 30 psi (libra por pulgada cuadrada)”, tal y como aseguran desde los talleres Midas (@midas_es).
Bajo esta premisa y aunque puedas acudir a un especialista para solucionar dicha gestión, también es posible hacerlo en tu propia casa con ayuda de un manómetro, disponible en la mayoría de estaciones de servicio. Cuando ya lo tengas en tu poder, ¿qué pasos debes seguir?
Una medición siempre en frío
- En primer lugar, debes quitar el tapón del neumático con mucho cuidado.
- A continuación, conecta la manguera del manómetro al orificio que acabas de liberar, del cual debe salir un chorro de aire.
- Cuando el enlace ya esté hecho, verás reflejado en el manómetro la cantidad de aire de la que disponen tus ruedas. Solo tienes que comprobar si dicho valor está dentro de las recomendaciones del fabricante.
- Si es así, vuelve a poner el tapón y usa los neumáticos con total tranquidad.
- De lo contrario, tendrás que añadir o quitar presión según la cifra que hayas obtenido.
A pesar de que este proceso es de lo más sencillo, para llevarlo a cabo correctamente debes seguir una serie de consejos que a veces pasamos por alto. Sin ir más lejos, los neumáticos deben estar completamente fríos. Además, los resultados serán mucho más certeros si estos no han recorrido todavía muchos kilómetros.
Otro aspecto que debes valorar en profundidad es el estado de los tapones de las válvulas, pues son los que van a impedir que el aire salga al exterior y, por lo tanto, que la presión se mantenga adecuada. A veces los manejamos con rapidez y no comprobamos si están desgastados o necesitan un cambio. Siempre que veas algún problema, no dudes en adqurir unos nuevos. En cuanto a la frecuencia de medición, los expertos aseguran que lo más recomendable en comprobar la presión de los neumáticos una vez al mes.
