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¿Cuáles son las diferencias entre el oro blanco y el oro amarillo?

Victoria Herrero

Sábado 30 de noviembre de 2019

ACTUALIZADO : Sábado 30 de noviembre de 2019 a las 6:55 H

3 minutos

Las diferentes tonalidades de oro dependen del porcentaje de metales que usemos en la aleación

Alianzas de oro (bigstock)
Victoria Herrero

Sábado 30 de noviembre de 2019

3 minutos

A la hora de tener un bonito detalle con otra persona en forma de joya, muchas veces nos hemos preguntado las diferencias que existen entre el oro blanco y el amarillo. ¿Son igual de resistentes? ¿Y de precio? ¿A qué se deben las distintas tonalidades en las que podemos encontrar este metal?

El oro es un metal que posee unas características muy blandas y maleables; además de su tono amarillo brillante. Otra de las peculiaridades del dorado es que es muy resistente al óxido, de ahí su durabilidad; pero hay que tener cuidado si lo exponemos durante mucho tiempo al cloro o a la lejía, por ejemplo.

El color del oro

Así, cuando su uso es para joyería se suele mezclar con distintas aleaciones como es el zinc, la plata, el cobre o el níquel. De esta manera, obtendremos una pieza que destaque por su durabilidad y resistencia. Precisamente en ese proceso, y según el porcentaje que usemos para cada metal, obtendremos una tonalidad u otra. 

Joyero trabajado una pieza de oro (Bigstock)
  • Amarillo: se obtiene al mezclar el oro con cobre –que le otorga un matiz tirando a rojo– y plata –que le aporta un toque algo más verdoso–. 
  • Blanco: se logra mezclando el oro de 18 quilates con algún que otro metal blanquecino como platino, manganeso, paladio, zinc o níquel. Además, los joyeros suelen emplear el rodio para dar un baño a esa pieza y darle un acabado brillante. 
  • Rosa: se obtiene a partir de la mezcla de oro con plata fina y cobre, en menor cantidad para diferenciarlo del tono más convencional. 

¿Sabías que, además, de estas tonalidades más conocidas, podemos tener verde, azul, gris, rojo e incluso negro? De este modo, si mezclamos oro y plata obtenemos un tono verde; azul si hacemos la aleación con hierro; gris cuando se trata de oro con níquel o rojo si lo unimos con cobre. Por su parte, la tonalidad negra se obtiene a través de un baño de rodio. La única pega en este sentido es que, al ser un revestimiento, necesita un mantenimiento más frecuente.

¿Diferencias de precio o durabilidad?

Si tomamos como ejemplo un anillo de oro de 18 quilates y otro de la misma pureza, pero en tono blanco, el coste apenas varía en un caso u otro; pues se mantiene el porcentaje de oro que se usa en ambos casos y se añaden otros metales en su composición. Normalmente, las diferencias de precio estriban en el diseño; en si lleva añadido otro tipo de piezas preciosas.  

En cuanto a su resistencia, muchas veces se alude al hecho de que el oro blanco tiene peor mantenimiento que el amarillo. Sin embargo, como todo, depende del uso y cuidado que le demos. En este sentido, pasados los años pueden notarse los daños en una pieza de oro amarillo; mientras que en el caso del blanco, al estar revestido en rodio, necesita de un baño cada cierto tiempo.

 

 

 

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