Es fácil imaginar que el abanico tuvo su origen en las regiones cálidas del planeta, cuando los primeros pobladores agitaban hojas para refrescar el cuerpo y alejar a los insectos, pero su utilización llega hasta nuestros días. Y es que están en todas partes, los incorporan a sus colecciones los diseñadores, los usan algunas divas del pop, prescriptoras de moda e integrantes de la realeza…
Lo que está claro es que el abanico siempre ha sido un elegante complemento femenino, pero también ha servido para comunicarse.
La terminología que estudia el lenguaje del abanico y el significado de sus movimientos se la conoce como campiología. Y es que, aparte de su función primordial, siempre el abanico ha sido usado por las féminas para mostrar u ocultar emociones; no en balde, Moliere lo denominó "biombo del pudor".
Las damas del siglo XIX y XX utilizaban esta forma de comunicación ya que la libertad de expresión femenina era nula y, también, para evitar que sus madres se enterasen del cortejo con los hombres.
Hoy te explicamos el significado de las diferentes formas de abanicarse:
-
Cubrirse los ojos con el abanico abierto, significa “Te quiero”.
-
Abanicarse rápidamente. Te amo con intensidad.
-
Abanicarse lentamente. Soy una señora casada y me eres indiferente. También si se abre y cierra muy despacio significa esto.
-
Cerrar despacio. “Sí”. También si nos lo apoyamos sobre la mejilla derecha.
-
Cerrarlo de forma rápida y airada. “No”, lo mismo que apoyarlo en la mejilla izquierda.
-
Si se abre y cierra rápidamente significa “cuidado, estoy comprometida”.
-
Dejar caer el abanico significa: Te pertenezco.
-
Si levantamos los cabellos o movemos el flequillo significa “pienso en ti”.
-
Cubrirse del sol. Significa que eres feo, que no le gustas.
-
Prestar el abanico son malos presagios.
-
Dar el abanico a tu madre, “se acabó”.
-
Dar un golpe sobre un objeto, significa impaciencia.
-
Sujetar el abanico abierto con las dos manos, significa “es mejor que me olvides”.
-
Si se cubre el rostro puede significar “cuidado, nos vigilan”.
-
Si se pasa el abanico por los ojos significa “lo siento”.
-
Si cierra el abanico tocándose los ojos quiere decir, “Cuando te puedo ver”.
-
Abrir el abanico y mostrarlo. Significa “puedes esperarme”.
-
Cubrirse la cara con el abanico abierto significa “sígueme cuando me vaya”.
-
Apoyar el abanico a medio abrir sobre los labios quiere decir “puede besarme”.
- Si apoya los labios sobre el abanico significa desconfianza, “No me fío”.
-
Pasarlo por la mejilla significa, “soy casada”.
-
Deslizarlo sobre los ojos, significa “vete, por favor”.
-
Llevarlo en la mano izquierda quiere decir “deseo conocerte”
-
Moverlo con la mano izquierda significa “nos observan”.
-
Llevarlo o moverlo con la mano derecha, significa “amo a otro”.
-
Pasarlo de una mano a otra significa “estás flirteando con otra” o “eres un atrevido”.
-
Girarlo con la mano derecha significa “no me gustas”.
-
Tocar la palma de la mano quiere decir: “Estoy pensando si te quiero”.
-
Apoyar el abanico abierto sobre el corazón o el pecho quiere decir “te amo” o “sufro por tu amor”.
-
Darse un golpe con el abanico cerrado en la mano izquierda significa “ámame”.
-
Mirar los dibujos del abanico quiere decir: “me gustas mucho”.
-
Bajarlo a la altura del pecho significa “podemos ser amigos”.
-
Cerrarlo sobre la mano izquierda quiere decir: “me casaré contigo”. También significa lo mismo salir al balcón abanicándose o entrar en el salón abanicándose.
-
Arrojar el abanico quiere decir “te odio” o “adiós, se acabó”.
-
Presentarlo cerrado significa “¿me quieres?”.
-
Sobre la oreja izquierda: “Déjame en paz no quiero saber nada de ti”.
-
Sobre la oreja derecha: “No reveles nuestro secreto”.
Una gran variedad de señales que se perfeccionaron con el paso de los años en los que estaba en auge y que actualmente han perdido interés, ya que por suerte las mujeres no necesitan de abanicos para poder comunicarse sin miradas reprobatorias.