En forma de loción, crema o spray, los repelentes anti mosquitos son un arma eficaz contra las desagradables picaduras, que pueden llegar a tener consecuencias serias en niños y personas mayores. Especialmente si sufres alergia a la picadura de algunos insectos, debes tener especial cuidado y no dudar en recurrir al uso de repelentes para evitar los efectos no deseados, como el picor, la inflamación de la zona o el prurito. La Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (@SEICAP) asegura que el 3% de la población española sufre una reacción alérgica intensa ante la picadura de un mosquito, por lo que toda precaución es poca.
Las altas temperaturas hacen que los mosquitos (o más bien las “mosquitas”) estén más activos que nunca. Si además te encuentras en un lugar donde hay agua, más o menos estancada, y humedad (ríos, pozas, lagos, embalses…) tienes la combinación perfecta para resultar “acribillado” por estas pequeñas criaturas. Si vas a realizar una ruta de senderismo, piensas acampar en algún esplendido paraje natural, viajar a un destino exótico o, simplemente, si tu casa está en una zona de riesgo, los repelentes de mosquitos son necesarios.
Antes de utilizar alguno de estos productos, es muy importante leer atentamente su composición y las instrucciones de uso para disfrutar de todas sus ventajas. Los repelentes pueden contener elementos químicos y sustancias nocivas para la salud, como el efectivo pero para muchos desaconsejable y perjudicial DEET. En este sentido, como recalca el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (@Portalfarma), debes adquirir siempre repelentes debidamente autorizados y registrados por las autoridades sanitarias correspondientes.
Como consejo, debes tener en cuenta que los anti mosquitos de este tipo deben utilizarse cuando, efectivamente, las condiciones indican un “ataque” más que probable. Si no se dan esas circunstancias, emplearlos solo por precaución no es aconsejable. Otras recomendaciones que no debes olvidar son: