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Tarjeta de crédito, débito o prepago: ¿cuál te conviene en cada caso?

María Bonillo

Foto: Bigstock

Martes 6 de septiembre de 2022

4 minutos

Conviene saber qué es lo mejor para nosotros en cada ocasión, para así sacarles el máximo partido

Cambios en las tarjetas de crédito
María Bonillo

Foto: Bigstock

Martes 6 de septiembre de 2022

4 minutos

Hoy en día las tarjetas de pago son prácticamente imprescindibles en nuestros monederos. Desde que aparecieron, han evolucionado mucho. Actualmente podemos encontrar distintos tipos de tarjetas de pago en función de lo que necesitemos, sin embargo, a veces las diferencias entre unas y otras son algo difusas. Conviene saber qué es lo que ofrece el mercado y qué es lo mejor para nosotros para cada ocasión, para así poder sacarles el máximo partido. 

En primer lugar, su parecido: todas sirven para pagar en comercios tradicionales y en tiendas online, así como para extraer dinero de los cajeros o realizar alguna otra operación en ellos, tanto en España como en el extranjero. 

 

Estos son los tipos de tarjetas de pago que hay: ¿cuál te conviene en cada caso? Foto: Bigstock

 

Podemos encontrar tres tipos de tarjetas, principalmente, dejando a un lado los diferentes subtipos: tarjetas de débito (utilizadas para disponer de los fondos depositados en las cuentas corrientes, por lo que el límite de disposición de fondos viene establecido por el saldo disponible en la cuenta), tarjetas de crédito (cuando la entidad que las emite concede un crédito, es decir, un dinero por adelantado, permitiendo usarlas hasta el límite de crédito fijado. El pago se realizará normalmente a final de mes sin intereses), y tarjetas de prepago (estas no están vinculadas a una cuenta bancaria y su límite depende del saldo que cargues en ellas previamente).

También están las tarjetas híbridas, es decir, aquellas que mezclan características de las anteriores, como por ejemplo tarjetas de crédito que permitan sacar dinero de cajeros con las mismas comisiones y requisitos que una tarjeta de débito. Por último, podemos encontrar otros subtipos, según indica la Organización de Consumidores y Usuarios (@consumidoresocu), en función de las siguientes características: 

  • Crédito concedido: podemos encontrar tarjetas clásicas, oro o platino.
  • Las formas de pago: tenemos las tarjetas de crédito normales (es posible elegir entre el pago a fin de mes sin intereses o el pago aplazado con intereses) y las tarjetas puramente revolving, poco recomendadas, (permiten el pago a través de cuotas mensuales con intereses, mediante crédito revolving).
  • En función del emisor: tenemos las tarjetas bancarias, emitidas por los bancos; tarjetas financieras, emitidas por entidades no bancarias ni comerciales; y tarjetas comerciales, emitidas por un comercio para adquirir los productos comercializados por la propia empresa.
  • En función del soporte: encontramos las tarjetas físicas, las típicas de plástico, y tarjetas virtuales, pensadas principalmente para operar online, de las que solo se tiene un número de tarjeta, una fecha de caducidad y un PIN.

¿Qué tarjeta elegir?

Por lo general, nos vendrá bien tener varias tarjetas y utilizar cada una en un momento preciso. Desde la OCU, señalan que las tarjetas de débito son la mejor opción para obtener dinero en efectivo sin pagar comisiones, siempre y cuando elijamos bien los cajeros automáticos. 

En cambio, las tarjetas de crédito nos serán más útiles para las compras diarias, ya que además nos podremos beneficiar de la ventaja de que algunas ofrecen incentivos por su usa, y muchas otras se pueden asociar a nuestra cuenta bancaria aunque las emita otro banco. Tampoco tendremos que depender del saldo de la cuenta, aunque esto puede llevarnos a tener que pagar intereses elevados. 

Por último, las tarjetas prepago son un buen complemento a las otras tarjetas, ya que aportan ventajas adicionales, como tener solo el saldo que uno decida cargar en ellas, limitando así las posibilidades de fraude. Son muy útiles también para proporcionar un medio de pago a los hijos u otras personas que no dispongan de cuenta corriente; así como en los viajes al extranjero, ya que permiten evitar comisiones excesivas por extracción de cajeros y cambio de divisas.

Sobre el autor:

María Bonillo

María Bonillo

María Bonillo es licenciada en Comunicación Audiovisual y Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Escribe principalmente sobre temas de sociedad. También tiene experiencia en comunicación corporativa de empresas como OmnicomPRGroup y Pentación Espectáculos.

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