Esta es la temperatura ideal para lavar las sábanas y que duren más tiempo
Cada tejido requiere un cuidado distinto para mantener su suavidad
Lavar las sábanas puede parecer una rutina simple, pero la temperatura elegida influye mucho en su suavidad y durabilidad. Muchas veces lo hacemos de forma automática, sin tener en cuenta que cada tipo de tejido requiere cuidados específicos y que un exceso de calor puede deteriorar sus colores y fibras con el tiempo.
Según los expertos, no existe una única temperatura perfecta para todas las sábanas, sino un rango que depende del material, del nivel de suciedad y de la frecuencia de uso.
La temperatura ideal
Para las sábanas de algodón o mezclas de algodón, 40°C es suficiente para conseguir una limpieza completa. A esta temperatura se eliminan los gérmenes y la suciedad cotidiana sin debilitar las fibras. En cuanto a la frecuencia de lavado, los expertos de IKEA sugieren lavar las sábanas semanalmente a unos 40°C para mantener la sensación de frescor y prolongar su vida útil.

Si las sábanas son blancas o se han usado durante una enfermedad, se puede aumentar la temperatura hasta los 60°C para conseguir una desinfección más profunda, ya que el calor intenso elimina hasta el 99% de bacterias y ácaros. Sin embargo, conviene evitar los lavados tan calientes de forma habitual, porque pueden acortar la vida del tejido.
Tejidos delicados
No todas las telas soportan bien el calor. En el caso del lino, el satén o la seda, lo ideal es no superar los 30°C o 40°C y utilizar programas específicos para prendas delicadas. El agua demasiado caliente puede hacer que las fibras se encojan o pierdan su brillo natural.

Antes de cada lavado, conviene revisar la etiqueta de cuidado de las sábanas. Estas etiquetas ofrecen información esencial sobre el tipo de tejido y la temperatura máxima recomendada, algo que muchas veces pasamos por alto.
Cuando se opta por lavar a baja temperatura, se puede mejorar la limpieza añadiendo productos como bicarbonato o percarbonato de sodio, que refuerzan el efecto del detergente sin dañar las fibras. También conviene no llenar en exceso la lavadora, ya que así el agua y el jabón circulan mejor y las prendas quedan más limpias.
Para el secado, lo ideal es tender las sábanas al aire libre, aprovechando que la luz solar actúa como un desinfectante natural y mantiene su frescura. En caso de usar secadora, se recomienda elegir un programa suave o de baja temperatura para evitar que el tejido se endurezca o pierda elasticidad.



