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Terciopelo, ante, charol, raso... Cómo limpiar los zapatos según el tipo de material

María Bonillo

Foto: Bigstock

Martes 15 de noviembre de 2022

4 minutos

No vale cualquier producto, sino que cada material requerirá de un cuidado específico

Terciopelo, ante, charol, raso... Cómo limpiar los zapatos según el tipo de material. Foto: Bigstock
María Bonillo

Foto: Bigstock

Martes 15 de noviembre de 2022

4 minutos

Por lo general, el calzado que utilizamos no suele estar fabricado con los mismos materiales, tampoco cuenta con los mismos acabados, lo que significa que el cuidado que deberemos tener a la hora de limpiarlos será diferente en cada caso. Si lo hacemos bien, conseguiremos que se mantengan en buenas condiciones el mayor tiempo posible

Lo primero que debemos tener en cuenta, tal y como señala el blog Hogar de Mapfre (@MAPFRE.ES), es que no vale cualquier producto. Hay diferentes tipos de materiales y modos de limpieza que podemos emplear antes de llevar los zapatos al zapatero, según si queremos limpiar unas zapatillas de tela o lona, unos zapatos de piel o de terciopelo.

 

Terciopelo, ante, charol, raso... Cómo limpiar los zapatos según el tipo de material. Foto: Bigstock

Zapatillas de tela o lona

Este tipo de calzado se puede introducir en la lavadora para limpiar la suciedad, solo deberemos recordar usar un programa para zapatillas y cumplir con las especificaciones de temperatura indicadas en la etiqueta. De esta forma, no solo conseguiremos eliminar las manchas, sino también los malos olores. 

Zapatos de raso

También es un tipo de tela delicada, y se mancha con facilidad, por lo que deberemos tener cuidado cuando vayamos a limpiarlos. Podemos utilizar una toallita de bebé húmeda sobre las manchas, siempre en dirección de la tela para que no se desgarre o se rompa. Si la mancha persiste, recomiendan mezclar agua con amoniaco o bicarbonato sódico y frotar suavemente con un paño limpio. 

Zapatos de terciopelo

De igual modo, el terciopelo es un material delicado y complicado de limpiar, por lo que requiere un cuidado especial, sobre todo en lo que respecta a manchas. En este caso, podemos utilizar polvos de talco para eliminar primero la humedad. Dejaremos que actúe sobre el cerco durante un día y, después, con agua fría y jabón (en poca cantidad para que no dañar el calzado), frotaremos suavemente con un cepillo de cerdas sobre la mancha. 

Zapatos de piel

El cuero es un tipo de piel muy usada en los zapatos por su resistencia, pero requieren de un buen mantenimiento para que estén en buenas condiciones y duren más tiempo. Lo ideal es que, después de cada uso, eliminemos los restos de suciedad con un trapo húmedo y un cepillo de cerdas suaves que no dañe la piel, si la suciedad es muy persistente. 

Después podremos utilizar betún del color del calzado o incoloro, retirar el sobrante con un cepillo abrillantador especial y pasar un trapo limpio y suave por todo el zapato. También deberemos emplear cremas hidratantes especiales para cuero, cada dos o tres veces al año, que evitarán que se produzcan grietas en la superficie. 

Zapatos de ante, gamuza y nobuk

Estos zapatos requieren un cepillo de cerdas suaves especial para limpiarlos, además de una goma de borrar. También podemos aplicar un spray protector de gamuza (mejorará el cuidado e impermeabilizarán) para un mantenimiento más a largo plazo. 

Comenzaremos eliminando el polvo con un cepillo de cerdas suaves especial para este tipo de tejidos, siempre en la dirección del pelo para evitar que se deteriore. Para las manchas, utilizaremos la goma de borrar, retirando el sobrante con el cepillo. También podemos usar un paño impregnado en agua con vinagre blanco si son más persistentes, frotando con cuidado y secando con papel absorbente el sobrante. 

Zapatos de charol

Por último, el charol requiere cuidado en su conservación, ya que es un material delicado y los roces pueden causar rayones. Sin embargo, la limpieza es sencilla: con un trapo húmedo con agua y un poco de jabón eliminaremos el polvo. Una vez seco, solo tendremos que hidratar el material utilizando una crema especial para zapatos de charol, aunque también puede servirnos vaselina, cera o aceite de oliva. Y para darle brillo, frotaremos los zapatos con un trapo seco de algodón. 

    Sobre el autor:

    María Bonillo

    María Bonillo

    María Bonillo es licenciada en Comunicación Audiovisual y Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Escribe principalmente sobre temas de sociedad. También tiene experiencia en comunicación corporativa de empresas como OmnicomPRGroup y Pentación Espectáculos.

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