Estamos viviendo la segunda ola de calor del verano, la más "extensa e intensa" hasta ahora con temperaturas que pueden llegar a alcanzar los 45 grados. Esto significa que los días, y sobre todo las noches, se pueden volver difíciles de soportar debido a las altas temperaturas. Para aquellas personas que no tienen otra opción que pasar muchas horas en casa, se hace imprescindible contar con algún aparato que mantenga las habitaciones a una temperatura llevadera, aunque esto se verá reflejado posteriormente en la factura. En este sentido, si lo que buscamos es un modo de refrescar la casa sin necesidad de gastar ni un céntimo, hay un método que podemos poner en práctica.
Se trata de la ventilación cruzada, un método muy eficiente para combatir las altas temperaturas en el hogar, y que funciona de la siguiente manera: debemos escoger dos aberturas de un mismo espacio o estancia que se encuentran en paredes opuestas o adyacentes, ya que será la única forma de permitir la entrada y salida de aire.
Según indican desde Siber, se puede conseguir en cualquier hogar, aunque es más complicado en pisos que en casas. En cualquier caso, de esta forma conseguiremos, de forma natural, gratuita y renovable, aprovechar los flujos de aire para ventilar las habitaciones.
Beneficios de la ventilación cruzada
Este método, puesto en marcha correctamente, permite una serie de beneficios, además de mejorar el confort término en lugares demasiado cálidos sin necesidad de utilizar ningún ventilador o aire acondicionado.
Fomentar la renovación del aire es otro de los beneficios que se consiguen con esta práctica, ya que permitiremos la entrada y salida de aire de forma muy sencilla y cómoda, obteniendo a su vez una renovación constante del aire de la habitación.
Por último, está la parte de la eliminación de sustancias perjudiciales, ya que, igualmente, este tipo de ventilación contribuye a eliminar sustancias que pueden resultar perjudiciales para la salud, como hongos, ácaros o bacterias que se acumulan en alfombras o moquetas, o partículas nocivas derivadas del humo, velas, o sustancias provenientes de barnices y pinturas.
Sobre el autor:
María Bonillo
María Bonillo es licenciada en Comunicación Audiovisual y Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Escribe principalmente sobre temas de sociedad. También tiene experiencia en comunicación corporativa de empresas como OmnicomPRGroup y Pentación Espectáculos.