Una nueva terapia para el dolor crónico reentrena el cerebro para procesar las emociones

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El dolor crónico, definido como el  que persiste más de 3 meses, afecta a entre el 20% y el 30% de la población mundial. Más allá de su experiencia sensorial, el dolor crónico es una experiencia intrínsecamente emocional asociada con sentimientos negativos intensos como ira, preocupación, bajo estado de ánimo junto con una capacidad disminuida para regular las emociones, asegura un estudio de 'Journal of Pain'.

Las emociones desreguladas contribuyen a trastornos psicológicos con síntomas de ansiedad y depresión, que están presentes en el 50% al 80% de las personas con dolor crónico, como se detalla en un ensayo en 'Pain', y al empeoramiento de la intensidad del dolor.

Pero como indica un trabajo de 'Lancet Psychiatry' tratar su lado emocional con intervenciones estándar ha demostrado ser difícil y la terapia cognitivo-conductual se ha mostrado ineficaz para mejorar el estado de ánimo o la intensidad del dolor. Es por ello que la ciencia busca nuevos enfoques para mejorar la capacidad de controlar la intensidad, duración y frecuencia de las emociones bajo un escrutinio cada vez mayor.

Una intervención centrada en la regulacion emocional para el dolor crónico es la terapia dialéctica conductual (TDC). Si bien la TDC se utiliza principalmente para tratar el trastorno límite de la personalidad, la evidencia respalda su aplicación en diversas afecciones caracterizadas por la desregulación emocional, incluido el dolor crónico.

Aunque la terapia completa tiene una duración de 12 meses, el entrenamiento en habilidades de TDC, como modalidad clave de tratamiento, se ha adaptado a un tratamiento de 8 a 10 semanas. Los resultados de pequeños ensayos presenciales de TDC para personas con dolor crónico muestran resultados prometedores para mejorar la desregulación emocional, la depresión, la ansiedad y la intensidad del dolor.

'On-line'

La TCD 'on-lne' para el dolor crónico (iDBT-Pain) es una intervención grupal de 9 semanas que utiliza un enfoque híbrido de autoaprendizaje en una aplicación y un manual impreso, así como sesiones en línea guiadas por un terapeuta sobre habilidades de TCD.

Como intervención en línea, iDBT-Pain mejora la accesibilidad para personas con acceso limitado a los servicios de atención médica y promueve una interacción conveniente con el tratamiento para personas con movilidad reducida. 

Un nuevo estudio, dirigido por la UNSW Sydney y Neuroscience Research Australia (NeuRA), muestra que enfocar el procesamiento emocional es clave para tratar y controlar el dolor crónico. El ensayo se basa en un trabajo controlado aleatorizado, dirigido por la profesora Sylvia Gustin y la Dra. Nell Norman-Nott, ambas de la UNSW y NeuRA, junto con un equipo del Centro para el Dolor IMPACT de NeuRA. Los resultados se han publicado en 'JAMA Network Open'.

En él se demostró que mejorar la capacidad del cerebro para el procesamiento emocional a través de una intervención terapéutica es un enfoque eficaz para controlar el dolor crónico.

"Al cambiar la forma en que gestionamos las emociones, es posible modificar la experiencia del dolor en sí. Esto no es solo un alivio temporal, sino una posible mejora a largo plazo en la calidad de vida de quienes padecen dolor crónico", ha afirmado en un comunicado la profesora Gustin. 

La profesora Gustin y la Dra. Norman-Nott desarrollaron la 'Terapia del Dolor y las Emociones' una novedosa y emergente intervención de eSalud. Busca reeducar el cerebro para procesar las emociones con mayor facilidad, mejorando la capacidad del individuo para atenuar las emociones negativas y potenciar las positivas.

 

Dra Nell Norman-Nott y Profesora Sylvia Gustin. Foto Jake Willis/ UNSW Sydney

 

El ensayo se llevó a cabo entre marzo de 2023 y septiembre de 2024 y se centró en las experiencias de 89 personas con dolor crónico. Los autores afirman que los resultados podrían conducir a nuevas formas de tratar el dolor crónico, destacando el profundo impacto de la salud emocional en el bienestar físico.

Primera de su tipo 

La terapia en línea, disponible a través del ensayo clínico, es la primera de su tipo y se imparte mediante ocho sesiones grupales guiadas por un terapeuta por videoconferencia en toda Australia. Los participantes también utilizaron una aplicación y un manual de autoaprendizaje. El grupo de control continuó con su tratamiento habitual.

La profesora Gustin ha aseverado que quienes recibieron el nuevo tratamiento informaron de una mejor regulación emocional, así como una reducción del dolor equivalente a una disminución de 10 puntos en una escala de 100 para la intensidad del dolor dentro de un seguimiento de seis meses.

“Esto demuestra no sólo una mejoría clínica, sino que marca una diferencia notable en la vida diaria de las personas afectadas”, ha insistido.

Entendiendo el dolor crónico

"Un factor clave en la progresión de la enfermedad es la incapacidad de regular las emociones negativas. Esta se ve alterada por el impacto del dolor persistente en los circuitos emocionales del cerebro. La desregulación emocional resultante es un aspecto poco comprendido y poco tratado del dolor crónico, que abordamos en este ensayo". ha comentado Gustin.

Jabez Allies, participante del estudio, lleva 10 años sufriendo dolor de espalda crónico. Afirma que éste afecta sus emociones.

"Me hace sentir más preocupada, malhumorada y frustrada, lo que a su vez afecta a mi dolor. Cuantas más emociones negativas tengo, peor es mi dolor, y viceversa", ha documentado en el mismo comunicado. Y ha indicado que este ciclo de empeoramiento del dolor y aumento de las emociones negativas es una presentación común. "Nos muestra que el dolor crónico realmente tiene un efecto considerable en cómo se sienten las personas y en el nivel de dolor que experimentan".

Un impulso a los tratamientos tradicionales

La Dra. Norman Nott ha adelantado que en los últimos 50-60 años, el modelo del dolor crónico ha cambiado de enfoque. "Hemos pasado de enfoques puramente médicos y biológicos a un modelo de tratamiento más holístico que incluye abordar las experiencias sociales y psicológicas". Ha defendido, además, que si bien los analgésicos con y sin receta siguen desempeñando un papel importante en el tratamiento, tienen limitaciones.

Y ha recordado: "Pienso especialmente en los efectos secundarios y en la disminución de la eficacia con el tiempo. Los opioides, en concreto, presentan problemas considerables de dependencia y disminución de la eficacia. Aunque las terapias psicológicas tienen pocos efectos secundarios, sabemos que aún se necesitan mejoras, en particular para abordar las principales preocupaciones de salud mental de las personas con dolor crónico, como identificar y expresar emociones y calmar la reactividad emocional. El enfoque en el entrenamiento para la regulación emocional parece ser la pieza faltante del rompecabezas del tratamiento del dolor crónico".

Ha aclarado. también, que “por eso creamos esta terapia: para centrarnos en el procesamiento de las emociones, mejorando la forma en que las personas las gestionan”.

Testimonio

Richard Beaumont es un participante que ha padecido dolor por cáncer y dolor lumbar crónico durante 11 años.Ha comentado que con frecuencia experimenta un dolor que alcanza un nivel de ocho o nueve sobre diez. "Después de recibir la Terapia del Dolor y la Emoción, puedo reducir esto a un cuatro o cinco simplemente 'calmando la granja", ha compartido.

"Investigaciones previas nos muestran que el cerebro puede entrenarse para identificar emociones negativas y regularlas. Con este ensayo, podemos ver que la práctica de habilidades de regulación emocional puede reducir la intensidad del dolor y mejorar otros factores como la depresión, la ansiedad y los problemas de sueño”, ha señalado Gustin.

La Dra. Norman-Nott ha insistido en que esta nueva terapia funciona enseñando a los participantes que necesitamos emociones en nuestras vidas: "A menudo, cuando vivimos con dolor crónico durante muchos años, las emociones negativas quedan reprimidas y las positivas se vuelven más difíciles de identificar. Nos centramos en ayudar a identificar y abordar esas emociones negativas para que puedan reconocerse y resolverse, a la vez que reconocemos los posibles aspectos positivos de la vida y establecemos metas para el futuro".

Tratamiento accesible para todos

La accesibilidad al tratamiento psicológico para el dolor crónico es un punto clave de preocupación gubernamental. La progresión y el tratamiento de la enfermedad se ven agravados aún más por los largos tiempos de espera y los servicios de atención médica limitados fuera de las capitales.

“Nuestro tratamiento en línea redujo las barreras al hacerlo accesible para quienes tienen dificultades de movilidad, ansiedad social o agotamiento físico por desplazarse a las citas presenciales- Les permitió participar desde todos los estados de Australia, incluidos muchos de lugares remotos y regionales", han insistido los investigadores.

Los participantes asistieron a las sesiones en línea desde sus casas o desde donde les resultara más cómodo, para poder entrenar sus habilidades de regulación emocional cuando les convenía a través de la aplicación y el cuaderno de ejercicios personalizados. El próximo paso para implementar la Terapia del Dolor y la Emoción es un ensayo clínico más amplio apoyado por el Fondo de Investigación Médica Futura, que comenzará en 2026.

Los investigadores ahora están llamando a los participantes a registrar su interés en el ensayo. "Los resultados que hemos visto hasta ahora suponen una gran mejora en nuestra comprensión del dolor crónico y demuestran la importancia de tratar tanto el cuerpo como las emociones en conjunto”" ha recalcado ustin.