Mantén tu espalda en perfectas condiciones con estos consejos

Los dolores de espalda son más habituales de lo que nos imaginamos y, en muchos casos, aparecen provocados por malos hábitos diarios que, con solo prestar un poco de atención y cuidado, podemos corregir para evitar que sufra nuestra espalda.

Movimientos, posturas o problemas en otras zonas del cuerpo pueden hacer que nuestra espalda se resienta. Para evitar que una de las zonas más importantes de nuestro cuerpo acabe resintiéndose, es importante que sigas nuestros consejos.

Cuidar nuestra espalda es más sencillo de lo que imaginas, basta con un poco de ejercicio, estiramientos y buenos hábitos.

Ejercicio físico

Sí. Aunque lo hayas oído y leído mil y una vez, la actividad física es fundamental para mantener nuestra espalda sana y en forma.

Los músculos de la espalda deben estar fuertes para evitar lesiones.

Camina media hora cada día, sube las escaleras en lugar de utilizar el ascensor, bájate una parada de bus o metro antes, etc. En definitiva, busca opciones para mover tu cuerpo.

Posturas

Generalmente tenemos malos hábitos como arquear nuestra espalda cuando estamos sentados en el sofá o frente al ordenador, dejar caer el peso sobre una pierna y parte del cuerpo cuando estamos de pie, agacharnos a coger cosas doblando la espalda en lugar de doblar las rodillas manteniendo la espalda recta para ello, doblar las piernas al sentarnos, etc.

Nuestro consejo es que, además de mantener cierta actividad física diaria, comiences por modificar algunos de estos malos hábitos que dañan tu espalda, aunque no lo creas.

Estiramientos

Los estiramientos son recomendados en la edad adulta ya que previenen problemas posturales y mejoran la condición física.

Un ejercicio de estiramiento consiste básicamente en conseguir alargar el músculo de la zona de nuestro cuerpo que estemos estirando al máximo posible.

No se trata de notar dolor sino de cierta tensión en el músculo.

Además, los estiramientos nos ayudarán a estirar y relajar nuestro cuerpo desde el punto de vista físico y mental y nos facilitarán la conciliación del sueño.

Estira la espalda, los brazos, las caderas, la zona lumbar, el cuello y los hombros… Notarás un gran alivio.

Peso corporal

Uno de los grandes enemigos de la espalda es el exceso de peso. Aquellas personas con sobrepeso u obesidad pueden sufrir más dolores de espalda. Por ello, además de realizar alguna actividad física, es importante acompañarla de una dieta equilibrada y sana que nos ayude a controlar nuestro peso.