Captar clientes de forma fraudulenta, mediante la suplantación de la compañía eléctrica de un cliente para pedirle datos personales y cambiarle de comercializadora son algunas de las peores prácticas que siguen siendo el día a día en el sector energético.
Esta compañía sigue llamando de manera masiva por teléfono a pesar de que la CNMC le haya impuesto en noviembre de 2021 una multa de 1,5 millones por comercialización a puerta fría y posteriormente, el pasado octubre de 2022 una multa de 9,2 millones de euros por conductas de falseamiento de la libre competencia. El Grupo Audax recurrió la multa a la Audiencia Nacional y, mientras no se confirme la sanción, sigue empleando las mismas prácticas desleales.
Así lo demuestra la denuncia que Asufin presenta ante la CNMC, en la que aportan audios que demuestran que el cliente es engañado durante el proceso de comercialización al hacerle ver que se trata de un mero cambio de tarifa, cuando en realidad lo que se consigue es captarle como nuevo cliente.
“La normativa protege a los consumidores ante este tipo de prácticas, sin embargo, no parece que una multa de 9 millones sea suficiente, por lo que estamos pidiendo más medidas para proteger al consumidor como acabar con la puerta fría telefónica por parte de las comercializadoras de energía, publicar una lista de chiringuitos energéticos y suprimir los datos privados que figuran en la base de datos SIPS de gas”, dice Patricia Suárez, presidenta de Asufin.
El engaño, paso a paso
Tal y como denuncia Asufin, el comercial de Masqluz se presenta al cliente como la “Asesoría energética” para advertir al cliente de que se ha “saltado un incidente porque tiene el kilovatio hora más alto de lo que le corresponde” y que va a resolver esta incidencia de manera muy rápida. A continuación, le pide datos de índole personal, incluido el IBAN de la cuenta bancaria y el número CUPs (el punto de suministro, un dato imprescindible para efectuar el cambio de compañía comercializadora). Y con esto ya puede preparar un contrato que lejos de incorporar un cambio de tarifa lo que encubre es un cambio de comercializadora.
Hasta que no llega la primera factura, el cliente no se percata de que ha cambiado de comercializadora y que, por ello, ha decaído ya el periodo de desistimiento (14 días). Por añadidura, el cliente ha podido perder la tarifa que tenía contratada anteriormente, eventualmente más adecuada o ajustada a sus necesidades o con alguna promoción en vigencia. Además, el producto que ofrece Masqluz es una tarifa indexada, y sujeta a las variaciones del mercado.
Esta compañía se vale además de que la única grabación que se conserva y que aportan al regulador es sólo la de la contratación final y no la que contiene el proceso de comercialización, donde engañan al cliente.
Por todo ello Asufin ha pedido a la CNMC que tenga en cuenta su denuncia en el marco de la vigilancia de la resolución sancionadora y que inste al Ministerio de Transición Ecológica para que prohíba la comercialización telefónica con el sistema puerta fría, faculte a la CNMC para publicar la lista de empresas sospechosas de incurrir en malas prácticas en la comercialización de los servicios de luz y gas y prohíba compartir los datos privados del consumidor vía la base de datos SIPS de gas entre otras medidas encaminadas a la protección de las personas consumidoras.
Consejos para evitar engaños
Ante este nuevo ejemplo de malas prácticas en el sector energético, Asufin ha elaborado una serie de consejos para los consumidores:
Tu compañía no te va a llamar para informarte de ninguna incidencia en tu tarifa de luz o gas y nunca se presentaría como tu asesoría energética
Ellos tienen tus datos. Como si de tu banco se tratase, nunca te pedirán datos personales adicionales, ni número de cuenta bancaria, ni tu dato de CUPs.
No aceptes nada que implique un cambio de condiciones, contrato, tarifa, con urgencia y precipitación. Pide documentación por escrito de qué vas a firmar y en qué consiste exactamente lo que te están ofreciendo.
Estas compañías juegan con la confusión existente entre distribuidor de luz o gas, que tienes asignado por tu zona, y es inamovible y la comercializadora, que sí puedes cambiar y es quien te factura en último término.
Antes de cambiar de compañía o de tarifa, hay comparadores de precios independientes en el mercado, como el que ofrece la propia CNMC.
Sobre el autor:
Beatriz Torija
Beatriz Torija es periodista y documentalista, especializada en información económica. Lleva 20 años contando la actualidad de la economía y los mercados financieros a través de la radio, la televisión y la prensa escrita. Además, cocina y fotografía.