Lucas Leal
Consumo
Los 10 abusos e ilegalidades más comunes en bares o restaurantes
En verano, el riesgo de sufrir una práctica abusiva en un establecimiento aumenta

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha aclarado algunas de las situaciones más habituales que pueden darse en un bar o restaurante. Lo cierto es que durante todo el año podemos enfrentarnos a diferentes circunstancias en un establecimiento que pueden considerarse abusivas. Sin embargo, en verano, el riesgo de ser perjudicado por una mala praxis en un bar o restaurante u objeto de un abuso o ilegalidad es aún mayor, debido a la mayor afluencia de gente y la subida de los precios, sobre todo en emplazamientos turísticos.
Es por ello que la OCU ha lanzado un listado que recoge situaciones que son, directamente, ilegales y que el cliente no debería dejar pasar, así como otras malas prácticas que, aunque son legales, pueden poner en un aprieto al consumidor. Para empezar, el dueño de un bar o de un restaurante es libre de fijar el precio de sus productos y servicios, siempre y cuando estén claramente indicados en la carta, advierte la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que recuerda además cuáles son los derechos básicos que amparan a los consumidores en su relación con la hostelería.

Diez abusos, directamente ilegales
- No ofrecer una carta del menú. Los códigos QR son una forma cómoda de consulta, pero además debe haber una carta en papel.
- Que falte una referencia en los precios “según mercado” (como un precio por kilo) o que no se avise del precio de un producto fuera de carta.
- Que el precio en carta no incluya el IVA y se quiera luego cobrar. En caso de no incluirlo, deberá avisarse expresamente.
- Cobrar por el servicio de mesa o por el cubierto. Es ilegal, está implícito en el propio servicio de hostelería.
- El agua del grifo tampoco puede cobrarse: su dispensación es gratuita y obligatoria si el cliente la solicita, incluso aunque el sabor no sea bueno.
- Los suplementos por servicio de terraza no pueden cobrarse, salvo que se indique claramente en la carta.
- La decisión de dejar propina es voluntaria. No hay ninguna norma que obligue a los clientes a hacerlo.
- No puede cobrarse como un extra el pago de una reserva. Este importe debe ser descontado del precio final.
- No puede rechazarse el pago en efectivo. En cambio, puede rechazarse el pago con tarjeta si se advierte claramente antes de consumir.
- También es contrario a la normativa que el ticket o la factura de compra no detalle cada uno de los productos consumidos.

Tres malas prácticas: legales pero desconsideradas
- Rechazar reservas de una sola persona. De hecho, es bastante habitual que las reservas on line empiecen con dos personas.
- Cobrar aparte el aperitivo, la leche del café o incluso el hielo, aun cuando así venga indicado en la carta.
- Impedir el uso del baño a los no clientes, sobre todo tratándose de un niño pequeño o un anciano que no puede aguantar más.
Y tres circunstancias nuevas
- Cuando hay varios comensales, puede exigirse el pago único de la cuenta a una sola persona, pero solamente si se hizo una reserva conjunta.
- Si se advierte expresamente, puede incrementarse el servicio mínimo de la mesa (un café, un refresco…) según el tiempo transcurrido.
- La reserva de una mesa puede perderse si se supera un retraso máximo o incluso cobrarse una penalización si finalmente no se acude, siempre que se advierta de ello antes de finalizar el proceso de reserva.
En cualquier caso, si se sufre algún abuso, el cliente puede pedir la hoja de reclamaciones. ¿El establecimiento se niega a facilitarla? Entonces es preciso avisar a la policía municipal para que levante acta. OCU recomienda además guardar el tique de compra y fotografiar la carta con los precios y tarifas.