
Todo lo que necesitas saber para cambiar un testamento
Los herederos pueden impugnar este documento una vez fallecido el testador

Cuando una persona fallece, sus herederos deberán aceptar o rechazar los bienes heredados. Normalmente, el reparto de la herencia está establecido en el testamento que la persona fallecida ha hecho previamente.
Este documento puede ser cambiado por el testador tantas veces como él o ella considere, pero solo se tendrá en cuenta la última modificación.
Para modificar un testamento, es necesario partir de uno anterior que haya sido otorgado ante notario. No obstante, es importante tener claro si se pretende hacer una modificación parcial o sustituir el testamento por completo, ya que ambas opciones son válidas.
Para ello, es necesario acudir a un notario con el DNI y manifestar la intención de modificar el testamento. En principio, este paso es suficiente. Sin embargo, el notario evaluará la legalidad de las modificaciones propuestas. Es posible que solicite ciertas garantías que respalden lo que se desea incluir, como por ejemplo escrituras de propiedad o responder a preguntas específicas, sobre todo si hay indicios de que la persona podría no estar en plenas facultades mentales.
Si los herederos consideran que pueden verse perjudicados por estas modificaciones y tienen conocimiento de ellas, pueden solicitar que se someta al testador a un examen de capacidad, con el fin de confirmar que no existe ninguna alteración psicológica que esté influyendo en sus decisiones.
¿Pueden cambiar el testamento los herederos?

Impugnar un testamento es un proceso civil mediante el cual se expresa desacuerdo con la voluntad hereditaria manifestada por el fallecido. Esto incluye aquellas disposiciones testamentarias que vulneran derechos legítimos.
Para que la impugnación sea viable, deben concurrir determinadas circunstancias. Por ejemplo, puede iniciarse si se sospecha de un error en el testamento o si un heredero forzoso -como un descendiente, ascendiente o el cónyuge- no ha sido incluido en el documento.
En caso de no estar mencionados en el testamento, los herederos forzosos tienen derecho a solicitar su revisión. No obstante, es importante tener en cuenta que la ley permite al testador desheredar a estos herederos en ciertos supuestos legalmente establecidos.
Otra causa válida para impugnar un testamento es que el testador no se encontrara en pleno uso de sus facultades mentales al momento de otorgarlo. Si se sospecha de manipulación, los herederos pueden exigir una revisión judicial.
También puede cuestionarse el reparto de los bienes. El Código Civil establece que el patrimonio debe dividirse en tres partes: la legítima, la mejora y la libre disposición. Si esta distribución no se respeta, el testamento puede ser impugnado.
Finalmente, errores formales en el documento, como la omisión de datos esenciales o la falta de firma, también pueden justificar su revisión.
En cualquier caso, los herederos disponen de un plazo de cinco años para iniciar el proceso de impugnación.