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Oligopolio sanitario: las aseguradoras elevan las primas hasta un 100% a los mayores de 60 años

Lorenzo Ramírez

Lunes 25 de marzo de 2019

10 minutos

En algunos casos ni siquiera ofrecen al cliente la renovación de la póliza

Los seguros de salud elevan un 100% las primas a los mayores (Fuente Bigstock)
Lorenzo Ramírez

Lunes 25 de marzo de 2019

10 minutos

Los mayores se quedan sin seguro cuando más lo necesitan. Precisamente cuando la sanidad pública vive una etapa convulsa acosada por los recortes presupuestarios y la reducción de la eficiencia en el servicio –especialmente en algunas comunidades autónomas– las compañías aseguradoras están acelerando su política de subida de precios a las personas que se acercan a su jubilación. El incremento de las primas alcanza el 100% en algunos casos, mientras que en otros ronda el 50%; a lo que hay que sumar la nada despreciable cantidad abonada en copagos.

Tal como señala la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), por ser un colectivo vulnerable se debería proteger a los mayores de subidas abusivas en el precio de sus seguros, ya que es uno de los grupos demográficos que más difícil tiene acceder a un seguro de salud convencional porque genera unos costes mayores a las compañías: acuden más al médico, son más propensos a sufrir enfermedades y necesitan mayores tratamientos o pruebas diagnósticas. 

Pero precisamente por su vulnerabilidad, muchos de ellos recurren a la sanidad privada buscando un complemento al sistema público que les facilite una atención médica personalizada y con menos esperas. Una demanda que cada vez es más creciente en la España actual, en la que la obligación de reducir el desajuste de las cuentas públicas tras años de derroche fiscal está provocando que muchos gobiernos autonómicos adelgacen sus sistemas sanitarios públicos.

El aumento de precios a un cliente que se encuentra a las puertas de la jubilación, siempre que haya sido notificado con anticipación, permite al asegurado cancelar la póliza, pero en este caso gana también la aseguradora, dando de baja a un cliente que presumiblemente le va a generar un mayor coste que una persona de menor edad. Y además el afectado cuando va a contratar otro seguro se encuentra con la misma barrera económica, o incluso mayor.

Seguros de salud 2 (Bigstock)

Aunque quiera pagar se puede quedar sin seguro

Algunos clientes descubren que al cumplir 60, 65 o 70 años su aseguradora de toda la vida ni siquiera la permite renovar la póliza aunque sea pagando un sobrecoste de más del doble del importe que abona, y le da de baja sin más. En otros casos el incremento en el precio es tan desorbitado que no se puede asumir aunque se disponga de un elevado patrimonio.

“Las compañías ofrecen pólizas por las que cuando se tiene 20 o 30 años se paga por unos servicios de asistencia sanitaria que realmente no se consumen. Y se encuentran que, según avanza el envejecimiento, algunas compañías les rechazan, o si los admiten, lo hacen obligándoles a pagar unas cantidades que no son asumibles por la gran mayoría de los pensionistas”, explica a 65Ymás el presidente de la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (CEOMA), Juan Manuel Martínez.

La subida indiscriminada de las primas y los copagos a los más mayores es una práctica que, a pesar de estar amparada por el ordenamiento jurídico español, es ilegal si se acomete como consecuencia de un acuerdo privado entre las compañías, lo que se conoce como un cártel de precios.

Pero a pesar de las quejas presentadas por los afectados ante las asociaciones de consumidores, las autoridades públicas no han logrado cerrar ningún expediente sancionador contra las mayores aseguradoras que controlan el mercado sanitario español. Las cinco que lideran los ingresos son Adeslas, Sanitas (@sanitas), Asisa (@AsisaSalud, DKV (@DKVSeguros) y Mapfre (@Mapfre). Las cinco copan el 70% del mercado según los datos de ICEA (Investigación Cooperativa entre Entidades Aseguradoras y Fondos de Pensiones):

Concentracion aseguradoras

 

Tan sólo en 2009, el organismo encargado de velar porque no existan este tipo de pactos ilegales (la CNMC) multó con 120 millones de euros a seis compañías por la realización de un cártel en la rama de seguros de construcción de viviendas. En este grupo se encontraban Mapfre (@Mapfre), Caser Seguros (@Caser) y Asefa (@segurosasefa). 

Por su parte, desde la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones (DGSFP), organismo dependiente del Ministerio de Economía, se admite que el aumento de las tarifas en función de la edad es uno de los principales motivos de reclamación y recuerdan que desde el año 2015 las compañías están obligadas a avisar a los clientes de los precios en todos los tramos de edad antes de contratar el seguro.

Las compañías se defienden: los mayores cuestan más

Las compañías se defienden argumentando que el incremento de las primas a los mayores se fundamenta en la más elemental lógica mercantil, es decir, que se les cobra más porque forman un colectivo de clientes que generan un mayor coste sanitario. Sin embargo, este es un argumento trampa, ya que los técnicos actuariales que elaboran las tablas de precios ya tienen en cuenta el gasto extra que genera una persona a su seguro cuando va cumpliendo años y por eso a los más jóvenes se les aplican unas primas que están por encima del uso real que hacen de los servicios médicos.

“Es cierto que el consumo sanitario que hacemos las personas mayores es superior al que realizamos al principio de la edad adulta pero hemos pagado en los sistemas privados unas pólizas durante muchos años que prácticamente no han tenido un coste para las compañías. Es la base del sistema asegurador, el calcular perfectamente las primas a lo largo de toda la vida del seguro para compensar el mayor desembolso que debe realizar la empresa cuando se acerca el cliente a una determinada edad”, indica el presidente de CEOMA.

“Esto es lo que hay que tener en cuenta cuando se analiza el problema de las primas y los copagos y el argumento que hay que defender para exigir a las aseguradoras que no suban los precios de las pólizas de los mayores, que han pagado durante mucho tiempo una elevada cantidad de dinero por servicios no prestados”, añade Martínez.

Por su parte, un portavoz de Mapfre (@Mapfre) consultado por este diario explica que "al ser la edad uno de los factores que entran en el cálculo de la propuesta para la contratación, lógicamente influye en el precio del seguro, pero en el caso de nuestra compañía la prima se calcula individualmente para cada cliente".

La aseguradora que preside Antonio Huertas tiene en cuenta también otros elementos como el estado general, las dolencias o enfermedades preexistentes y la zona de residencia, "buscando siempre el mejor precio posible para nuestros asegurados, que pueden permanecer y renovar su póliza de salud con Mapfre año a año, con independencia de su edad", según indica su portavoz.

La presidenta de la Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras (Unespa), Pilar González de Frutos, ha negado en varias ocasiones que esta subida indiscriminada de precios a las personas mayores sea una práctica extendida y generalizada en el sector, pero los datos desmienten a la patronal. Según la última Memoria Anual de Reclamaciones de la DGSFP, casi el 10% de las denuncias en los seguros de salud se produjo por un aumento de la prima y el 5% por no renovación del contrato por iniciativa de la compañía:

Reclamaciones de seguros de salud resueltas en 2017 (DGSFP)

“Destacan las discrepancias surgidas por modificaciones contractuales propuestas por la entidad aseguradora en los sucesivos vencimientos. Estas variaciones afectan generalmente a las primas, por el aumento que experimentan debido al incremento del riesgo en función de la edad del asegurado”, indica en el informe el organismo gubernamental poniendo en tela de juicio la aseveración de la presidenta de Unespa.

Cláusula de ruptura unilateral de contrato

Una de las argucias que emplean las compañías de seguros para blindarse legalmente ante cualquier reclamación es incluir una cláusula en el contrato que contempla la posibilidad de rescisión unilateral por ambas partes, lo que les permite decidir cada año si un determinado cliente puede suponer una carga excesiva para su cuenta de resultados.

Por lo tanto, a tenor de los datos expuestos, se confirma que muy pocos de los afectados por la subida abusiva de las primas decide recurrir a las autoridades para reclamar. Por eso el presidente de CEOMA recomienda a todo aquel que sufra un endurecimiento de las condiciones de su seguro de salud por razones de edad que se dirijan a Defensa del Consumidor, especialmente si afecta a una póliza “que se lleva pagando 20 o 30 años y que ha sido muy beneficiosa para la compañía aseguradora que ahora quiere hacer caja a costa del cliente”.

Para Martínez “el Gobierno debería perseguir este tipo de abusos en las pólizas a los mayores de 60 años y actuar contra las compañías de seguros que los cometen, así como subvencionar o aplicar exenciones fiscales a las nuevas pólizas que contraten personas de este colectivo, algo que debería extenderse también a los seguros de dependencia”.

Seguro de salud (Bigstock)

Por su parte, desde la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública se considera que el hecho de que las aseguradoras tengan carta blanca para fijar precios abusivos es precisamente la causa de que sea más necesario que nunca garantizar a los mayores que los servicios públicos de salud cubrirán sus necesidades si son expulsados de la sanidad privada.

“El aseguramiento privado no tiene interés en garantizar la atención sanitaria de calidad accesible para toda la población independientemente de su nivel de renta e impone precios cada vez más prohibitivos a la gente que más problemas de salud tiene y esto sucede tanto para las personas mayores como para jóvenes que sufren alguna patología grave”, señala en declaraciones a 65Ymás el portavoz de la Federación, Marciano Sánchez.

Seguros específicos para mayores: caros o sin coberturas 

Al mismo tiempo que se reafirma esta tendencia –que comenzó hace casi una década y que como vemos ahora se ha institucionalizado– algunas compañías están creando seguros sanitarios específicos a partir de los 55 años –en los que el servicio estrella es la teleasistencia– y otros en los que se excluye el gasto en hospitalización o en cirugía para que sean más asequibles.

Sin embargo, este tipo de productos orientados a pensionistas y jubilados siguen siendo caros y además no cubren las enfermedades que tenía el cliente al contratar el seguro, lo cual es muy relevante en el caso de personas que, por la llegada inexorable de los años, tienen un historial médico abultado.

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