
La jubilación flexible, en el tintero: falta reformar los incentivos para reenganchar a jubilados
El Ministerio ha entregado esta semana un texto a sindicatos y patronal, que ahora estudiarán

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Las negociaciones entre el Gobierno y los agentes sociales para la reforma de la jubilación flexible siguen sin dar resultados tangibles, con lo cual acumulan ya un retraso considerable, habida cuenta de que este es uno de los asuntos pendientes, entre los acordados en el último pacto de pensiones, que se firmó hace ya casi un año, en concreto, el 31 de julio de 2024.
Esta modalidad de retiro es la última que falta por reestructurar, después de haberse introducido ya importantes cambios en los modelos de jubilación parcial, activa y demorada.
En la última reunión de la mesa de diálogo social sobre pensiones, el pasado lunes 16 de junio, el Gobierno entregó una propuesta a los agentes sociales, es decir, a los sindicatos UGT y CCOO y la patronal CEOE-Cepyme. "El Ministerio nos ha entregado un nuevo texto sobre jubilación flexible, que todavía no hemos tenido tiempo de analizar en profundidad, como es lógico", aseguran a 65YMÁS fuentes sindicales. "Antes de avanzar en nuevos temas, queremos cerrar aquellos asuntos que están pendientes de reglamentación o de acuerdo", subrayan.
Aunque no se han hecho públicos los detalles de los cambios que propone el Gobierno, el objetivo del Ministerio era hacer más atractiva la jubilación flexible, calificada hoy en día de "muy restrictiva", y para ello se barajan mayores incentivos, entre ellos, una mejora de los porcentajes de pensión a percibir por todas aquellas personas que, estando ya jubiladas, decidan volver a trabajar de manera parcial.

Sin noticias, casi un año después
Anunciado a bombo y platillo, el último gran acuerdo en materia de pensiones se rubricó el 31 de julio de 2024, y en él se estableció que el plazo para iniciar los contactos para renovar la jubilación flexible comenzaría en 6 meses.
A finales de enero de 2025, la ministra de Inclusión y Seguridad Social, Elma Saiz, anunció la apertura de los encuentros con sindicatos y patronal, y desde entonces se han producido bastantes reuniones de los equipos negociadores, sin que hasta ahora se hayan concretado los posibles cambios.
En abril y mayo, el Ministerio de Seguridad Social "dio algunas pinceladas de lo que pretende con la reforma de la jubilación flexible, pero hasta que no lo veamos plasmado en un texto legislativo, no vamos a pronunciarnos. Porque se ha dado el caso de que, mientras lo explicaban, han tenido que renegociar varios aspectos", confesaron fuentes sindicales a este diario.
Apuesta por compatibilizar pensión y empleo
La reforma de los sistemas de jubilación persigue fomentar la compatibilidad de pensión y empleo, para convencer a los trabajadores de que retrasen su edad real de jubilación (ahora en 65,1 años, frente a los 67 oficiales en 2027) y así aumentar la tasa de actividad entre mayores de 60 años, que en España es muy inferior a las de los países europeos.
El Ministerio ha explicado en varias ocasiones que se pretende acabar con la dicotomía entre trabajador y pensionista y adaptar la jubilación a las necesidades de cada persona. Todas ellas, señales evidentes de que la apuesta del Gobierno es conseguir, vía incentivos, que las personas trabajen durante más años, que exista un mayor número de trabajadores de 60 años en activo, además de cambiar el chip de los españoles para que se animen a cobrar pensión y seguir trabajando.