Cada comparecencia del ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, se espera con ansia. Una expectación creada ante lo que el ministro ha tildado de una "inminente" aprobación de la primera parte de la reforma de las pensiones en la mesa del diálogo social - y sobre la que conocimos más detalle a través de la publicación de un borrador entregado a los agentes sociales–, pero que según los expertos aún tiene muchos puntos por perfilar. De las 9 propuestas enviadas a Bruselas, dos de ellas se pondrán en marcha este año –la que atañe a la revalorización de las pensiones y el ajuste de la edad real a la edad legal de jubilación–. El resto, quedarán pospuestas fundamentalmente para 2022, tal como confirmó el ministro este martes en la rueda de prensa para explicar las medidas incluidas en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Por tanto, todo apunta a que la parte más polémica de la reforma se dejará para 2022 y más allá.
"Se está planteando una reforma orientada a mejorar la sostenibilidad del sistema de pensiones en un contexto económico y político extremadamente complejo. Por eso habrá que ver que efectos tienen los cambios en el mercado laboral anunciados por el Gobierno que podría afectar mucho a las pensiones en una situación de personas mayores en ERTES, desempleo crónico o afectados por la temporalidad", opina Pablo Sanz, profesor de Derecho Mercantil de la Universidad Pontificia de Comillas/ICADE (@UCOMILLAS). "Es un tema muy importante porque tendrá un gran impacto en la Seguridad Social, y por tanto en las pensiones", considera, mientras señala que los apartados sobre pensiones en el texto enviado a Bruselas siguen siendo bastante "escasos".
Medidas "muy poco claras"
En este sentido los expertos apuntan a que Bruselas, igual que muchos ciudadanos españoles que viven con incertidumbre este proceso de reforma de pensiones, necesita que el Gobierno de más de sí. "Yo creo que no será suficiente. Desde Bruselas van a pedir más claridad y más cosas tangibles", señala Roberto Pereira, presidente de Economistas Asesores Laborales, quien señala que el ministro se ha limitado a enumerar las medidas que ya conocíamos sobre pensiones, que contienen detalles muy vagos sobre cómo se van a poner en marcha. "Yo creo que las prisas no son buenas y la urgencia ha llevado a mandar compromisos que aún se tienen que negociar en detalle", opina, mientras señala que probablemente lo que hay detrás de esta falta de concreción es "escasa decisión política" y una falta de fortaleza del Gobierno.
"La reforma que pretende llevar a cabo Escrivá es ambiciosa y trasversal, pero tiene dos problemas fundamentales: el de la "inconcreción" de las medidas y por otro lado que tienen un cronograma que desplaza en el tiempo la mayoría de las medidas de calado. Por lo que es posible que Bruselas pida más detalle por un lado y que adelante algunas de ellas como la ampliación del periodo de cómputo o el factor intergeneracional. El Gobierno necesita una reforma creíble que enviar a la UE, pero el problema es que la mayoría de los puntos aún no se han cerrado", opina Pablo Sanz de la Universidad Pontificia de Comillas/ICADE. "Una cosa es lo que se cuenta aquí en España y otra lo que finalmente se pacte en Bruselas".
Ministerio Seguridad Social
Siguen las dudas sobre periodo de cómputo y recorte de las pensiones
Aunque el ministro ha asegurado por activa y por pasiva que su reforma no supondrá ningún recorte de la cuantía de las pensiones, aún persisten las dudas sobre cuál será el efecto de medidas como los mecanismo que se aplicarán para desincentivar la jubilación anticipada o la ampliación del periodo de cómputo –que parece que descarta la ampliación a 35 años e irá más bien por una fórmula de elección de los mejores años–. "Descartar los peores años, me parece una buena opción para paliar ese eufemismo de "a adaptarse a nuevas carreras laborales" y mejor que ampliarlo a 35 años", opina Pablo Sanz, quien considera que debido a la polémica, Escrivá ha decidido posponer esta decisión.
Y es que según datos de sindicatos como UGT la ampliación de 25 a 35 años supondría importantes recortes en la cuantía de la pensión. Un dato que según cálculos de la Universidad de Valencia (@UV_EG) e IVIE (@Ivie_news), el promedio de bajada de la pensión inicial se situaría en el 8,6%. Otro de las conclusiones del reciente estudio en el que ha participado el profesor Enrique Devesa, es que la medida propuesta podría dar lugar a una discriminación indirecta por razón de género, ya que la pensión inicial de las mujeres disminuiría un 30% más que la de los hombres.
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Planes de pensiones y factor intergeneracional
Otra medida que se ha retrasado y que probablemente irá encaminada a equilibrar el sistema en términos de recaudación en opinión de los expertos son los nuevos incentivos fiscales a los planes de empleo frente a los individuales y la puesta en marcha de un superfondo público de empleo. "Esto esconde una cifra gorda de recaudación. Será dinero prestado a futuro, pero a corto plazo generará un remanente para la tesorería", opina Pereira. Esto, igual que el retraso de la jubilación efectiva "parece un auxilio inmediato para que el sistema se equilibre ante la llegada de la generación babyboom pero no queda claro si afectará a las cuantías", insiste Roberto Pereira.
Respecto a la derogación del factor de sostenibilidad y su sustitución por un mecanismo intergeneracional, los expertos se quejan de nuevo en que no saben en qué va a consistir, solo que va a ser un productor para reducir el descalabro que se producirá por la jubilación de la generación babyboom, pero señalan que "el mal trago hay que pasarlo, aunque luego se reequilibren las cuentas a medida que se supere. "Es muy probable que Bruselas pida un adelanto en esta tema que debería estarse ya aplicando desde hace tiempo", considera Pablo Sanz.