Teresa Rey
Al aire libre
Recorre en un día el antiguo reino madrileño de Patones de Arriba
Esta pequeña población Bien de Interés Cultural tuvo sus propios "reyes" allá por el siglo XVI
La localidad de Patones, se divide en dos: Patones de abajo y Patones de arriba. Ambas se encuentran en el nordeste de la Comunidad de Madrid, y de las dos la que resulta de interés turístico es Patones de arriba, declarada Bien de Interés Cultural. La historia de esta pequeña población madrileña es una de sus atractivos junto con su arquitectura, su gastronomía y el entorno, que invita a pasear por algunos de los senderos que la rodean.
El reino
Se cree que esta zona estuvo habitada desde la Edad de Piedra como han demostrado los restos encontrados en la cercana Cueva del Reguerillo, en el conocido Cerro de la Oliva. De hecho, en esta ubicación hay un yacimiento arqueológico visitable que corrobora esta realidad, no así la cavidad que de momento permanece cerrada.
Tras varios asentamientos en el siglo XVI, los pastores formaron una alquería a la que llamaron Patones por el apellido de una de las familias, Patón. Por aquel entonces se consideraba como un barrio de Uceda, otra región cercana, pero precisamente eso dio lugar a que administrativamente se la ignorara. Tanto, que los propios lugareños decidieron encontrar una solución particular creando su propio “reinado” y poniendo al frente una figura, la del rey de Patones. Este era como una especie de alcalde o juez de paz que se encargaba de poner orden.
Y así este personaje tuvo su influencia consiguiendo algunas ventajas hasta que ya en el siglo XVIII, el rey Carlos III concede a Patones el título de villa independiente de Uceda, momento en el que desaparece el monarca pues ya carece de sentido que exista.
No obstante, las alusiones a este personaje se pueden apreciar en varias placas sitas en distintas calles del pueblo. La leyenda y la ficción se mezclan en torno a este legislador improvisado.
Pueblo ganadero
Aparte de esta curiosidad histórica, Patones destaca también por sus construcciones, viviendas de pizarra negra, las eras que la configuran o los tinados y arrenes, donde se guardaba el ganado ovino y caprino.
En nuestro paseo por el pueblo podremos ver también un lavadero original, como era antaño, tradicional y constituido por dos partes: una para lavar y otra para aclarar. También está la Fuente Nueva, de 1908, con agua potable de excelente calidad, y la antigua Iglesia de San José.
Desde el pueblo parten varias sendas de diferentes extensiones y también se puede practicar cicloturismo. Además, el Ayuntamiento de Patones, organiza los fines de semana distintas visitas guiadas por 2,50 euros o temáticas por 3 euros, con información adicional sobre la zona.