
Lorenzo Silva presenta 'Las fuerzas contrarias', una novela policiaca ambientada en la pandemia
"Qué mejor momento para cometer un crimen que cuando la muerte galopa desbocada por las calles"

El reconocido escritor Lorenzo Silva regresa a las librerías con su última obra, Las fuerzas contrarias, publicada por Destino. Esta novela, que él mismo describe como su "primera novela sobre la pandemia", aborda las profundas divisiones sociales que la crisis sanitaria puso de manifiesto. Según Silva, la pandemia reveló "una serie de fracturas que ya existían" en la sociedad, de las cuales muchos no eran "conscientes".
Durante un encuentro con la prensa en Illescas, Toledo, Silva explicó que sus personajes principales, Rubén Bevilacqua y Virginia Chamorro, no solo enfrentan a los criminales, sino también las deficiencias del sistema y las tensiones sociales. Esta entrega es la decimocuarta de la serie de investigaciones de Bevilacqua, subteniente de la Guardia Civil en la Unidad Central Operativa (UCO), y su compañera, la brigada Chamorro.
Contexto de la pandemia en la narrativa
La trama de Las fuerzas contrarias se desarrolla en plena pandemia, donde los protagonistas deben resolver dos asesinatos. Silva ya había abordado el tema del COVID-19 en su Diario de la alarma, donde documentó sus observaciones durante los primeros 50 días de confinamiento, y en La forja de una rebelde, coescrita con Noemí Trujillo.
El autor decidió escribir esta novela tras escuchar de un amigo que, durante la pandemia, se encontraban cadáveres y los médicos certificaban las muertes desde el portal. Silva comentó: "Qué mejor momento para cometer un crimen que cuando la muerte galopa desbocada por las calles".
Homenaje y crítica social
En la novela, uno de los guardias civiles se llama Víctor Caballero, en homenaje a un guardia civil de Teruel fallecido en un enfrentamiento. Silva recordó que, a pesar de los riesgos, ni guardias civiles, ni policías, ni militares son considerados profesiones de riesgo en España, lo cual considera una "asignatura pendiente".
Al ser preguntado sobre la elección de una persona mayor como víctima, Silva aclaró que sus personajes "no son marionetas" suyas, pero expresó su opinión personal de que no se tomaron las "precauciones debidas" durante la pandemia, lo que llevó a resultados "pavorosos" en las residencias de ancianos.
Reflexiones sobre la pandemia y la sociedad
Silva subrayó que los escritores tienen el "deber" de narrar la pandemia ahora que ha pasado tiempo suficiente para tener "perspectiva". Aunque reconoce que fue una experiencia difícil, también destaca su "impacto transformador". Durante la pandemia, Silva leyó El Quijote con su hija, una relectura que influye en su novela.
El autor también reflexionó sobre la evolución de la Guardia Civil en los últimos 30 años, destacando la diversidad y formación de sus nuevos miembros. Silva considera que incluir a Virginia Chamorro desde el inicio fue un "acierto", permitiéndole narrar la transformación de la sociedad española, especialmente en el rol de la mujer.
Mirando al futuro, Silva expresó su deseo de llevar a Bevilacqua y Chamorro fuera de España, mencionando su interés en la situación en Ucrania, donde ya se han enviado guardias civiles españoles.