
Olas de calor, personas mayores y soledad: días enteros sin salir de casa
Expertos llaman a fomentar refugios climáticos y redes de apoyo alternativas

El verano, un periodo del año que para la mayoría de la población representa una oportunidad de ocio y disfrute, se ha convertido en una época especialmente complicada para muchas de las 2 millones de personas mayores de 65 que viven solas en España, ante el recrudecimiento de las temperaturas y la ausencia de redes de apoyo. Los mayores, considerados como uno de los grupos vulnerables, suelen ser diana de las advertencias sobre olas de calor llamándoles a hidratarse, permanentemente y evitar salir en las horas de más calor, lo que puede contribuir a un mayor aislamiento, según expertos como Matilde Fernández, presidenta del Observatorio Estatal de la Soledad No Deseada, que califican esta situación de "problema sociosanitario", que exige medidas urgentes.
De hecho, la ONU alertaba este jueves que el cambio climático multiplica los riesgos para la salud de las personas mayores, con un aumento del 85% en las muertes anuales relacionadas con el calor extremo entre los mayores de 65 años desde la década de 1990, especialmente en zonas urbanas y población con ingresos bajos y medios. El informe Fronteras 2025 subraya que los eventos climáticos extremos están agravando enfermedades respiratorias, cardiovasculares y metabólicas, y aumentando la mortalidad entre personas con movilidad reducida, dolencias crónicas o en situación de vulnerabilidad. Y otro estudio publicado esta semana revela que el cambio climático triplicó las muertes en la última ola de calor de junio y julio de 2025 en las ciudades europeas. Solo en Madrid y Barcelona, las muertes llegaron a 458, según el Imperial College de Londres y de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres.

Gran impacto en la salud física y mental
Pero el calor extremo no es solo un riesgo para la salud física, sino que también puede tener un gran impacto en la salud mental. "La exposición a altas temperaturas afecta especialmente a las personas mayores, que tienden a recluirse aún más para protegerse de la acción estresante de las temperaturas. Este autoaislamiento, que quizás no vivan tanto en primavera, cuando salen más a la calle, puede aumentar la sensación subjetiva de soledad y tener consecuencias críticas", señala José Antonio Corraliza, catedrático de Psicología Ambiental de la Universidad Autónoma de Madrid. Según estudios recogidos por el Consejo General de la Psicología de España, entre el 15% y el 25% de quienes tienen más de 65 años padecen soledad de forma persistente, en su mayoría mujeres.
"Esta reclusión, si bien es una respuesta adaptativa ante el riesgo de los efectos ambientales de las altas temperaturas, tiene un efecto perverso, ya que el calor actúa como un agente que restringe las oportunidades para hacer frente a la soledad, llevando a un incremento de emociones negativas, preocupación obsesiva, sensación de vulnerabilidad e incluso hipocondría", explica el psicólogo. "El miedo a salir o la imposibilidad de hacerlo debido a su estado de salud es una realidad", señalan desde la Fundación Amigos de los Mayores (@AmigosMayoresEs), que lleva décadas trabajando con voluntarios para paliar este sentimiento. Esta situación puede llevar a muchos mayores a permanecer "días y días sin salir de casa para evitar las temperaturas extremas", lo que a su vez genera "un cierto estado de ansiedad por el hecho de pensar de que no van a poder caminar, no van a poder cruzarse con sus vecinos", añaden.
El calor del verano pesa menos cuando hay alguien con quien compartirlo 🤗
— Fundación Amigos de los Mayores (@AmigosMayoresEs) June 30, 2025
❤️ Y con ese arte tan suyo, Dominga nos lo recuerda una vez más...
✍️ Ilustración de @DomingaHabla para @AmigosMayoresEs
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Un verano temido, en vez de deseado
Y es que, según los expertos, en verano se acentúa además el aislamiento social debido a la marcha de familiares, amigos y vecinos de vacaciones, debilitando la ya frágil red de apoyo de muchos mayores. El sociólogo Santiago Cambero (@santiagocambero) describe este periodo como "bastante insociable, ya que la socialización de los mayores "se limita muchísimo" por las temperaturas y por la marcha de su red de apoyo. A esto se une que muchas viviendas no están preparadas para las altas temperaturas, careciendo de aislamiento térmico o sistemas de refrigeración adecuados. Además, centros de día o de mayores, bibliotecas y espacios públicos suelen reducir sus horarios en verano, o el trayecto puede suponer una dificultad añadida, limitando las opciones de ocio". De ahí que desde la ONG Grandes Amigos (@GrandesAmigos__), que también tiene una campaña contra la soledad de los mayores en verano, señalan que es clave “ejercitar” ese músculo invisible de la socialización durante todo el año".
Esta combinación de factores hace que muchos mayores "en vez de disfrutar del verano, lo teman y estén deseando que pase rápido", nos cuenta Albert Quiles, de la Fundación Amigos de los Mayores, quienes reconocen su programa de voluntariado en verano ha tenido que adaptarse con más actividades bajo techo y llamadas telefónicas periódicas. "El verano es una época especialmente difícil para los que estamos solos. Antes estaba deseando que llegase para irme de vacaciones, pero desde que estoy jubilada, me gustaría eliminar esta estación del calendario", nos cuenta Marival, madrileña de 67 años, que además ayuda a otras personas en su situación a través del voluntariado en diferentes ONGs. "El voluntariado, me ha salvado, porque soy soltera, hija única y cuando fallecieron mis padres y me jubilé, me empecé a sentir muy sola. Ahora dedico mi tiempo a otros y eso me hace seguir para adelante".
☀️ Este verano, haz una pausa y piensa en todo lo que has hecho acompañando…y en lo que aún está por venir.
— Nadiesolo Voluntariado (@nadiesolovolunt) July 4, 2025
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Necesidad de crear refugios climáticos
Ante la estimación de que las olas de calor sean más frecuentes casi todo los expertos consultados inciden en que parte de la solución para combatir la soledad en verano pasa por crear redes de apoyo y voluntariado, refugios climáticos y espacios verdes en los barrios, tal como sugiere el psicólogo José Antonio Corraliza. En este sentido, la presidenta del Observatorio de la Soledad, Matilde Fernández, reclama la creación y señalización de "refugios climáticos accesibles, cercanos y bien equipados" como centros de día, bibliotecas o parques con sombra, que deben permanecer abiertos durante los picos de calor y ser comunicados claramente", además de exigir la rehabilitación de viviendas antiguas y que las nuevas cumplan con requisitos para adaptarse al cambio climático.
Por su parte, Isabel Martínez Lozano, presidenta de HelpAge International España (@HelpAgeEspana) · X enfatiza que “no basta con recomendar quedarse en casa o beber agua. Es imprescindible ofrecer soluciones reales, espacios seguros y accesibles donde las personas mayores puedan refugiarse del calor y sentirse acompañadas”. Unas iniciativas que van en línea con lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud de crear "ciudades y comunidades amigables con la edad y el clima". Inger Andersen de la ONU defiende que "aún existen soluciones para proteger a las comunidades y restaurar ecosistemas que dábamos por perdidos".

Recomendaciones para mayores ante temperaturas extremas
Los expertos aconsejan a los mayores planificar su día a día saliendo temprano para evitar las olas de calor, buscando el contacto social, y dando la voz de alarma si no se encuentran bien. También señalan que la hidratación constante y una dieta ligera son cruciales y recuerdan que las familias "juegan un papel clave" con llamadas regulares y visitas breves o intentar fortalecer los lazos vecinales es crucial, especialmente en verano. Y aquí van los consejos de la Organización Mundial de la Salud para protegerse del calor, que incluyen, estar atentos a los mayores de 65 años o que viven solos. En concreto, recomiendan:
- Manténgase fresco y bien hidratado. Se recomienda un vaso de agua cada hora, y al menos dos o tres litros al día, evitar el alcohol y el exceso de cafeína.
- Mantenga su hogar fresco. Si no es posible mantener fresco el hogar, pase de dos a tres horas al día en un lugar fresco (como un edificio público con aire acondicionado).
- A fin de evitar que el calor se acumule, utilice prendas y ropa de cama ligera y holgada, y prescinda de los cojines.
- Evite el calor. Trate de no salir a la calle durante las horas más calurosas del día ni hacer ejercicio intenso.
- Si sale a la calle, use un sombrero de ala ancha o una gorra y gafas de sol.
- Tome duchas o baños fríos, Mójese la piel con un paño húmedo o utilizando un aerosol o ropa mojada.
- Póngase periódicamente en contacto con las personas vulnerables de su entorno, en particular las personas mayores de 65 años y las personas con afecciones cardíacas, pulmonares o renales, discapacidad o que viven solas.