Música

Elvis Presley: el día que murió el ídolo y nació el mito

65ymás

Lunes 16 de agosto de 2021

5 minutos

Un 16 de agosto de 1977 nos dejó el rey del rock

Elvis Presley. Un 16 de agosto nos dejó el gran Elvis Presley pero el mito del Rey del Rock perdurará siempre
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Lunes 16 de agosto de 2021

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A pesar de que empezó a grabar en Sun Records un año antes que el propio Chuk Berry lo hiciese con la Chess Records, Elvis Presley no fue el inventor del rock'n'roll, pero nadie duda en reconocerle como el auténtico rey de un estilo musical con el que logró vender la asombrosa cifra de más de mil millones de discos en todo el mundo. 

 

Los genes y no las drogas fueron los acabaron con la vida de Elvis Presley. Foto: Europa Press

 

El mayor icono musical del pasado siglo fue el primero en dar con la combinación, en sus justas proporciones, de la música country and western, el gospel negro y el rhythm and blues de donde nacería el rock, el ritmo que revolucionaría la historia de la música popular, aderezándolo con generosas dosis de su fantástica voz y su sensual manera de comportarse sobre los escenarios.

Elvis Aaron Presley había nacido, en el seno de una familia de extracción humilde de Tupelo, Mississippi, el 8 de enero de 1935, junto a su hermano gemelo, Jesse Garon, que murió tras el parto. El rey del rock vivió 42 años más que hermano, nos dejó el 16 de agosto de 1977, en Graceland, su mansión en Memphis, por culpa de una sobredosis de barbitúricos.

Elvis era especial

Para corroborar que Presley tenía un especial magnetismo no hay más que verlo actuar. Su manera de cantar y su modo de contonearse –realmente controvertido a finales de los años 50– ya forman parte de la historia de la música.

Precisamente fue ese modo de concebir la música y la actuación lo que llamó la atención de los productores de la época. A fin de cuentas, Elvis era un muchacho de familia humilde al que un grupo de música llamado The Songfellows incluso llegó a rechazar por no cantar suficientemente bien. Quién se lo iba a decir después.

 

 

El caso es que vieron en Elvis al cantante perfecto para interpretar música y ritmos propios de la comunidad afroamericana. Eso sí, con el aspecto de un hombre blanco atractivo y capaz de moverse de un modo realmente escandaloso.

Ascenso fulgurante

Después de firmar con RCA Records, sus canciones comenzaron a cosechar números 1 de la lista Billboard. La primera fue Heartbreak Hotel, pero le siguieron otras como Blue Suede ShoesHound dogDon’t be cruel o Love me tender.

En solo dos años se convirtió en la estrella más fulgurante del panorama musical. Y eso que algunas asociaciones ultraconservadoras le llegaron a tildar de peligro para la seguridad de EE.UU. pues avivaba las pasiones sexuales de los adolescentes.

En pleno auge fue reclutado para el servicio militar en 1958, convirtiéndose en la incorporación al ejército más mediática de todos los tiempos.

 

De plató en plató

Tras su vuelta, sus agentes le plantearon una carrera basada en el cine. En Hollywood se dedicó a participar en películas de bajo presupuesto, centradas en su protagonismo, en sus canciones (que componían la banda sonora) y carentes de calidad, tal y como se hacía en España con estrellas musicales como MarisolRaphael o incluso el Dúo Dinámico.

Excepto por alguna canción como Can’t help falling in love o Return to sender, esta estrategia le alejó del éxito musical. Había perdido fuelle pues no agasajaba a sus seguidores con conciertos en los que dar lo mejor de su voz y su cuerpo. Finalmente volvió a sacar un disco de estudio casi 6 años más tarde.

From Elvis in Memphis volvía a traer lo mejor del cantante nacido en Tupelo. En él se podían escuchar dos de sus mejores creaciones: In the ghetto y Suspicious Minds.

 

Descenso a los infiernos

Había una paradoja en la relación de Elvis con las drogas. Mientras que las repudiaba y no estaba de acuerdo con su consumo, estaba totalmente enganchado a los medicamentos. Sin embargo, el genio de Memphis no los consideraba como tal, a pesar de que ya en los años 70 le hacían enfermar habitualmente e incluso le provocaron dolencias como el glaucoma o la hipertensión arterial.

Finalmente, el 16 de agosto de 1977 sufrió un infarto de miocardio y falleció. Solo tenía 42 años pero su cuerpo estaba muy deteriorado. Había muerto el Rey y había nacido un mito que aún hoy pervive. No en vano, su mansión Graceland es la segunda casa más visitada de Estados Unidos tras la Casa Blanca.

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