'Traitors España': un reality de traición y manipulación en formato serie
Más cercano a un juego de mesa que a un reality show, triunfa en HBO Max
El actor Sergio Peris-Mencheta ('Al salir de clase', 'Isabel' o 'Resident Evil') conduce un programa de traiciones, como su nombre indica y como la consecución de los acontecimientos remarca. 'Traitors España' es la versión española producida por HBO Max y basada en un formato que ya ha triunfado en Holanda.
Como si de una película se tratase, 18 personalidades –unas más conocidas que otras– conviven en el castillo de Sigüenza (Guadalajara) y realizan actividades en grupo por toda la provincia que levantan sospechas entre ellos, algunas infundadas por el propio guion y otras por ellos mismos. De entre esos 18 famosos hay tres traidores designados en el primer capítulo, pero solo puede haber un ganador que se hará con el dinero que hayan recaudado durante sus aventuras. Dos bandos y un objetivo: "hacerse con la plata".
Durante todo el programa habrá una rivalidad palpitante entre traidores y fieles para resistir noche tras noche, si los traidores lo permiten, pues cada mañana, en cada desayuno, habrá una persona menos "asesinada" durante la noche por el cónclave de traidores -aunque se podrán encontrar con algunos obstáculos-. Además, al final del día se reunirán en la mesa redonda para votar y desterrar al concursante que más sospechoso haya parecido. Aquí es donde juega la manipulación hacia el lado que más convenga.
El mismo compañero que por la mañana te ayudó a superar la misión, puede asesinarte por la noche.
— HBO Max España (@HBOMaxES) February 4, 2023
Todos los episodios de #TraitorsEspaña ya disponibles en https://t.co/8etSAQf0PL pic.twitter.com/1oH6KS4pbj
Un reality show al que no estamos acostumbrados
A pesar de ser un programa de formato reality, ni se acerca a otros de las televisiones abiertas como 'Gran Hermano', 'Supervivientes' o 'Masterchef'. La convivencia más allá del juego no interesa en una serie de ocho capítulos de menos de una hora de duración. Se dejan entrever rencillas y preferencias de algunos concursantes con otros, pero las únicas conversaciones que se escuchan en pantalla son las relacionadas con el programa.
Algo que queda claro desde el principio es que es un juego. Peris-Mencheta lo definió como "un juego de manipulación, traición, mentiras y desamor". Todos los concursantes son conscientes de que están jugando, que tienen que actuar, sobrevivir, manipular, convencer... y ganar.
Concentrados en el mal
Tinet Rubira, el productor de 'Traitors', aseguró que en los realities tradicionales "buscas unos carácteres que sabes seguro que en la convivencia van a chocar. De ahí va salir tu trama. Nosotros no necesitábamos esa tensión extra [...] porque aquí lo que manda es la estrategia. Cada cosa tiene su tiempo y su liturgia. Aquí, lo único que nos interesaba es que estuvieran concentrados en el mal".
Resulta interesante, por ello, que la diferencia más marcada es la profesión: Apolonia Lapiedra es actriz porno, Cristina Cifuentes es ex política, Fernando Guillén Cuervo es actor, Skone es rapero, Juan Sanguino es periodista, Leo Margets es jugadora de póker... Pero en este juego, lo único que importa es el personaje que ellos mismos se han creado y convencer de que, sean o no traidores, se merecen seguir jugando.
